La casa canta de Isabelle Paez
La oralitura es escribir a orillas de la oralidad, a orillas del pensamiento de nuestros mayores y, a través de ellos, de nuestros antepasados. Se habla/escribe en primera persona. Así lo viví/escuché, así lo estoy viviendo/escuchando: me digo, me dicen, me están diciendo, me dirán, me dijeron. Todo ello brotando desde una concepción de tiempo circular: somos presente porque somos pasado (tenemos memoria) y por eso somos futuro. La totalidad sin exclusión, la integridad sin fragmentación de la vida y de todo lo viviente. (Elicura Chihuailaf, poeta mapuche)
Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz
Un espacio escénico dividido en cuatro, tantos como personajes aparecen en escena, cada espacio un mundo que sólo a veces se cruza desde la voz y los cuerpos. La palabra desde la poesía, con su inagotable abanico de significados, metáforas que se producen en un contacto inusual del roce entre significante y significante; y una manera de decir desde el cuerpo que es un instrumento más junto al acordeón, las guitarras, la batería, y la caja. Tres poetas en escena: Luis Lucchi, Carlos Aldazábal, y Juano Villafañe afirman su presencia, en una puesta que privilegia lo estético desde una escenografía pensada desde lo plástico en el vestuario, y la iluminación, así como de la coreografía de los cuerpos que en la expresividad de cada recorrido de Isabelle Paez logra transmitir con su dulce voz el camino que las palabras han seguido desde la punta de los pies a la cabeza, hasta que la garganta pone en eco aquello que ya fue expresado antes. Las palabras caen en armonía con el movimiento, y los elementos juegan historias diferentes desde una tela, un sombrero, las hojas que simulan ser hojas, el vino y el pan del ritual, y los sonidos que buscan la raíz de la unión de la música y la poesía. La elección de los poetas es una posición estética / política, una ideología que descree de una mirada postmoderna sobre las relaciones de la palabra y su musicalidad.
[…] lo que en Leónidas Lamborghini constituía un ejercicio de musicalidad crítica, en la mayoría de los epígonos postmodernos aparece como prosaísmo afónico, donde el canto oscuro que sobrevive en los ritmos cortados de una prosa maquillada de poema, remite a la gramática kitch del pop, y a todas las banalidades de la cultura masiva ofrecida por el capitalismo en su versión neoliberal. (Aldazábal)
El teatro que siempre es un hecho político, utiliza a veces el discurso directo para decirnos aquello que necesitamos o queremos ver y escuchar, y otras veces apela al discurso indirecto, enlazando la voz con el cuerpo con la música, buscando llegar rápidamente a la emoción que desata la profundidad de un verso cuando hace uso de la policromía del lenguaje. Un relato, un “poema vivo”, atemporal construido sobre el discurso visual y auditivo que necesariamente nos involucra a partir de un mundo sensible, donde la poesía puede expresarse a partir de distintos soportes. Cada intérprete tiene una energía que fluye más allá del espacio lúdico -danza, batería y acordeón- aunque, lamentablemente, pareciera que el actor no está en la misma sintonía, en detrimento al ritmo total de la obra. Por otro lado, el vestuario y la iluminación terminan por construir a estos personajes casi oníricos que nos dicen: “Así estoy, // un poco de lo que como // un poco de lo que temo // soy mi ropa y una manera de entender. // Una opinión interrogante // una curiosidad afirmativa”1 Una propuesta escénica distinta, polifónica, que le da la voz a nuestros poetas.
Ficha técnica: La casa canta de Isabelle Paez. Intérpretes: Jose Luis Calbiño (actuación), Isabelle Paez (danza y actuación), Fernando Suárez (batería y actuación), Alan Haksten (acordeón y actuación). Dirección y Coreografía: Isabelle Paez. Música original: Fernando Suárez, Alan Haksten. Diseño de luces: Horacio Novelle. Asistente de dirección: Fernando Suárez. Asistente de producción: Walter Alegre. Foto y video para difusión: Lara Seijas, Esteban Bisio. Vestuario: Mariana Del Valle Zeballa. Escenografía: Isabelle Paez, Fernando Suárez. Comunicación Visual – CCC: Claudio Medin. Prensa: Silvina Pizarro. Centro Cultural de la Cooperación: Sala Tuñon. Estreno: 21/02/2016. Duración: 45′.
Hemeroteca:
Aldazábal Juárez, Carlos, 2015. “El canto oscuro de la poesía postmoderna” en Papeles Latinoamericanos, año XII, diciembre, ómnibus n.51
1 Según gacetilla de Prensa, fragmento del poema “Momento Poético”, de Luis Luchi