«Debería llamarse Rosa Furia» de Laura Eva Avelluto

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“Debería llamarse Rosa Furia” de

Laura Eva Avelluto

Mariángeles Sanz Vélez

sanzm897@yahoo.com

Cecil Caillon, una de las excelentes actrices de “Las encadenadas” nos ofrece todo su histrionismo en un monólogo escrito por Laura Eva Avelluto, donde en el personaje de una mujer de sesenta años, que acaba de enviudar, de un hombre más ocupado en la política que en las relaciones personales, la inicia en una soledad donde debe aprender a defenderse de manera distinta a la que estaba acostumbrada. Ya no hay retorno, la muerte tiene esas cosas, de lo amado sólo nos quedan cenizas, ¿dónde poner esos restos miserables, de lo que alguna vez significó tanto en nuestras vidas, para bien o para mal? La decisión no es fácil, despedirse no es fácil, por eso la mujer elige enmascarar ese dolor en una actitud combativa, la exhibición del uso de armas, el espionaje a los vecinos que están en el momento más delicioso de las relaciones amorosas, y el diálogo, o cuasi diálogo con el afiche de ese marido casado con la ambición de poder.

En un espacio acogedor con brillantes colores y plantas, y una pareja de perros, frente a un río turbio, el Tigre, observa y nos relata momento a momento que es lo que ve. Los que dejan de tener vida propia, o creen que la han perdido para siempre, necesitan ver vivir a los demás. Observa, graba, y se pinta los labios de un tono rosa, que debería ser furioso, dice, porque esa ira acumulada, sale por su boca de labios pintados, en un gesto repetitivo. Entonces allí, desde una muy buena captación de la expectación del público, transita su vida con él, sus gustos, sus frustraciones, sus ausencias, y ahora la responsabilidad de buscarle el último lugar en su vida.

Gestos, miradas, palabras como cascadas que enredan sentimientos, y una angustia disfrazada conforman a Edelma de la mano de Cecil, que le entrega su cuerpo, y la consciente realidad de su criatura. Todo salpicado de humor, siniestro por momentos, pero que nos hace entender que las apariencias engañan, que no todo es lo que parece, y volver sobre una relación que sin querer está explícita en la textualidad de Avelluto: la de las hijas con sus padres, y el complejo de Electra. ¿Buscamos siempre en el desconocido con el que compartiremos la vida, un reemplazo, una sutil copia imperfecta del padre que tuvimos? La respuesta es personal, e íntima, pero en la pieza la figura paterna, sobrevuela la historia, en la presencia constante del armarse y disparar, y en la frase que le sirve para el tiro, y para la vida también.

Ficha técnica: “Debería llamarse Rosa Furia” de Laura Eva Avelluto. Actúa: Cecile Caillon. Diseño de iluminación: Víctor Chacón. Fotografía y diseño gráfico: María Paula del Olmo. Asistencia de dirección: Sonia Alemán. Prensa: Marcos Mutuverría. Producción ejecutiva y dirección: Laura Eva Avelluto. Teatro El Extranjero. Duración: 50 minutos.

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