Ópera Primas 2015
ONJ / El estado natural / Seré tu madre tranquila
Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz
Desde el 2007 se presenta en el Centro Cultural Ricardo Rojas el Ciclo Óperas Primas, ciclo creado y curado por Matías Umpierrez, quien ha declarado [1]:
[…] Óperas Primas se instala como una plataforma que potencia el trabajo de tres creadores emergentes que delimitan una zona visible para un público ávido por descubrir nuevas miradas. En este sentido, el público ya reconoce que, en la primera parte del año, tendrá la posibilidad concreta de acercarse al Rojas a explorar cómo piensan el teatro las nuevas generaciones […] Año a año , el proyecto ha transgredido las puertas del Rojas logrando que varios de los espectáculos reciban distintos galardones y, a su vez, despertando el interés de festivales internacionales e incentivando para que nuevas generaciones se sigan animando a ingresar en el teatro.
Interesante evento artístico [2], tanto para los jóvenes creadores que comparten el estímulo a participar de la convocatoria, como para el espectador atento a las nuevas expresiones escénicas. Un público que sigue el ciclo y descubre a estos noveles artistas provenientes de diferentes disciplinas – Danza, Música, Cine, Ópera, Artes Visuales – y su forma de plasmar en el espacio escénico su particular mirada.
Este año regresan las tres obras que integraron la 8va edición de Óperas Primas (2014)
ONJ por Bimbo Godoy [3]
Parte de la triada 2015 es ONJ y al ingresar a la sala las imágenes auditivas nos abordan, pues desde el espacio virtual representado el sonido de pequeñas aves con su aleteo se filtra. El espacio escénico está construido a partir de una perspectiva plástica, espacio amplio y de gran luminosidad. A su vez, este espacio es algo estático por sus líneas rectas – la piscina, el deck y un gran lienzo en la pared del fondo – básicamente en color blanco, más el verde del césped. Mientras que los tres personajes se diferencian también a partir del color en su vestuario: para Manila el negro quien sufre un estado de depresión, el blanco para Alexia quién será la encargada de realizar la “intervention» y ambos colores para Laila quien es la amiga que intenta mediar entre las dos primeras. El tema del suicidio de la hermana de Manila, de su inexplicable actitud y de la búsqueda sus amigas en hacer todo lo posible, “porque eso es lo que hacen las amigas”, le otorga a la historia algo de suspenso. Además, la tensión por las llamadas inquietantes que irrumpen en distintos momento y por la amenaza de llamar a la Policía termina por construir un lado de trama. Pero, por detrás, las tres criaturas con mucho humor van dando cuenta de las vivencias en común que las une desde la infancia, de sus miedos y sus fantasmas, en la tarea de buscar su propia identidad, como mujeres y como adultas, sin estar atentas a ese otra, a la mirada masculina. Las actrices con solvencia crean a estás jóvenes en un perfecto equilibrio entre el discurso verbal y corporal. Desde lo visual el relato está atravesado por el intenso calor y pareciera que el desenlace de los acontecimientos lleva al clímax esperado, sin embargo no es así: un final a todo música da cuenta que siempre se puede sorprender al espectador.
Ficha técnica: ONJ de Lautaro Caminovich. Elenco: Mariana Bugallo, Ana Pauls, Noelia Prieto, Piñin Folgado. Entrenamiento corporal y coreo: Alina Folini. Asistente de dirección: Violeta Mansilla. Producción: Leo Fernández. Diseño y realizaciones de escenografía: Sergio Fasani y Tomás Fage. Diseño de iluminación: Tomás Fage y Violeta Mansilla. Vestuario: Maximiliano Patko. Música: Miguel Cino. Diseño gráfico: Rodrigo Moraes. Fotografía: Agustín Jais. Equipo de montaje y utilería: Nubecita Vargas, Lucas Sánchez. Video spot: Emiliano Romero. Dirección: Bimbo Godoy. Sala: Cancha.
El estado natural por Paula Salomón [4]
Al ingresar a la Sala Cancha la música tienen una fuerte presencia, no por exceso en el volumen sino por el tema elegido: Caballito de Diego Frenkel – Música para bebés (2006). Además, es llamativo como el espacio escénico supera al lugar del público en dimensión. Al ubicarnos en la grada ya podemos imaginar como un encadenamiento azaroso de las distintas escenas. Muy cerca de nosotros un gran bulto donde se escuchan ronquidos, luego se transformará en una carpa, del cual sale el primer personaje como si fuera de “parto natural”, expulsado sin violencia a un mundo incierto. Dos paneles móviles y algunos pocos elementos y muy distante, al fondo de la Sala, otro espacio construido con una mesa y algunas sillas, la figura de un puma y algunas imágenes sin conexión aparente. Es interesante como a pesar de estos diferentes espacios los personajes irán construyendo, según requiera la situación dramática, el clima de aislamiento, de “retiro existencial”, de un estado alejado de la “realidad”, en un lugar o en una situación que les permitan reencontrarme con su voluntad o arbitrio, lejos de los condicionantes cotidianos. Es recurrente el tema del lenguaje verbal, desde la lecturas de las fábulas – El escorpión y la rana, La serpiente y la luciérnaga, El lobo y los bueyes,… -, al pasatiempo del “juego de palabras”, como si para los personajes lo real e importante solo pudiesen encontrarlo en las palabras. Las tres criaturas se preguntan por el amor y el tiempo presente, por la naturaleza, por la alimentación, por los animales,… Un conglomerado compacto de diversos elementos unidos de manera artificial en el cual vivimos inmersos. Una puesta en escena cuyo principio constructivo es lo narrativo y la no tensión dramática, donde las distintas escenas se van encastrando como recortes de un relato mínimo. Las buenas actuaciones sostienen básicamente ese discurso narrativo para unir los fragmentos de tal forma que el discurso corporal queda como en un tiempo otro, en un clima irreal y/o de vigilia. Y, no por azar, al retirarnos vemos esparcidos en nuestro trayecto así la puerta pequeñas hojas con un fragmento de Los pequeños cantos (1971) de Alejandra Pizarnik, quizá porque su escritura poética es todo lo contrario al estado natural: que es este espacio que somos / una idea fija / una leyenda infantil / hasta nueva orden / no cantaremos el amor / hasta nuevo orden. Una puesta en escena inquietante pero no caótica, que puede generar en el espectador diferentes sentidos, muchas preguntas y ninguna respuesta.
Ficha técnica: El estado natural de Paula Salomón. Elenco: Rita Pauls, Matías Vertiz, Iair Said. Escenografía: Cecilia Szalkowicz. Iluminación: Matías Sendón. Vestuario: Sofi Suaya. Fotografía: Nicolás Goldberg. Asistencia de dirección: Berenice Arguello. Temas musicales: Caballito por Diego Frenkel y Perfecto Radar por Djs Pareja. Dirección: Paula Salomón. Sala Cancha.
Seré tu madre tranquila por Ariel Gurevich [5]
La ópera prima de Ariel Gurevich rompe el concepto tradicional de teatro pero no sólo cuando se dirige al espectador y rompe la cuarta pared, sino cuando propone una estructura dramatúrgica que es atravesada por la música, el género de la telenovela como pivote del núcleo de la acción y metáfora de los personajes, cuando las acciones se desarrollan con un cuasi karaoke, y una construcción espacial que recuerda a las fotografías de diseño, donde todo parece un muestrario de la realidad. El vestuario que nos sitúa en los setenta, el físico y el narrado; materiales tangibles de una historia que se tejería igual sin ellos, porque la fuerza del relato está centrada en las muy buenas actuaciones de Juan Gabriel Miño y Fernanda Pérez Bodría. Una temática que discute en escena la esencia del amor filial, y como la figura femenina construye la subjetividad de un hijo que necesita a todas luces hacerle a esa madre, que debería ser más tranquila, un sentido homenaje. En ella a todas las mujeres que cruzaron su camino, las amigas de mamá, la abuela, la tía, personajes que desde el núcleo de un vientre, el materno, irradian su luz sobre los sentimientos encontrados, difíciles y complejos que se producen entre madre e hijo. La mención a un nombre, Ariel, que le debe mucho a la devoción por Migré y una de sus novelas más exitosas, Pobre diabla, es por elevación la advertencia de hacia donde puede desvirtuarse el amor cuando éste contiene un ingrediente incestuoso. Ágil, entretenida en el mejor sentido de la palabra, con un humor delicado y cargado de ternura, las secuencias se suceden para contarnos una historia íntima, pequeña y a la vez abarcadora de una época, de una manera de mirar y pensar quienes somos y porque somos como somos. Una mirada que soslaya un contexto político intenso y desgarrador centrando la temática en el microclima de las relaciones familiares.
Ficha técnica: Seré tu madre tranquila de Ariel Gurevich. Elenco: Juan Gabriel Miño, Fernanda Pérez Bodria. Espacio y escenografía: Adrián Suárez. Diseño de luces: Elías Díaz. Vestuario: Jam Monti. Coreografías y movimiento: Luis Sodá. Diseño sonoro: Franco Calluso. Asistencia de dirección: Valentina Rata Zelaya. Dirección: Ariel Gurevich. Sala: Biblioteca.
1 http://sagai.org/blog/las-operas-primas-del-teatro/ [14/03/2015]
2 En la 1ª edición, El trompo metálico (con texto y dirección de Heidi Steinhardt), El amor en los tiempos del dengue (del escritor Daniel Link y la directora-productora de Saula Benavente) y Harriet. Boceto sobre una inglesa de cierta edad (con dirección de Gabriel Fernández Chapo y Geraldine Seff); y, Dos cirujas, que marcó el debut en teatro de Daniel Guebel.
En 2008, el primer trabajo de Pablo Rotemberg, Nada te turbe, nada te espante, con dramaturgia de Diego Manso. Elisa Carricajo presentó Dos mil treinta y cinco, de su autoría y dirección. Cerrando la edición, Nelidora, de Santiago Loza, marcó el debut de Anahí Berneri.
Durante 2009, Rocío (con dramaturgia y dirección de Lucía Panno); Resplandor (de Anahí Martella a partir de la dramaturgia de Héctor Levy-Daniel); y, cerrando el ciclo, de Román Podolsky Justo en el vacío, debut en la dirección teatral de Alejandro Cervera.
En 2010, un díptico conformado por Atlántica Sara, con texto y dirección de Juan José Santillán, y Sueño con cebollas, espectáculo de Natalia Casielles.
En 2011, Silvia Guisto presentó Irreal; Candela García Sciaroni estrenó su obra La vida boca arriba; y, en esta edición, el director e Matías Piñeiro debutó en el teatro presentando Y cuando no te quiera, será de nuevo el caos (obra que luego llevó al cine con el título Viola).
En 2012, un tríptico con Soñar despierto es la realidad, de Mariana de la Mata, A dónde van los corazones rotos, debut como directora de Cynthia Edul, y el coreógrafo Luis Garay con su primera pieza teatral, La tierra tendrá dos soles.
Este 2013 se abrió la temporada con: Doberman, de Azul Lombardía, Derrotero o las ausentes, de Juan Ignacio Bianco, y La marea, último corte, de Josefina Recio.
En 2014, ONJ de Lautaro Caminovich y dirección de Bimbo Godoy, El estado natural, escritura y dirección de Paula Salomón y Seré tu madre tranquila, dramaturgia y dirección de Ariel Gurevich, integraron la 8ª edición.
3 Bimbo Godoy tiene 34 años. Se formó como actriz desde los 16 años con maestros como Carlos Gandolfo, Marcelo Savignone, Joy Morris, entre otros. Participó como actriz en varias obras de teatro – Feizbuk de José María Muscari, Eterno Domingo, Hija Boba de Maruja Bustamante, Yo, Bimbo es Ricky de Lorenzo Anzoátegui y Lautaro Caminovich, entre otras -, en programas de televisión – Por Ahora, Televisión x la inclusión, Historias de la 1era vez, Lobo, Un mundo perfecto, etc. – y en cine – El eslabón podrido de Javier Diment -. También como asistente de dirección y puesta en escena – Dark Room de Roberto Jacoby -. Actualmente se presenta en Rococo: mujeres al filo y conduce Spam! y Villa Cariño en Nacional Rock FM 93.7.
4 Paula Salomón se formó en actuación, escritura y dirección. Egresó de la Escuela de Uta Hagen y Herbert Bergorf en Nueva York con especialidad en Dirección y Actuación, donde formó la compañía de performance Ex.P Girl becada por el NYState Council for the Arts, Franklyn Furnace y con la que fue artista residente dos años en el HERE Arts Center. Como actriz, trabajó en diversos proyectos entre los que se destacan: Strange Attractors dirigida por Phill Soltanoff, The Bacchae dirgida por Kameron Steele, y fue parte de la compañía de performance Vessel dirigida por Rachel Bowditch. Trabajó como asistente de dirección y producción para el Proyecto Archivo de Vivi Tellas, como colaboradora artística para Irreal, de Silvia Gomez Giusto y como actriz en Por fin ha terminado este fastidioso día de Mariana Obersztern y Si es amor de verdad me dirás cuánto entonces de Beatriz Catani, entre otras.
5 Ariel Gurevich nació en Buenos Aires, en 1985. Es egresado de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y de Dramaturgia en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático. Recibió una beca del Centro de Estudios de América Latina para estudiar Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid, durante el 2010. Estudió piano con Diego Vila, poética con Alberto Muñoz y actualmente dramaturgia con Ricardo Monti. Escribió junto a Santiago Loza la serie “Doce Casas, historia de mujeres devotas”. Algunos de sus textos fueron leídos en Centro Cultural Matienzo, Centro Cultural Borges, La Casona Iluminada, Elefante Club de Teatro, Centro Cultural Konex.