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La maldad del mundo de Alfredo Staffolani

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Ciclo Proyecto Familia

La maldad del mundo de Alfredo Staffolani

Portuense y Florencia Varela, Ana Magnani y La Célica, Éttore y el tío Alberto

La maldad del mundo - PH Guillermo BarbutoAzucena Ester Joffe

En la propuesta de Alfredo Staffolani, dramaturgia y dirección, confluyen de manera perfecta la ficción y la realidad. La historia cabalga a mitad de camino entre el claro guiño a Mamma Roma (1962) de Pier Paolo Pasolini y el testimonio de Julia a partir del video, la madre de Staffolani, quien nos relata un suceso especial, entre adornos de cerámica que ella misma realiza. Punto de partida para La maldad del mundo: “A principio de los años 60, mi mamá tenía 17 años y trabajaba en una fábrica algodonera en Florencio Varela. Una tarde salía a fumar en un pasillo cuando escuchó llorar a gritos a un bebé en la casa que lindaba con la sala de máquinas. El chico estaba envuelto en una frazada sobre la mesa y hacía dos días que no comía ni se cambiaba el pañal. La madre, una prostituta del barrio llamada Célica, no había tenido a quién dejarlo, entonces, luego de que el bebé se durmiera, lo envolvió con cuidado y le dejó un plato de leche cerca para que intentara alimentarse por sus propios medios…”1. Por el azar o el destino, más allá de algunas coincidencias, ambas historias son contemporáneas.

En el despojado espacio lúdico de la sala Biblioteca, el sólido elenco construye la historia familiar que nos atrapa desde el inicio. Un espacio edilicio reducido que parece desdoblarse en otros sitios según lo requiere la situación dramática. Una boda, El Negro y la novia, los invitados y, entre ellos, La Célica y su pequeño, que son la otra cara de la misma moneda: subproletarioso desplazados del sistema. La madre de doble vida y la ilusión de vivir cerca del Obelisco, de las luces de la ciudad, y por lo tanto de una vida mejor. En Florencia Varela: la prostitución, el vagabundeo de los más jóvenes, la inevitable delincuencia,…, parecen ser las únicas revanchas posible con la vida. Cada personaje tiene la textura necesaria, con los matices de época, en tanto el acertado vestuario también nos ancla en los ‘60. Con muy buen ritmo, entre los videos y la música en vivo, la iluminación le otorga la plasticidad a las imágenes visuales que contienen a estos seres en un clima enrarecido por la hostilidad del entorno. Humor y distanciamiento para un drama que nos atraviesa. Si el hilo conductor es la institución familiar, es decir, el espacio privado, Staffolani presenta en esta interesante mixtura escénica, de qué modo el espacio público lo erosiona.La maldad del mundo-Crédito Alejandra Del Castello CCRRROJAS (1) 1

Ficha técnica: La maldad del mundo de Alfredo Staffolani. Con: Diego Vegezzi, Fabiana Falcón, Alejo Mango, Paula Staffolani, Julia Garriz, Nicolás Balcone, Julián Rodriguez Rona, Osqui Ferrero, Eric Siage & Lautaro Cuevas. Diseño de Escenografía: Magalí Acha. Diseño y Realización de Vestuario: Laura Staffolani. Diseño de Iluminación: Adrián Grimozzi. Música original y tocan en vivo: Valentín Piñeyro & Santiago Rovito. Diseño Coreografía & Trabajo Físico: Martin Piliponsky. Registro Documental & Fotografía: Guillermo Barbuto. PR+Media+CM: Mutuverría PR. Asistente de escenografía: Vanessa Giraldo. Asistente de Iluminación: Juan Seade. Colaboración Coreográfica: Lucía Mouján. Pelucas: Leonardo Colonna/ Maquillaje: Bárbara Majnemer. Testimonio en video: Luisa Acosta. Meritorio de Producción: Santiago Paz. Producción: C. C. R. Rojas y GrupoSalvaje. Dirección: Alfredo Staffolani. C C R R Rojas: sala Biblioteca. Estreno: 21/09/2018. Duración: 85’. Funciones: viernes 21:30 hs.

Proyecto Familia: La familia como el comienzo de todo. ¿Por qué no reflexionar sobre la institución más antigua y poderosa de la Humanidad? ¿Qué familia tengo? ¿Qué familia elijo? ¿Qué familia quiero? ¿Qué familia es posible en el tercer milenio? Obras, películas, performances e instancias de reflexión para encontrarse, comunicarse, aceptarse y descubrirse.2

1Según gacetilla de Prensa

2Según programa de mano

Acróstico de Diego Rosental

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Ciclo Ópera Primas

Acróstico de Diego Rosental

Artificio literario y artificio escénico, desandar el pasado para leer o crear un presente distinto

agenda_acrosticoAzucena Ester Joffe

Acróstico es un biodrama performático que fue seleccionado dentro del marco de Óperas Primas 2017, y que se repuso en el mes de octubre. Es la obra que Diego Rosental se inventa cuando despliega el papel con las letras de su nombre que, desde 1984, guarda en el cajón de su mesa de luz”1.

Al ingresar a la sala Cancha, el intérprete nos saluda a medida que ocupamos nuestros sitios en las gradas, la iluminación es tenue pero nos involucra en un relato casi confesional, como una noche con amigos. Rosental nos introduce en su niñez mientras circulan entre nuestras manos su boletín de la primaria, el souvenir de alguna carpa de circo con la pequeña foto de él junto a su padre,… Próximo a nosotros, los elementos necesarios para dar cuenta de esa infancia y preadolescencia que tuvo un importante punto de quiebre, la “palabra oculta”. La única foto que conserva de su madre, la carta de su abuela, el video de su Bar Mitzvah,… Durante esta primera parte, es a través del discurso a nivel verbal que el actor y bailarín, hasta con cierto pudor, comparte esos años atravesados por dos realidades paralelas que descubrirá después de mucho andar.

En la segunda parte, el discurso a nivel corporal se hace dueño de la escena y en el espacio despojado, junto a María Kuhmichel, se conjugan de manera impecable la danza contemporánea y la danza tradicional israelí, el rikudim. Un baile alegre, social, que genera un contacto, un punto de unión especial con ese otro. En otros momentos, son dos cuerpos que se acercan y se repelen, que se aman y se rechazan en una relación difícil de explicar. Rosental no juzga a su madre sólo intenta comprender determinadas situaciones que le han dejado cicatrices en el alma y que por medio de la danza logra “exorcizar” o como cuando ejecuta la “batería virtual”. Una narrativa coreográfica potente, donde ambos bailarines crea un mundo intenso en el cual cada movimiento tiene la textura perfecta para relatar más allá de las palabras. La música y la iluminación de manera precisa terminan por construir el clima necesario entre el espacio íntimo y el público. La imagen final, como en un tercer espacio, condensa la particular relación madre-hijo, y si bien se destejieron “los hilos del recuerdo” el nuevo entramado es más que prometedor.

 

Ficha técnica: Acróstico de Diego Rosental. Interpretación: María Kuhmichel y Diego Rosental. Creación: Jimena Pérez Salerno, Roberta Blazquez Caló, Andrés Molina, Diego Rosental. Diseño de iluminación: Sebastián Francia. Diseño gráfico: Leandro Ibarra. Música: Daniel Bugallo. Dramaturgista: Aldana Cal. Colaboración artística: Eugenia Foguel. Asistencia general: Sofía Etcheverry. Asistencia de dirección: Andrés Molina, Roberta Blazquez Caló. Idea y Dirección General: Diego Rosental. C C R R Rojas: Cancha. Reestreno: octubre 2018. Funciones: martes 21 hs.

Óperas Primas es un espacio para arrancar y animarse y es por eso que es indispensable que se sostenga su programación año a año incentivando la aparición de nuevos nombres dentro de las artes escénicas. http://www.rojas.uba.ar/

1Según programa de mano

Imprenteros de Lorena Vega

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Ciclo Proyecto Familia

Imprenteros de Lorena Vega

¿Cómo reconstruir el espacio arrebatado en un hecho escénico? ¿Cómo repensar los vínculos reflejados en una herencia que se materializa en un oficio?1

image030Azucena Ester Joffe

Imposible no recordar que Lorena Vega el año pasado arrasó con su gran trabajo actoral en Yo, Encarnación Ezcurra2. Imprenteros surge a partir de aceptar la invitación para participar en el Ciclo Proyecto Familia, en el C. C. Rojas. Todo un desafío que resuelve de manera interesante al construir esta propuesta atravesada por los afectos y los recuerdos, por el olor a la tinta y el murmullo rítmico de las máquinas de la industria gráfica. En un barrio del conurbano aún está ese mundo otro que ya no le pertenece y que lo recupera cada martes en la sala Batato Barea. Tres generaciones de imprenteros -abuelo, padre (Alfredo) e hijos (Lorena, Sergio y Federico)- y el reclamo ante el inevitable conflicto por la “bendita” herencia. Después de la muerte de su padre, sus medios hermanos le cambiaron la cerradura al taller impidiéndoles el ingreso a ese querido sitio donde pasaron su infancia y su adolescencia, y también realizaron algunos trabajos en la pequeña empresa familiar.

En el amplio espacio escénico observamos muy pocos elementos, solamente aquellos necesarios para la proyección de algunos videos caseros, viejas fotos y audios de aquellas voces que no se animaron a estar en escena. Una historia de vida en primera persona que nos atrapa desde su inicio. Los preparativos de la fiesta de sus 15 años, la negativa de su padre de imprimir las correspondientes tarjetas y, por ese motivo, su ausencia en la misma; su madre organizando cada detalle para el vals con su tío y las fotos de rigor; entre otras situaciones y secretos familiares que habitan el espacio lúdico. Los encuentros y desencuentros con su padre y la necesidad de hurgar en la memoria, de recuperar ese espacio familiar. Su hermano Sergio se atreve a estar presente, con la carpeta en mano de las etiquetas realizadas en aquellos años, en su mayoría de embutidos. Él continua siendo imprentero pero con nueva tecnología y da cuenta de ese hombre, cual artesano, que prefería tener un trato directo con cada cliente. En cambio, Federico, hoy alejado del oficio, parece estar más distante y sólo aceptó participar de la entrevista realiza por su hermana, quien comenta fue a cambio de una paqueta cena. En tanto, actrices y actores de su entorno más cercano van recreando a distintas personas que participaron en las situaciones pasadas.

Un recorrido performático a partir de reconstruir con retazos, instantáneas y recuerdos, una especial narrativa que pone a punto, en escena, a su familia que, por esas cosas de la vida, “nunca iba al teatro”. Con buen ritmo y humor, algo de melancolía y mucho amor, sin caer en golpe bajos, las preguntas quedan flotando: ¿qué sentiste cuando cambiaron la cerradura del taller? ¿te gustaría recuperar nuestras cosas que aún están allí? ¿extrañas a papá? La escena coreográfica final cierra un relato íntimo con el merecido aplauso del público ante la perfecta conjunción de dos mundos que parecen ser diferentes: el imprentero y el teatral.IMG_6078

Ficha técnica: Imprenteros de Lorena Vega. Elenco: Sergio Vega, Federico Vega, Lorena Vega, Julieta Brito, Juan Pablo Garaventa, Lucas Crespi, Federico Liss, Viviana Vázquez, Vanesa Maja, Mariano Sayavedra. Espacio: M. Celeste Etcheverry. Vestuario: Julieta Harca. Iluminación: Ricardo Sica. Sonido y Música original: Andrés Buchbinder. Fotografía: Cesar Capasso. Asesoramiento coreográfico: Margarita Molfino. Diseño gráfico: Petre. Equipo de rodaje: Gonzalo Zapico, Agustín Di Grazia, Andrés Buchbinder, Franco Marenco. Montaje audiovisual: Emi Castañeda. Asistentes: Fabiana Brandán y Santiago Kuster. Colaboración artística: Damiana Poggi. Dirección: Lorena Vega. C C R R Rojas: sala Batato Barea. Estreno: 04/09/2018. Duración: 60’. Funciones: martes 20 hs.

Proyecto Familia reflexiona acerca de la familia en las artes y la comunidad. ¿Qué familia tengo? ¿Qué familia elijo? ¿Qué familia quiero? ¿Qué familia es posible en el tercer milenio? Obras, películas, performances e instancias de reflexión para encontrarse, comunicarse, aceptarse y descubrirse3.

1Del programa de mano

2 Premio ACE 2016-2017 «Mejor Actriz en Unipersonal»; Premio Luisa Vehil 2017 «Mejor Actriz»;
Nominada Premio Teatro XXI 2017 «Mejor Actriz»; Trabajo destacado en la categoría de Actriz, Premio Teatro del Mundo 2017.
http://www.lorenavega.com.ar/p/profile.html [09/10/2018]

https://lunateatral2.wordpress.com/2017/04/16/yo-encarnacion-ezcurra-de-cristina-escofet/

3Según gacetilla de Prensa

Kinderbunch de Diego Manso

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Kinderbunch de Diego Manso

Esa furia helada la mantenía erguida con una fuerza que el cuerpo de ella nunca tuvo, y le venía de la maldad. (Paula Wajsman)

Me quedo ahí y disparo al aire (Ibsen, Hedda Gabler)

CCK correspondenciaAzucena Ester Joffe, María de los Angeles Sanz

Una mujer pequeña, vestida de negro, embarazada, se mueve a través del espacio, lo recorre, de pie, se arrastra, pone y quita sus zapatos, está inquieta, y luego comienza a hablar, a hablarse a sí misma, a contarle al ser que va a llegar la historia de una vida, la suya, su relación con el padre, con las armas, con sus amantes, con sus amores, con su amiga Tea, y con él mismo, el hijo producto de un braguetazo, es decir, de un matrimonio por conveniencia. El fascismo, el alemán, el italiano y el español, son el contexto que nutre esa vida que crece como una flor distinta en el medio de un campamento militar. Aprender a matar como placer, como hobby, tan excitante como el sexo, tan violento como él. Una piel de cordero que oculta la ira de haber sido derrotados en una guerra que formaba parte de un plan de purificación racial, de la construcción de un orden, la paz de los cementerios, todo ordenado y prolijo por fuera, escondiendo un infierno en su interior. Como Hedda Gabler el arma es una prolongación de su vida, como ella la relación con su padre es constitutiva de su subjetividad. Belén Blanco logra una performance excelente en la composición de ese personaje víctima y victimario a la vez, que guarda en sí misma las contradicciones entre el bien y el mal, una balanza que siempre se vuelve hacia la negatividad de su deseo oscuro. El personaje de Manso no dispara al aire, con un arma o toda ella como una, dispara al corazón de sus víctimas, su novio poeta, su mejor amiga, a su hijo, en un afán de matar el alma de su padre que la habita. El dramaturgo logra construir una textualidad que le saca la máscara de cordero al personaje de Ibsen, y nos lo entrega en carne viva, palabra tras palabra, hasta encontrar el camino de su destino. Germana juega con los límites, desde todos los lugares posibles, los imaginarios y los físicos, cuando abre la ventana y ensaya una mirada al abismo que no concreta. Kinderbunch, libro de cuentos para niños, solo que el relato no es un cuento, sino una verdad pesada y trágica que ya no puede sostener, y que necesita ser expulsada, dicha como un vómito imprevisto, para llegar hacia el final del camino. Belen Blanco en Kinderbuch_Foto por Bruno Perotti2-2

Durante noviembre del presente año, el ciclo Correspondencias, curado por Daniela Lozano, se presentó con dos obras cuyo punto de partida es el intercambio epistolar. Los martes, Correspondencias I, con música en vivo Ingrid Pelicori y Horacio Peña le dieron vida con sus voces al encuentro epistolario de grandes figuras. Los miércoles se presentó la obra que nos ocupa, Kinderbunch. Esperamos la pronta reposición de ambas para todos los amantes del buen teatro.Belen Blanco en Kinderbuch_Foto por Bruno Perotti1-1

Ficha técnica: Kinderbunch de Diego Manso (Trabajo escénico en proceso) Intérprete, producción, elección de Hedda Gabler: Belén Blanco. Diseño de imagen: Germán Gentile. [Foto: Bruno Perotti. Prensa: Débora Lachter] Asistente de dirección, producción, idea original Correspondencias / Hedda Gabler: Daniela Lozano. Dirección: Diego Manso. C C C: Hemeroteca. Miércoles de noviembre de 2017.

Bibliografía:

Wajsman, Paula, 2012. Punto atrás. Buenos Aires: Eduvim – Narradoras argentinas.

Buenos Aires Ballet [III]

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Federico Fernández

presenta

Buenos Aires Ballet

BABAzucena Ester Joffe

BAB1 completó su ciclo de Galas 2017 en el ND Teatro, en cada encuentro contó con una renovada selección coreográfica y con la participación de reconocidas figuras de la Danza. Con su marca registrada la 7° Gala, realizada el 11 de noviembre, fue sin temor a ser reiterativos, un placer para todos los presentes. La función anunciada para Diciembre, lamentablemente por razones de fuerza mayor, se canceló pero ya fue reprogramada para el 24 de febrero de 20182. Así que será un muy buen comienzo de año para el público cautivo del Buenos Aires Ballet.

En esta oportunidad la propuesta dancística tuvo una primera parte dedicada al ballet clásico con un vestuario en colores pasteles; la segunda parte, después de un breve intervalo, estuvo atravesada por la danza contemporánea, el tango y el jazz, con un vestuario en colores intensos.

Parte 1

Festival de las flores en Genzano, coreografía de August Bournonville, se estrenó en el Teatro Real de Dinamarca en 1858. El dúo de amor fue interpretado por Emilia Peredo Aguirre y David Gómez.

Coppelia de Arthur Saint-León, estrenada en la Ópera de París en 1870. Ayelén Sánchez y Emanuel Abruzzo le dieron vida a la singular pareja.

El cisne de Mikhail Fokine. La exquisita y breve coreografía nos sumergió en el clima dramático del último e inevitable momento con la interpretación de Eliana Figueroa.

El corsario, coreografía de Joseph Mazilier, estrenada también en la Ópera de Paris en 1856. El Pas de trois fue ejecutado por Macarena Giménez, Maximiliano Iglesias y Federico Fernández.

Parte 2

Pájaro azul del gran maestro Marius Petipa, cuyo estreno fue en el Teatro Mariinski de San Petersburgo en 1898. Emiliana Peredo Aguirre y Jiva Velázquez interpretaron el famoso Pas de deux.

Souls (Dúo contemporáno) de la coreográfa Romina Simone e interpretado por Aldana Percivatti y David Gomez.

Francanapa de Astor Piazzolla, coreografía de Julián Galván / Magdalena Cortés, con los bailarines Macarena Giménez y Maximiliano Iglesias.

Through the nigth de Emanuel Abruzo e interpretado por Julieta Zabalza y Emanuel Abruzzo.

Adiós Nonino de Astor Piazzolla, coreografía de Federico Fleitas, interpretada por los primeros bailarines Eliana Figueroa y Federico Fernández. Un cierre de lujo.BAB face

En nuestras notas anteriores hemos destacado la solvencia estilística, la expresividad de los cuerpos y el precioso vestuario según corresponda a cada coreografía. Ya cerrando el difícil año que nos toco vivir queremos subrayar la función artística y social que lleva a cabo el Buenos Aires Ballet. Pues nos permitió, en cada noche especial, disfrutar del Ballet de primerísimo nivel en un ámbito ameno -y más acorde a nuestro empobrecido bolsillo. El aplauso cerrado al finalizar cada función no rompió la magia de las potentes imágenes visuales. Artistas que marcaron nuestra experiencia, sin depender de nuestro conocimiento previo, y habitaron el despojado espacio escénico con total entrega. ¡Gracias a las grandes figuras que se hicieron presente en cada Gala y a su director artístico, Federico Fernández!

Staff de BAB

Dirección Artística: Federico Fernández. Producción General / Manager: Karina Battilana. Técnico en Luces y Sonido: Julián Galván. Stage Manager: María Laura Matienzo. Jefa de Vestuario: Lorena Durou. Diseño / Video: Sergio Gómez. Fotografía: Carlos Villamayor. Fotos Back y Sociales: Josefina Loza. Prensa: Música Clásica B A / Gabriela Levité. ND Teatro.

1 Buenos Aires Ballet es la joven compañía creada en 2015 por Federico Fernández, primer bailarín del Teatro Colón, ante la necesidad de los artistas por habitar el escenario y poder crear ese clima casi místico que requiere el ballet clásico. Además de brindar la posibilidad de que cada espectador disfrute de un espectáculo de calidad a un costo realmente accesible. Junto a Karina Battilana, ex bailarina del Teatro Colón y productora general, hacen posible “una realidad artística de primer nivel”. La Compañía, que se sustenta con fondos privados, genera su propia producción y realiza una perfecta selección del repertorio en cada nueva Gala, y cuenta con un equipo de técnicos que son o fueron bailarines, y , por lo tanto, conocen muy bien la rigurosidad de la disciplina. https://lunateatral2.wordpress.com/2017/08/08/buenos-aires-ballet-2/ [02/11/2017]

Buenos Aires Ballet [I]

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18447018_763184883865032_2322788063807964191_nFederico Fernández

presenta

Buenos Aires Ballet

Azucena Ester Joffe

Interesante propuesta para un público ávido de disfrutar de una noche especial, en la cual primeros bailarines de distintas Instituciones realizan algunos de los pas de deux más conocidos. Un ciclo que cambia su repertorio en cada nueva gala clásica. En esta oportunidad fue la cuarta gala en el ND Teatrodel ciclo mensual que comenzó en febrero en dicho teatro solo en el mes de mayo no hubo función; la quinta está anunciada para el 15 de Julio, posterior a su presentación en Tucumán el 9 de Julio.

La función de Junio se inició con Alto de Caballería (1869) interpretado por Aldana Percivatti y David Gómez; luego Pájaro azul (1890) a cargo de Emila Peredo Aguirre y Emiliano Falcone; a continuación Bayadera (1977) por los bailarines Ayelén Sánchez y Emanuel Abruzzo; Harlequinade (1900) con la interpretación de Camila Bocca y Jiva Velázquez. Todas las coreografías de Marius Petipa. De repente un giro, un cambio estético, con el dúo contemporáneo llegó con Souls de la bailarina y coreógrafa Romina Simone con música de Yo Yo Ma, interpretado por Aldana Percivati y David Gómez. Posteriormente, El cisne de Michel Fokine (1905) con Eliana Figueroa; el cierre de la primera parte estuvo a cargo de Julieta Paul Kler y Federico Fernández, mentor del ciclo, La Esmeralda (1886) de Jules Perrot y Marius Petipa. Después de un breve intervalo pudimos disfrutar de Cuerdas de Emanuel Abruzzo, también coreógrafo argentino, y de los performers: Federico Fernández, Julieta Paul Kler, Eliana Figueroa, Ayelén Sánchez, Maximiliano Iglesias, Emanuel Abruzzo, Emilia Peredo Aguirre, Emiliano Falcone, Camila Bocca y Jiva Velázquez.

 

Una experiencia distinta y más cercana a nuestra cotidianeidad, un repertorio que tiene como pilar al gran maestro Petipa, que es atravesado por otro grande de la danza clásica como lo es Fokine y por dos coreógrafos de la danza contemporánea de nuestro país. Cada pas des deux y cada solo como también la coreografía grupal, de la segunda parte, dan cuentan del virtuosismo y de la técnica de cada bailarina / bailarín. Y en un espacio totalmente despojado lograron focalizar nuestra atenta mirada sobre la expresividad de sus cuerpos y la tensión de cada movimiento, bien para romper con la fuerza de gravedad o bien en la interacción entre los cuerpos y el espacio. El perfecto vestuario, acorde a cada coreografía, reforzó la plasticidad de las potentes imágenes visuales. Lamentablemente, el sonido de la Sala no estuvo en consonancia con lo que desde el espacio lúdico se nos brindó, pero estamos seguros que será solucionado para la próxima función de este ciclo de galas.

Esta velada de primerísimo nivel nos permitió disfrutar del ballet en un ámbito diferente -y más acorde a nuestro depresivo bolsillo- en un devenir mágico. Primeras figuras reunidas en una única noche confluyen realmente en una noche imperdible. La dirección artística de Fernández tiene su sello propio, pues le otorgó la sólida mixtura a la dimensión coreográfica donde se conjugan de forma acabada la precisa técnica de la disciplina y la emoción narrada desde lo corporal, y desde el lenguaje gestual. Sólo no resta decir ¡¡por muchas galas de ballet más!!16602764_683207168529471_1004648274661330945_n

Buenos Aires Ballet es la joven compañía creada en 2015 por Federico Fernández1, primer bailarín del Teatro Colón, ante la necesidad de los artistas por habitar el espacio escénico y poder crear el clima casi místico que requiere el ballet clásico, en particular. Además de permitir que cada espectador disfrute de un espectáculo de calidad a un costo realmente accesible. Junto a Karina Battilana, productora general, hacen posible “una realidad artística de primer nivel”2. La Compañía, que se sustenta con fondos privados, genera su propia producción y realiza una perfecta selección del repertorio. El 2016 participaron en el Festival de la Habana, y en breve realizarán una gira por Tucumán, Salta y Jujuy.

Y recordemos:

Marius Petipa (1822-1910) -maestro de ballet, coreógrafo y bailarín francés- radicado en la Rusia Imperial, desarrolló la técnica a un nivel máximo de virtuosismo transformando el ballet en un gran espectáculo, estructurado en composiciones grupales y solos para destacar a las bailarinas, en especial, de aquel momento. Las producciones fueron majestuosas y su ejecución brillante.

Mikhail Fokine (1880-1942) –maestro de ballet, coreógrafo y bailarín ruso- introdujo un importante cambio en la estructura del ballet clásico a partir de la idea de un ballet sin argumento, provocó la renovación de las estructuras coreográficas estableciendo una nueva relación con las otras artes, logrando una mayor autonomía expresiva y consideraba que el cuerpo del bailarín era el protagonista.

Ficha técnica: Buenos Aires Ballet. Federico Fernández (Primer Bailarín del Teatro Colón), Julieta Paul Kler (Primera Figura del Teatro Argentino de La Plata), Eliana Figueroa (Primera Bailarina del Ballet Nacional DANZA), Ayelén Sánchez (Solista del Teatro Colón), Maximiliano Iglesias (Solista del Teatro Colón), Aldana Percivati (Figura del Teatro Argentino de La Plata), Emanuel Abruzzo (Ballet Estable del Teatro Colón), Emilia Peredo Aguirre (Ballet Estable del Teatro Colón), Emiliano Falcone (Ballet Estable del Teatro Colón), Camila Bocca (Ballet Estable del Teatro Colón), Jiva Velázquez. (Ballet Estable del Teatro Colón), David Gómez (Ballet del Teatro Argentino de La Plata). Dirección Artística: Federico Fernández. Producción General / Manager: Karina Battilana. Técnico en Luces y Sonido: Julián Galván. Stage Manager: María Laura Matienzo. Jefa de Vestuario: Lorena Durou. Diseño / Video: Sergio Gómez. Fotografía: Carlos Villamayor. Fotos Back y Sociales: Josefina Loza. Prensa: Música Clásica B A, Gabriela Levité. ND / Teatro. Estreno: 09/06/2017.

1 Comentó que el germen de Buenos Aires Ballet fue la compañía que creara Julio Bocca en su momento. https://www.pagina12.com.ar/20975-un-desfile-de-pas-de-deux-clasicos [18/06/2017]

Pasolini de Matías Feldman

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Pasolini de Matías Feldman

Invocación V

¿Qué hubiera pasado si no lo hubiesen asesinado?1 pasolini

Rosaura.- Sí, pienso en ese hombre al que la derrota

ha convertido en extranjero en el mundo de los demás…

pero como un ángel viejo que no sabe llorar. (Pasolini, 1987: 59)

Azucena Ester Joffe

Esa es la pregunta que nos interpela a lo largo de la obra, una pregunta sin respuesta ya que nadie puede realizar conjeturas. Pero sí estamos seguros que Pier Paolo Pasolini tenía1 y tiene aún mucho para decir, como artista polifacético e intelectual crítico, lúcido a su coyuntura histórica. Quizá por eso aún no se ha “encontrado” a los responzables intelectuales de su asesinato con semejante saña (los sospechosos serían varios y, obviamente, ligados a los distintos poderes). La particular poética pasoliana es profunda e incisiva, más allá de lo que la norma y la sociedad están acostumbradas a tolerar. Hablar de su Genio creador requeriría un desarrollo mayor e inabarcable que excede este breve comentario.

En la obra que nos ocupa, la precisa escritura de Feldman, en dramaturgia y dirección, logra poner en escena varios de los temas que surguieron a lo largo de la profusa y truncada vida de Pasolini. Temas que lo atormentaban y excedían su “proyecto creador”. En general, sus obras nos plantean la doble condición del metalenguaje, al establecer las cordenadas de una representación dentro de otras representaciones. Una representación de base que se bifurca en distintos sentidos posibles, porque Pasolini invitaba e invita a estar como en un sueño dentro de otro sueño, en un cuadro dentro de otro cuadro como en Las meninas de Velázquez. Esta puesta en escena, en particular, tiene una estructura neobarroca, no hay un sólo punto de vista, hay un gran demiurgo -Pasolini- que deja al libre albedrío la mirada actual e inteligente -Feldman- que organiza nuestra focalización. El dramaturgo comentóen relación a Pasolini: “lo que a mí me interesa es una zona híbrida, de acumulación, de apuntes, de algo no terminado”2. 2 pasolini

En el amplio espacio escénico se van creado distintos espacios y tiempos. Por un lado, con grandes cortinas de plástico transparente para darle lugar a sus recuerdos personales, a sus contradicciones y a su ideal de vida y de arte. Por otro, sólo algunos pocos elementos y tres grandes paneles para darle la voz a algunos de los personajes pasolianos –de Teorema, Calderón, Saló,…, y a su admiración por Dante Alighieri y Antonio Gramsci. A través de cada intervención, en cada breve escena, de los discursos verbales y corporales de estas criaturas convocadas, se va construyendo un sólido entramado donde se crea esta ficción dentro de esas otras ficciones. El punto de partida de la historia es el cuerpo sin vida que yace en un descampado o una playa de Ostia. Ante nuestra mirada atenta, el espectro del poeta se desdobla en varios Pasolini, así como fue su arte, para hacer presente esos pequeños fragmentos de sus obras, de sus reportajes y de su agitada vida. Mientras la música sacra va marcando el ritmo, un corazón que aún tiene vida aunque con la ayuda de un respirador artificial. Cada integrante del elenco tiene la intensidad dramática para darle una perfecta carnadura a cada personaje que habitan en esa vigilia constante. En tanto, el cuidado vestuario nos ubica en cada situación dramática y la acertada iluminación construye los espacios marcando la diferencia entre la luminosidad de sus obras y cierta penumbra en la cual quisieron sumergilo sus detractores. Un relato inacabado y sumanente provocador que puede molestar al espectador ingenuo por algunas “obscenidades”, con un ritmo interno que nos sumerge en la inestabibilidad e incomodidad. Un hecho escénico complejo que adquiere la dimensión poética pasoliana. Porque es la síntesis de la esencia del hombre y del artista que parece habitar el despojado espacio lúdico, cuyo “proyector creador”3 estaba orientado a crear a un sujeto espectador. Hoy, esa “distancia estética”4 se ha acortado pero sigue perturbándonos en nuestro cómodo lugar en la oscuridad de la sala. Para algunos esta obra, Pasolini, será un producto difícil de consumir pero nada más acertado a la estética pasoliana, verdadero “contacto con ese cuerpo de ideas, esa liturgia poderosa que”5 este fantasma nos ha dejado.

Quizá algún día seremos como esos dos títeres en Che cosa sono le nuvole?6, que cuando ya no son útiles como tal y son arrojados al basural se transforman en simple mortales para descubrir la sencilla belleza de las nubes:3 pasolini

Otelo: Y eso… ¿qué es?

Yago: Aquellas son…son las nubes

Otelo: ¿Y qué son las nubes?

Yago: Quién sabe.

Otelo: ¡Qué hermosas son! ¡Qué hermosas son!

Yago: ¡Dolorosa… maravillosa belleza de lo creado!

Ficha técnica: Pasolini. Dirección y dramaturgia: Matías Feldman. Asistente de dirección: Juan Francisco Reato. Producción: Gabriel Zayat. Actuación: Luciano Suardi, Andrea Garrote, Marcelo Subiotto, Juliana Muras, Ariel Pérez De Maria, Maitina de Marco, Guido Losantos, Diego Echegoyen, Paco Gorriz, Martín Aletta, Eugenia Blanc, Julián Duffy, Manuel Guirao, Juan Manuel Trentini, Martina Bajour. Espacio: Matías Sendón y Matías Feldman. Iluminación: Matías Sendón. Diseño de vestuario: Emiliana De Cristófaro. Asistente de vestuario: Belén Rubio. Realización de escenografía: Leo Ruzzante. Realizador/ escultor: Walter Lamas. Colaboración artística: Rakhal Herrero, Juan Francisco Dasso. Prensa: María Sureda. El Cultural San Martín: Sala 3. Estreno: 08/10/2016.

Ciclo Invocaciones: Concepto y curaduría: Mercedes Halfon. Producción general: Carolina Martín Ferro. Coordinación: Mercedes Halfon y Carolina Martín Ferro.

Bibliografía

Pasolini, Pier Paolo (1987). Calderón. Madrid: Icaria.

1 Después de su Trilogía de la Vida –El Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y Los cuentos de las mil y una noches (1974)- Pasolini abjuró de la misma, a través de un pequeño manifiesto que dio a conocer públicamente. El motivo fue que estos films fueron tomados como un producto de mercado. Un consumo para la burguesía explotando el sexo como algo tabú y pecaminoso. Contrariamente a lo que Pasolini había pretendido hacer, ya que había querido mostrar la desnudez como símbolo de la pureza y naturalidad de los sexos. A la vez que denuncia a esa sociedad que terminó por tergiversar la esencia de su Trilogía. En el marco de una democratización del derecho de expresión y la libertad sexual, por un lado y, por otro, el triunfo del irrealismo de la comunicación de masas, donde el último baluarte de la realidad parecía ser los cuerpos inocentes, con la violenta y oscura expresión de sus órganos sexuales. En 1975, después de su Abjuración filma Saló o los 120 días de Sodoma -la que sería la 1ra de la Trilogía de la Muerte. Saló, quizá a modo premonitorio e inconsciente, sea su obra conclusiva, porque él sintió “asco” de su sociedad y no por casualidad fueron robados algunos de los rollos unos días antes de su asesinato.

2http://www.losinrocks.com/escenas/matias-feldman-estrena-proyecto-pruebas-entrevista#.WBT3-D-VtkU [30/10/2016]

3Categoría desarrollada por Pierre Bourdieu

4Concepto desarrollado Hans Robert Jauss

5Fragmento de la convocatoria del Ciclo Inocaciones: “A través de los escritos no dramáticos, los textos de teoría, las biografías y cartas, los directores contemporáneos iniciarán un contacto con ese cuerpo de ideas, esa liturgia poderosa que estos hoy fantasmas dejaron”. http://elculturalsanmartin.org/programacion/evento/2009-pasolini-invocacion-v [30/10/2016]

6¿Qué son las nubes? [Che cosa sono le nuvole?] Mediometraje de Pier Paolo Pasolini, Italia, 1967. Totó es el títere que representa a Yago y Ninetto Davoli es el títere que representa a Otelo, Domenico Modugno es el basurero cantante. Un poema canción escrito por Pasolini y Modugno.

https://www.youtube.com/watch?v=pjlTcL8gNnM [30/10/2016]

 

Un mechón de tu pelo de Luis Cano

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Un mechón de tu pelo de Luis Cano

Cuando estemos en la sala debe parecer que está vacía.

mechon_portadaAzucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

Dos mujeres, en una situación análoga de servidumbre, sin embargo, una es el ama de llaves y otra la nueva sirvienta; un espacio temporal de aprendizaje, que resultará una epifanía. El continente un lugar de servicio, un armario con trebejos, una mesa y dos sillas, y una escalera que guarda elementos de limpieza. Un pequeño biombo donde travestir la ropa de calle en el anacrónico uniforme que Ángela le hace ponerse a Andrea. Los días se suceden en una pantalla a fondo y son los de la semana de lunes a sábado, el de la llegada y el domingo que no vemos el de la revelación. Un texto fragmentado, como la dramaturgia de Luis Cano nos tiene acostumbrados, una puesta que busca en la gestualidad, el movimiento, la postura corporal, su punto de fusión, de allí que su textualidad sea breve, entrecortada, cargada de sobreentendidos, y de pequeños relatos que van conformando una subjetividad y otra. La musicalidad de fondo acompaña los pequeños sonidos del diapasón y éste la forma casi coreografiada de caminar. Los objetos son distintivos de una clase, y de una jerarquía en el espacio: las zapatillas rojas por los zapatos de taco negros. Los guantes que sirven para no dejar huella sobre nada, no para cuidar las manos de quien los lleva, sino los objetos de no ser contaminados. Una puesta intimista, que pierde fuerza en un espacio a la italiana, aunque gane en posibilidad de movimientos. Las muy buenas actuaciones le dan a las palabras de la pieza un peso específico que guarda junto con los silencios un interesante espesor semántico. un mechónUn juego teatral que aparenta en su sencillez de recursos, una sola posibilidad de mirada, pero que guarda dos niveles diferenciados: el de la relación de poder dentro de quien a penas si tiene alguno en el espacio en que se mueve, y el de la necesidad de afecto de alguien que por su condición no pertenece ni a un mundo ni al otro. Ser el ama de llaves vuelve a Ángela un sujeto en el entre de dos clases sociales, sin pertenecer del todo a ninguna. No tiene que ver con los patrones más que en su calidad de servicio, y no tiene que ver con Andrea porque ha dejado de estar en el nivel más bajo de la escala. La soledad de su vida encuentra en Andrea una posibilidad de abrazo contenedor, de diálogo posible, de intimidad. Un entramada de relatos que se unen en el espacio de esa sala donde se constituyen en roles dejando fuera de las cuatro paredes las subjetividades que encierran. El prolijo vestuario termina por darle espesor a estas dos mujeres que intentan no dejar huellas, “somos barcos que no dejan pisada”. Mientras la precisa iluminación parece no recortar sus figuras sino, por el contrario, las sumerge en el anonimato que exigen “la señora/ el señor”. Ellas pertenecen al mundo de las cosas, donde todo debe de estar en orden, impecable, sin margen para el error, y donde no hay lugar para el ocio o el placer. El dramaturgo y director convocó al dúo teatral Ácido Carmín (Gaby Ferrero y Eugenia Alonso) para darle carnadura a estas criaturas, y de este modo, con Un mechón de tu pelo, inauguró el Ciclo de Mercurio1 del Complejo Teatral.

Ficha técnica: Un mechón de tu pelo de Luis Cano. Por Ácido Carmín: Eugenia Alonso (Andrea), Gaby Ferrero (Ángela). Coordinación de producción: Beatriz Borquez. Asistencia de dirección: Adrián Andrada, Daniela Sitnisky, Rosana Rodríguez. Asistencia de vestuario: Belén Rubio. Asistencia artística: Victoria Béhèran. Diseño sonoro y arreglos musicales: Tian Brass. Diseño de iluminación: Ricardo Sica. Vestuario: Cecilia Zuvialde. Escenografía: Rodrigo González Garillo. Dirección: Luis Cano. Sala Teatro Regio. Estreno: 05/10/2016. Duración: 75′.

1Con Un mechón de tu pelo se inaugura este ciclo que continuará durante todos los miércoles de la temporada y que propone un espacio de experimentación en un escenario convencional –como el del Teatro Regio–, con una maquinaria impensada para las salas del teatro independiente. Mercurio: como el planeta próximo al sol, como el elemento plateado, como el dios Mensajero del Pensamiento. También como el personaje de Romeo y Julieta de Shakespeare: libre, aventurero, valiente, audaz y, además, disparador de la Tragedia. El ciclo –bautizado con ese nombre por Luis Cano, quien será su padrino–, ofrecerá tres producciones por temporada, siempre los días miércoles, acompañando en la cartelera a otro espectáculo que realizará funciones de jueves a domingos. 

http://complejoteatral.gob.ar/ver/teatro/10126-UN-MECHON-DE-TU-PELO—-Teatro-Regio?ascm_content_change=492 [01/11/2016]

Un nuevo continente de Sofía Wilhelmi

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Un nuevo continente de Sofía Wilhelmi

Ciclo Proyecto Familia

Sobre la familia en las artes y la comunidad

unnamedAzucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

En el Centro Cultural Rojas se establece una dupla de puestas teatrales cuyo enfoque de sentido tiene que ver con el concepto de familia en nuestra sociedad posmoderna y descreída de los valores de una moral que implicaba una sola manera de concebir su constitución, a partir de que era considerada el núcleo fundacional de la sociedad y la base del mantenimiento de los valores burgueses de los siglos XIX y XX, surgidos al calor de la filosofía positivista. La familia nuclear, o tipo, -padre, madre y dos hijos-, ideal de esa manera de pensamiento hace años que está puesta en crisis por una realidad que la horada desde la sexualidad, el concepto de género, los derechos del niño, la liberación de la mujer, la mujer en la universidad y en el trabajo calificado, y en los últimos años por una mirada individual del deseo y el goce, que pone en primer lugar el bien personal sobre el “deber ser” social, que por mucho tiempo impedía como un mantra negativo una realización positiva de la vida de los jóvenes, sobre todo de la figura de la mujer. El proyecto abarcó no sólo el teatro sino: películas y piezas performáticas y se extendió los meses de mayo, junio, julio y agosto. El interrogante sobre la familia, como afirman en el programa de mano: “la institución más antigua y poderosa de la Humanidad” se centra en las obras presentadas en la conformación antes descripta, porque la familia no siempre tuvo una conformación como hoy la conocemos desde el imaginario social. Las dos piezas que constituyeron la propuesta teatral fueron: Inundación de Magdalena De Santo y Un nuevo continente de Sofía Wilhelmi. Las dos dramaturgas se interrogan y nos llevan a interrogarnos sobre una problemática en perpetuo movimiento, que nos presenta nuevas encrucijadas, y la valoración distinta sobre una temática que se pretende cristalizada en un solo modelo posible. 000143696De las dos asistimos a la puesta de Un nuevo continente, una puesta que nos presenta varias aristas para ser abordada: la de la pareja, las relaciones familiares, el arte y el mercado, la figura del artista, el individualismo y la necesidad de la maternidad, el hacerse cargo finalmente de las propias decisiones. Con humor y sin censura en los diálogos ni en las acciones, la trama va desarrollando la relación de los tres personajes, que en un espacio dividido entre un minibar y un atelier de pintor, se suceden los encuentros de la pareja con el tercero en discordia imprescindible para lograr el deseo cumplido de la mujer. Si bien la obra está construida desde una poética realista, la filmación en escena cruza sus procedimientos y trasgrede con la ruptura de la cuarta pared, no ya en su complicidad con el público, sino mostrando la convención y la construcción del discurso y su repetición mecánica. Una historia que se desarrolla en algo más de un año, desde el momento que surge la idea de que Sebastián (hermano de Tom) sea el padre del niño que tanto desea Jackie hasta después del nacimiento del bebe. Un relato breve que nos atrapa desde el inicio por una situación entre el desparpajo de la pareja y la prudencia del hermano menor. Un triángulo no amoroso sino familiar que el elenco con acierto y ductilidad construye en escena, tres personajes queribles y para nada cotidianos.

Ficha técnica: Un nuevo continente de Sofía Wilhelmi. Elenco: Claudio Mattos, Verónica Mc Loughlin, Mauro Pelandino. Vestuario: Mariángeles Zamblera. Escenografía: Sofía Wilhelmi. Diseño audiovisual y Cámara en vivo: Martín Manuel Aréan. Diseño iluminación: Compañía lumínica (Caliri – Grossi). Música original y banda de sonido: Adolfo Oddone. Diseño gráfico: Juan Pablo Zaramella. Asistencia de dirección y producción: Mariángeles Zamblera. Colaboración autoral e idea original: Lorena Romanin, Demián Salomón y Emiliano Mansella. Dirección: Sofía Wilhelmi. Centro Cultural Rojas: Sala Cancha. Estreno: 06/05/2016.

César Brie en Buenos Aires

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César Brie en Buenos Aires

La recuperación de una identidad

Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

César Brie, como tantos otros dramaturgos de nuestro país sufrió en los años difíciles de la Dictadura cívico – militar un exilio que se convirtió en una ausencia por demás prolongada. Retorna a nuestro, su país, y a través del teatro recupera en esta puesta como en las que viene desarrollando en el campo de la ciudad de Buenos Aires1, para él y para otros muchos que pasaron por la misma experiencia, una identidad nutricia, origen de su presente, causa última de su añoranza y deseo de volver. Ese deseo es el de encontrarse con un campo cultural que le debe un lugar en el canon de dramaturgos consagrados, aunque haya sido fuera de su país, y por otra parte, el de ofrecer con generosidad un arte que tuvo años de un desarrollo intensivo, de una experiencia que proviene de los materiales de su propia biografía, pero también de las lecturas que el tiempo nos regala, y de las vidas de aquellos que se cruzan en nuestra realidad y nos brindan su preciosa carga de vida, como un libro abierto donde poder encontrar las pistas para el camino que todavía nos toca recorrer. Que mejor que el teatro para dar forma y sentido a la encrucijada del vivir en un mundo que nos presenta a cada paso un problema a resolver, un interrogante que develar. Como el mismo afirma:

El teatro vive y muere en el presente. Decir el presente, darlo vuelta, desviscerarlo, comprimirlo. Dejar en el crisol de una obra, como intentaban los alquimistas, el oro puro, o sea, la pura inquietud, la temblorosa luz que no deja en paz a las sombras. (2013, contratapa)

La voluntad-41 (1)La voluntad (fragmentos para Simone Weil)

Mi soledad abrazaba el dolor de los demás hasta morirme2

Esta es la primera obra que estrena el dramaturgo, de un total de cuatro piezas, una verdadera experiencia para los amantes del teatro. En el amplio espacio escénico de El Galpón de Guevara observamos pocos elementos -el muro que luego será una cama, donde dibujar las siluetas de aquellos fusilados, donde escribir con la urgencia de una vida corta,… No es necesario más, para darle cuerpo a la filósofa francesa, Simone Weil. La pregnancia escénica de la joven Florencia Michalewicz focaliza nuestra atenta mirada desde el inicio, mientras César Brie le da voz a los personajes masculinos que van relatando distintos momentos y es el partener perfecto para crear el clima intelectual y doliente del mundo femenino. Las imágenes visuales tienen la intensidad y la poesía de la escritura dramática a partir de la perfecta selección de los fragmentos. Si Brie les da textura de manera acabada a distintos personajes masculinos, Michalewicz condensa la historia de una vida admirable y muy poco conocida. El enfermero, uno de los personajes, la cuida y le recuerda que debe comer, mientras nos relata que Simone murió de inanición a la edad de 34 años, pues se olvidaba de comer pero se ocupaba de los desprotegidos, su joven cuerpo fue atravesado por las tensiones y los horrores de la sociedad durante las primeras décadas del siglo XX. Y ese es el cuerpo “perforado” por tal coyuntura que se materializa en escena, territorialidad adquirida a través del discurso verbal y, en especial, del discurso corporal. Pues en cada mirada, cada gesto, cada movimiento del personaje femenino es, a su vez, Simone y Florencia y son todos aquellos sufrientes y desprotegidos. La escritura escénica de Brie es intensa y no cae en lugares comunes sino que le otorga el vuelo poético para poder aprehender tanto dolor y humanidad por el otro, sin rostro, sin religión, sin distinción.

Sus citas, rotundas y certeras, aparecen como referencias a su pensamiento, marcado por un itinerario vital e intelectual que se manifiesta en tres direcciones: una búsqueda continua y apasionada de la verdad, que la lleva a estudiar Filosofía y a interesarse por todas las manifestaciones religiosas; una marcada pureza natural que se asombra ante la contemplación de la belleza del mundo y del arte, en donde presiente la huella de Dios; y una vulnerabilidad ante la desgracia de las clases más desprotegidas de la sociedad, que la llevó a luchar por mejorar sus vidas.3

Un devenir, un acontecimiento teatral intenso que multiplica los sentidos y deja una fisura para nosotros, como espectadores, de hurgar en los escritos, poemas y reflexiones intelectuales de Simone Weil.

Ficha técnica: La voluntad (fragmentos para Simone Weil) de César Brie. Actúan: Florencia Michalewicz y César Brie. Producción en Argentina: Larisa Rivarola y Banfield Teatro Ensamble. Música: Pablo Brie. Escenografía y vesturario: Giancarlo Gentilucci. Fotos: Mariana Fosatti. Prensa: Simkin & Franco. Diseño Gráfico: Martín Bolaños. Estreno en Buenos Aires: El Galpón de Guevara: 05/08/2016, Timbre 4: 09/08/2016, C. C. Recoleta: 13/08/2016. Duración: 70′.

000134917El Paraíso Perdido (primer capítulo)

(Basada en recuerdos, testimonios y textos de los intérpretes)

En esta oportunidad, César Brie es el gran demiurgo que no aparece en escena pero que se muestra a partir de sus invisibles y sólidos hilos. La obra surge a partir del laboratorio de investigación que duró un mes o algo más y se estrenó dentro del marco de la Bienal de Arte Joven 2015. Es la búsqueda, dirigida por Brie, a partir de las historias personales, de los recuerdos de la infancia y adolescencia, también de sus deseos y miedos tan cotidianos que nos pertenece. Un trabajo actoral coral acabado que de manera perfecta dibuja la generación a la que pertenecen estos jóvenes entre 17 y 30 años. Ponerle el cuerpo a esos retazos de la memoria no es tarea fácil pero para cada escena, cada intervención, hay un tono y una mirada precisa, así el clima se va construyendo entre lo humorístico y lo dramático. Por momentos, le dan la voz a aquellos niños que fueron y, en otros, a esos adultos que serán pero también a los jóvenes que hoy son. Cada integrante del elenco le otorga a su personaje una determinada particularidad y, a su vez, somos todos, son seres queribles, tiernos, espontáneos, con la emoción a flor de piel y eso se transmite de forma inmediata a cada espectador. ¿Quién no tiene un paraíso perdido? ¿Quién no se ha preguntado o pregunta dónde estarán esos paraísos que hemos perdidos? En el amplio espacio escénico despojado, con muy pocos elementos, los jóvenes / personajes le ponen el cuerpo y le dan la voz a esos jirones de la historia personal que nunca olvidarán -de la infancia, los hermanos, el abuelo que ya no está, el primer beso,… Mientras juegan con globos de colores y en el medio del espacio lúdico una casita, una miniatura, que adquiere otra dimensión a medida que avanza el relato. La luz diurna, la música y el vestuario terminan por moldear una especial narrativa sin artilugios escénicos, donde los once actores se entregan de manera vital, con frescura y con algo de coreográfico. El tema de recuperar parte de la historia personal, de la memoria, de una experiencia iniciática es algo constitutivo de la poética de César Brie pero tuvo la generosidad de dejar a estos jóvenes crear a partir de sus historias íntimas que se intercambiaron para ser ficcionalizadas.

Ficha técnica: El Paraíso Perdido (primer capítulo) de César Brie. Elenco: Micaela Carzino, Sofía Diambra, Sebastian Gui, Iván Hochman, Gabriela Ledo, Flor Micha, Guido Napolitano, Ignacio Orrego, Abril Piterbarg, Liza Taylor, Manuel Tuchweber. Producción: Banfield Teatro Ensamble, César Brie. Música: Louis Armstrong, Django Reinhardt, Antonio Vivaldi, Philip Glass, Olafur Arnalds, Chango Spassiuk, Al Kauthar. Diseño de vestuario y objetos: a cargo del elenco. Fotografía y Video: a cargo del elenco y Juan Barone. Diseño gráfico: Sebastián Carzino y a cargo del elenco. Prensa y comunicación: Jorgela Argañarás, Silvina Linzuain (coord), Sebastián Carzino (asist), BTE, Simkin & Franco y elenco. Puesta en escena y Dirección: César Brie. Directores Asistentes: Ignacio Gómez Bustamante, Nelson Valente. Santos 4040. Duración: 65′

000114528Fui

Un flashback poetico e intenso

El texto en primera persona comienza como en la mamuschka rusas, buscando al desplegar hacia atrás las alas, los genes primitivos de su historia: los bisabuelos, los abuelos y los padres, para entender y entenderse en un camino que necesita la luz del pasado para construir su presente. En el medio del recorrido, los hermanos cómplices de horas compartidas, el primer amor, los trabajos con la escritura, el camino de la literatura, los libros. En ese camino en búsqueda de sí mismo se encuentra con el niño que fue, y que nunca lo abandonó en todos esos años, con quien mantiene un diálogo que le permita al hombre de hoy sentir que no todo lo soñado y lo deseado en aquellos tiempos se ha perdido para siempre. No vale encerrarlo bajo cien clavos para que la madurez del hoy gane la partida, él como un fantasma, como una sombra, en la conciencia presente viene a reclamar su lugar, el que todos deberíamos guardar para el niño que nos ayudó desde la inocencia y la ignorancia del futuro, en los momentos en que el camino se cruzaba en encrucijadas polvorientas. Que mejor que el teatro, lugar del juego a ser uno y los otros para develar los misterios de sus silencios, para ayudarlo a salir y a crecer. Desde la música y la luz, la palabra toma los climas necesarios para el personaje que lucha por ser él mismo a la vez, al producir la máscara necesaria para la actuación e ir al mismo tiempo quitando cada rasgo sobre impreso en el rostro que impida develar un alma. En un espacio que mantiene la mirada a la altura del espectador, dividido en sendas que marcan los caminos recorridos por su historia; con los objetos que ayudan a lograr la sensibilidad requerida para la memoria, el actor /dramaturgo / director, transita con sus pies descalzos, mientras narra, y diálogo con los personajes fantasmales del pasado: su padre, su madre, su abuela, su primer amor. Las sillas ocupadas por los trajes que los representan, serán ocupadas más tarde por cuerpos reales tomados al azar entre la platea, y serán testigos mudos de una historia que los involucra en el cuerpo y el alma de los otros; de aquellos que necesitan del exorcismo del teatro para hacerse presentes en el personaje central y al mismo tiempo atravesar el recuerdo de los presentes en la sala. En las sillas que rodeaban el espacio escénico, alguien lloraba en silencio, recuperando tal vez, una memoria guardada en los pliegues del recuerdo, que afloraba en ese espacio, en ese tiempo.

Ficha técnica: Fui. Texto, dirección e interpretación: César Brie. Escenas y vestuario: Giancarlo Gentilucci. Música: Pablo Brie. Marioneta: Tiziano Fario. Asistente de dirección: Marco Rizzo. Producción en Argentina: Larisa Rivarola y Banfield Teatro Ensamble. Fotos: Paolo Porto. Prensa: Simkin & Franco. Santos 4040. Estreno en Buenos Aires: 07/08/2016.

La cuarta obra de César Brie, ¿Te duele?, se entrenará en Santos 4040, el 10/09/2016.

Bibliografía:

Brie, César, 2013. Teatro II. La Odisea. ¿Te duele? Solo los giles mueren de amor. El mar en el bolsillo. El grito de Alcorta.

1En este momento tiene en cartel: La voluntad (fragmentos para Simone Weil); El paraíso perdido y a partir del 10 de diciembre también en el espacio Santos Dumont presentará bajo su dirección: ¿Te duele?

2César Brie comentó en una entrevista que tomó esta frase que está en su lápida.