Archivos Mensuales: junio 2018

Incendios de Wajdi Mouawad

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Temporada Internacional CTBA Uruguay [II]

Incendios de Wajdi Mouawad

Es la historia de tres historias que buscan sus comienzos1

Ded_0V-WAAAS8SFAzucena Ester Joffe

En la presente Temporada del CTBA fueron dos las obras de Uruguay que se presentaron durante el mes de junio, Rabiosa melancolía de Marianella Morena2 e Incendios de Wajdi Mouawad. Esta última fue realizada por la Compañía Teatro El Galpón con la dirección de Aderbal Freile Fihlo y pertenece a la tetralogía de MouawadLa sangre de las promesas” Litoral, Incendios, Bosques y Cielos. La perfecta conjunción entre la escritura dramática y la escénica junto al sólido trabajo actoral requiere de un brevísimo comentario sobre cada uno:

  • El autor: Wajdi Mouawad empezó su obra centrándose en el teatro. Nacido en el Líbano, tuvo que exiliarse a los ocho años con sus padres a Canadá a causa de la situación civil y militar en su país de origen. Este hecho le marcó profundamente hasta el punto que gran parte de su obra tiene como elementos nucleares el conflicto, la búsqueda de las raíces familiares, los orígenes y el desarraigo3.

  • El reconocido director brasileño, Aderbal Freile Fihlo, puso en escena dos de las piezas teatrales de esta tetralogía, Incendios y Cielo, en Brasil. Entre 1986 y 1999 dirigió varias obras en Montevideo y en 2017, con el grupo estable de El Galpón, estrenó Incendios.

  • La compañía El Galpón desde sus inicios, allá por 1949, cuenta con un reconocimiento indiscutible tanto en su país como en el exterior: Los orígenes de El Galpón se remontan al Uruguay de la post-guerra, el cual estaba iniciando una etapa de desarrollo socio-económico fundado en los favorables términos de intercambio que la situación internacional concedió a la producción agropecuaria de este pequeño país4

m6UFqW3DLo5kuAytuSfDEn Incendios, el punto cero de la historia es la lectura del testamento luego de la muerte de la madre, Nawal Marwan, quien deja a sus dos hijos gemelos una extraña tarea a partir de dos sobres que contienen un saber por todos ignorados -personajes y público. Para su hija Jeanne, una carta que deberá entregar a su padre sin saber si está aún vivo ni en qué sitio. A su hijo Simon, otra carta para un hermano que hasta ese momento ni siquiera sabían ambos de su existencia. Una historia construida entre secretos y olvidos, entre afectos y verdades, entre dos coordenadas espacio-temporales lejanas. Sucesos con 50 años de distancia y el silencio incomprensible en los últimos años de Nawal.

Al ingresar, observamos, en el despojado espacio escénico de la sala Martín Coronado, sólo una bicicleta caída y un dispositivo escénico de grandes dimensiones, paneles tal vez, como el repudiado muro que se extiende por Cisjordania y rodea Jerusalén que parecen clausurar el espacio que se abre a la profundidad del doloroso recuerdo. Pero estos límites físicos tienen la movilidad necesaria para el relato que circula en dos niveles y que, con pocos elementos, cada uno de éstos tiene su propia dimensión. Por un lado, una tragedia: la guerra y el pasado, y, por otro, la cotidianidad: el viaje de los hijos y el presente reparador. La precisa iluminación junto al acertado vestuario crean la densidad visual, con trazos y texturas distintas, en constante transformación. Un viaje que se construye junto a un espectador atento, pues será éste quien pueda unir los fragmentos de lejanos momentos con un presente más humano. Un recorrido intenso que nos interpela y nos sumerge en la búsqueda de una identidad, de un pasado acallado por la tristeza del exilio y el desarraigo; la única forma para encontrar la verdadera reconciliación entre dos generaciones distintas y un origen que los contiene una madre que vivió situaciones muy duras y sus hijos que desconocían esos hechos.

Con los breves flashback, el sistema narrativo nos presenta la historia de estas tres historias íntimas construida por el sólido andamiaje ficcional y por la capacidad actoral. Con precisión cada integrante del elenco se desplaza y crea a partir de su corporalidad la mixtura entre ambos niveles. Un verdadero acontecimiento teatral.qEWtmCovytRhHbz8tKgp

Ficha técnica: Incendios de Wajdi Mouawad. Traducción: Laura Pouso. Elenco: Elizabeth Vignoli Mossián, Héctor Guido, Silvia García, Anael Bazterrica, Estefanía Acosta, Solange Tenreiro, Federico Guerra, Claudio Lachowicz, Pablo Pípolo y Sebastián Silvera. Coordinación de producción (CTBA): Galo Ontivero. Producción técnica (CTBA): Magdalena Berreta Miguez. Gestión y coordinación lógistica (El Galpón): Pierino Zorzini. Música: Tato Taborda. Iluminación: Luiz Paulo Nenem. Vestuario: Antonio Medeiros. Escenografía: Fernando Mello Da Costa. Dirección: Aderbal Freire Filho. Teatro San Martín: sala Martín Coronado. Duración: 130’. Del 13 al 16/06/2018.

1Según programa de mano

Rabiosa melancolía de Marianella Morena

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Temporada Internacional CTBA Uruguay [I]

Rabiosa melancolía de Marianella Morena

La melancolía de vivir, crecer y envejecer con la angustia del abandono de los mejores recuerdos1

kvcYvVf57N1cIMwlIm10.Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

Un cuadro iluminado, un cuadro vivo, que repite las acciones, una sala de estar con tres sillones, mesas, lápices, elementos de cocina, platos y tazas de porcelana, un diapasón, y cuatro personajes en medio de las cosas y del cuadro: una madre, dos hijas, un hijo dentro de un tiempo detenido. El espacio está delimitado por una alfombra que es el límite geográfico entre el adentro y el afuera, entre “ellos” y nosotros. El ritmo de las acciones lo marca el sonido de un diapasón, porque son los tiempos musicales los que van determinando los momentos, las situaciones y las circunstancias de los personajes. Las voces melodiosas entonan canciones que son el paisaje, el cielo de la melancolía, de una tristeza monótona que lo envuelve todo como una nube que se posara sobre sus vidas. Como en las cerradas piezas del absurdo donde todo funciona medido al milímetro, y lo cierto y lo incierto nos abarca, a personajes y espectadores, nunca sabremos si el recuerdo es exacto, si es sólo la fantasía de unos, si la presencia de la madre muerta es el puente que nos les permite abandonar el vientre casa, y arrojarse a la vida con coraje. Como en La noche de los asesinos del dramaturgo cubano José Triana, el ámbito familiar encierra la perversidad y el crimen, del que somos testigos privilegiados, pero nunca se nos permite reconocer los pliegues de un relato que también nos envuelve en su construcción ficcional. No hay tiempo referencial, no hay anclaje hacia un exterior del que sólo las melodías prometen un diseño. La resilencia y la reiteración, de una violencia que tiene en todos los dos momentos de la ecuación: dominador – dominado, sus giros concéntricos hacia el centro de lo endogámico. Las actuaciones son muy buenas, y conforman con precisión el avatar que presentan, desde un principio donde los elementos son articulados con tempos precisos: el sonido del gon, el lavado de la cara, la lectura del diario, el uso de los lápices. La dirección busca en la frecuencia temporal, en los pequeños elipsis, en esa constante puesta en límite, tal vez demasiado extensa, producir en nosotros, los que estamos observando desde afuera, la sensación de encierro, de asfixia que produce el no poder acceder a un contexto que se les presenta amenazante pero donde la vida no es de invernadero. El oxímoron del título, da cuenta de que dentro de la aparente aceptación del status quo de sus vidas, los personajes guardan el fruto de una ira que crece con cada acción. CmnFHcV5wW8ci49sN7Ke

La particular escritura, dramática y escénica, de Marianella Morena construye un acotado espacio íntimo, en el cual el lenguaje cotidiano es superado por la sonoridad de la palabra cantada:

Tres hermanos deciden olvidar quiénes son, sus roles y edades, mientras trabajan a diario sobre qué se elige recordar y de qué forma se siente. ¿Es malo traicionar? La propuesta musical es minimalista pero protagónica y en diálogo con la palabra hablada y cantada2.

La escenografía y la iluminación contribuyen en el espesor y la plasticidad de las imágenes visuales y auditivas. Un hecho teatral interesante donde cada escena encastra perfectamente en un todo sin fisura. or1lVkPmJG2AhNveADKv

Ficha técnica: Rabiosa melancolía de Marianella Morena. Elenco: Valeria Ferreira, Mané Pérez, Lucía Trentini, Agustín Urrutia. Coordinación de producción: (CTBA) Galo Ontivero. Producción Técnica: (CTBA) Ángel Ariel Porro. Producción ejecutiva: Lucía Etcheverry. Iluminación: Ivana Domínguez. Escenografía: Gabriela Fagúndez. Vestuario: Magdalena Charlo. Composición musical: Malena Muyala. Dirección: Marianella Morena. Teatro San Martín: Cunil Cabanellas. Duración: 65’. Del 6 al 10/06.

1 Según programa de mano

2 Idem

 

Moscú de Mario Diament

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Moscú de Mario Diament

Basada en Las tres hermanas de Antón Chejov

Se olvidarán de nosotras, olvidarán nuestros rostros, nuestras voces y cuántas éramos, pero nuestras penas se transformarán en alegrías para los que vivan después de nosotras, la felicidad y la paz reinarán en la Tierra; los hombres encontrarán una palabra afectuosa para los que vivimos ahora y nos bendecirán. (Olga, Las tres hermanas, Chejov)

000179886 MoscùMaría de los Ángeles Sanz

Mario Diament produce una concentración de la tensión dramática de la obra de Chejov en los tres personajes que le dan nombre: Olga, Masha, e Irina, las tres hermanas, que tienen un sueño, volver a Moscú, donde pasaron su infancia y parte de su juventud; utopía que cada una encara de acuerdo a su personalidad. Un escenario donde la escenografía está saturada de ese deseo, ante la metáfora de las valijas que proponen una salida, y al mismo tiempo parecen obturar el paso de los personajes. Valijas, de diferente tamaño, que son los continentes de un sueño que las saque de una monotonía aplastante, en un territorio sin futuro, donde lo posible muere convertido en lo irrealizable. Chejov en su escritura advierte al pueblo ruso de su incapacidad manifiesta para cambiar su manera de vivir, sobre todo a una clase, la burguesía acomodada, decadente, venida a menos, que no sabe mantener lo propio ni adquirir lo necesario para cumplir con la vida que aspira a llevar. El lugar de la mujer, y su destino marcado, el casamiento, o la soledad, y los inicios de una posibilidad, la referencia a las sufragistas, a otros espacios donde la mujer adquiere un protagonismo, inclusive en lo político. Entre Masha, la hermana casada, y Olga la hermana mayor soltera, la desazón de Irina, que se enfrenta a ambas y parece hacia el final vencida por lo real concreto.000179881 Moscù Las actrices logran una muy buena composición de sus personajes, y traer a la escena aquellos cuya presencia se nombra y son un engranaje necesario de la intriga: los pretendientes, el hermano, la nodriza, la cuñada. Emocionan, y se mueven con solvencia por el espacio, con un ritmo que más de una vez, unido al diálogo, produce una sonrisa. Acompañados por un buen trabajo de iluminación y una musicalidad que nos lleva a la geografía rusa que corresponde. El espectador aunque no conozca el texto primario, puede ingresar en el relato sin dificultad, y si lo conoce puede disfrutarlo por la buena performance de las actrices que hacen que todo fluya de manera natural, como la poética que transitan lo requiere. El vestuario, delicado, preciosista, acompaña los cambios temporales, que se marcan con un gran péndulo hacia foro, que es accionado por los personajes, y que van señalando las estaciones de primavera a primavera. Así como también, el calzado, que exhibido en el proscenio, deja desnudos los pies, en una o los cubre cuando la temperatura lo requiere. Detalles, la dirección se mueve a partir de los pequeños detalles: el cigarrillo de Masha, la pintura de Irina sobre las maletas, que van dejando huellas, para seguir la historia narrada. Una puesta que deja el realismo naturalismo de la pieza y la construye desde el símbolo; un relato que evita desde la fragmentación, todo diálogo que explaye el contexto; y de esa manera permite que aparezcan en escena las consecuencias de los hechos que no se ven, pero que serán determinantes en el destino y en el sentido de esas vidas, que tienen como único motivo de consuelo, la esperanza de volver a Moscú. 000179885 Moscù

Bibliografía:

Chejov, Antón, 1999. Teatro: La Gaviota, Las tres hermanas, Tío Vania. Buenos Aires: Editorial Bureau.

Ficha técnica: Moscú una obra de Mario Diament basada en Las tres hermanas de Antón Chejov. Elenco: Alejandra Darán, Maia Francia, Antonia Bengoechea. Vestuario y escenografía: Paula Molina. Realización artística: Daniel Epstein. Diseño de iluminación: Miguel Morales. Coreografía: Meche Fernández. Música original: Sergio Vainikoff. Arte gráfico y fotografía: Nahuel Lamoglia. Prensa, difusión y redes: Simkin & Franco. Producción ejecutiva: Alberto Teper. Asistente de dirección: Florencia Laval. Dirección y puesta en escena: Daniel Marcove. Teatro El Tinglado. Duración: 80 minutos.

Jazmín de invierno de Carla Moure

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Jazmín de invierno de Carla Moure

Todas/os somos Jazmín

35488033_1894959527233273_8259553913611485184_nAzucena Ester Joffe

El programa de mano de Jazmín de invierno es un claro aglutinador de sentidos: un tríptico. Una imagen elocuente en cuyo centro observamos a la adolescente flanqueada por los adultos, como así es la historia, cerrada en sí misma, sin posibilidad de evasión. El abuso infantil nos provoca escalofríos y nos hace sentir impotentes antes este atroz delito que no tiene fronteras. El punto de partida para la escritura dramática fueron hechos reales. Al respecto su directora comentó:

Trabajamos a partir de noticias aparecidas en distintos lugares del mundo y con la puesta queremos dar testimonio de algo que sucede. En las redes sociales circuló un hashtag: #Ervey90seconds […] Investigamos un montón y los estudios afirman que los niños víctimas suelen estar muy cerca de su hogar cuando son capturados y en general alguna persona conocida o cercana a la familia puede ser responsable del delito, y estos condimentos específicos son los que delatan la no mirada hacia el prójimo.1

La dupla Carla Moure / Corina Fiorillo construye un relato no lineal, como un nudo gordiano, donde el presente y el pasado se superponen en el espacio íntimo. Intentamos reconstruir, a partir de pequeños datos, la cronología de los sucesos entre una torta de cumpleaños y aquella salida del colegio. La cotidianidad de Jazmín es atravesada por el cruel sometimiento, consentido por una madre amorosa que cuida a la “bella” y un padre atento que le trae chocolate. La relación de los adultos fue “amor a primera vista” pero eso no impide que ambos provoquen un daño irreparable en una niñez que fue arrancada. El sólido elenco le otorga de forma visceral la carnadura perfecta a estos personajes, cada uno con sus particularidades. La niña-víctima Jazmín (Maite Lanta) siente cierto afecto por el entorno familiar pero tiene en su rostro, su mirada y sus gestos el temor, la vulnerabilidad y el sufrimiento, el forzoso silencio y la vergüenza inexplicable. Julia (Silvina Bosco) y Miguel (Roberto Vallejos) construyen un hogar casi “perfecto” entre bolsas de basura y mentiras, donde la realidad exterior no logra contener o rescatar a la adolescente. En algunos momentos, rompiendo la cuarta pared a modo de confesión, estos tres seres parecen transformarse en sobrevivientes que ya no tienen sentimientos a flor de piel. En especial Jazmín con sus breves monólogos polifónicos pues su voz es la de muchas/os niñas/os. El clima tenso, por instantes, se quiebra con la irrupción, de manera acertada y necesaria, de un cuarto personaje (Roco Sáenz) quien se encuentra por fuera del conflicto e introduce la sonoridad de algunos instrumentos, con algo de humor, provocando cierto alivio en el espectador. Apreciadas rupturas para no caer en una expectación devastadora después de escuchar las tres brevísimas historias reales de niñas/os que sufrieron el cautiverio en otras partes del mundo. Esta mixtura a lo largo de la obra nos distancia y, a su vez, nos interpela sin pedirnos permiso. Nos involucra en una realidad que se escurre más allá de la ficción. Con precisión, la escenografía -una humilde vivienda- y la iluminación -sin contrastes porque así sería el futuro- construyen el clima crucial y dinamizan el desarrollo dramático en el cual el supuesto equilibrio familiar se escapa como el agua entre las manos.

Un hecho teatral sin fisuras donde el tiempo del acontecimiento parece exceder al tiempo dramático, focalizando nuestra atención sobre las miserias del ser humano. En este contexto, recordemos que continúan las luchas contra el Tráfico y la Trata de Personas, por Ni Una Menos y por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito –Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.en el Cultural San Martin Foto Sandra Cartasso

Ficha técnica: Jazmín de invierno de Carla Moure. Dirección: Corina Fiorillo. Producción artística: Pablo Cullel. Producción ejecutiva: Flavia Vitale / Juan Manuel Caballé. Elenco: Silvina Bosco, Roberto Vallejos, Maite Lanata, Roco Sáenz. Diseño de escenografía y vestuario: Gonzalo Córdoba Estevez. Asistentes de escenografía: Tatiana Mladineo y Lucila Peralta. Asistentes de escenario: Martín Melgarejo Arena y Mauro J. Pérez. Música: Roco Sáenz. Producción de vestuario: Carla Moure. Diseño de iluminación: Pablo Boratto. Maquillaje: Lis Rivas / Beatriz Abrigo. Fotografía: Sandra Cartasso / Fuentes & Fernández. Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia. Prensa: we prensa. Redes: Florencia Carrozza. El Cultural San Martín: sala B. Estreno: 20/05/2018. Funciones: sábados 20 hs / domingos: 19 hs.

3ra edición del Festival Internacional de Dramaturgia [IV]

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3ra edición del Festival Internacional de Dramaturgia 

del 2 al 17 de junio de 2018

FestivalAzucena Ester Joffe

Dramaturgia para una exhibición descentralizada: El director del festival, Matías Umpierrez, comentó a propósito de este espacio en el cual se presentó parte de la obra de Nacho Iasparra, artista y fotógrafo argentino: “nos interesaba ver cómo su obra está atravesando todo el festival como así además el proyecto curatorial. Visualmente el trabajo de Nacho, con sus ‘estados emocionales’, construye distintas realidades y lo que proponemos es hacer una exhibición pero con dispositivos que usualmente no se piensan para tal fin. ¿Qué es ir a una exhibición? Si estamos en plena era virtual ¿por qué no hacemos con todos esos espacios virtuales un espacio de exhibición? Entonces, difinitivamente queremos que esa sección, sin lugar, sin territorialidad, y, a la vez, llena de espacios virtuales y físicos, termine de construir el marco central para presentar este festival”1.

Una propuesta por demás interesante donde cada programa de mano tiene un sentido autónomo. Imágenes que narran por sí solas, espacios de luz y sombras que generan en cada observador un punto de encuentro. Cada instante atrapado tiene una plasticidad poco habitual, el movimiento se genera en el cruce entre lo perceptivo y lo visual, cada fotografía contiene una energía casi invisible que con fuerza centrífuga excede los límites del soporte papel. La representación de “estados emocionales” a partir de la observación, una de las líneas de trabajo de Iasparra, quizá contiene cierta abstracción pero, indudablemente, la luz construye posibles sentidos. 6. FOTO NACHO IASPARRA - Sección Dramaturgia para una exhibición descentralizada

La 3ra edición del Festival Internacional de Dramaturgia concluyó con éxito, al igual que las dos ediciones anteriores, convocatoria que fue una invitación a cada espectador para que se atreviese a completar las diferentes experiencias más allá de cada disciplina. Un recorrido atravesado de manera acertada por el hecho artístico y la reflexión. En una sociedad donde las redes sociales imponen una relación diferente con nuestros afectos y nuestra cotidianidad, donde todo parece medirse a partir de la cantidad de “me gusta”, este festival a partir del lema “estados emocionales” ha sido muy atrayente. Artistas de distintos países (Alemania, Argentina, Brasil, Croacia, España, Finlandia, Francia, India, Líbano, Perú, Uruguay) fueron convocados para construir un entramado de diferentes realidades pero con un claro objetivo a partir de las expresiones artísticas.

Finalizado el festival, seguirán en nuestra cartelera porteña por doce semanas más las obras de teatro y por cuatro semanas más las de danza; pues la idea, desde la 1ra edición, es que los artistas puedan tener una presencia real en nuestra ciudad.

*****

Director & Curador: Matías Umpierrez. Producción general: Malena Schnitzer. Producción ejecutiva: Melisa Santoro. Producción intervenciones site specific: Florencia Orlando. Meritorios producción: Ezequiel Paredes, Cecilia Santos, Cintia Zaccolo. Prensa: Marisol Cambre. Redes: Berenjena Producciones. Diseño: Sergio Calvo. Programación Web: El Dodo

Más información: http://www.festivaldramaturgia.com.ar/

Facebook: Festival Internacional de Dramaturgia

Twitter: @festdramaturgia

Instagram: @festdramaturgia

Hugo Figueras, un intérprete que conoce al público infantil

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Hugo Figueras, un intérprete que conoce al público infantil.

Hugo FiguerasSusana Llahí – chumbitoplus@yahoo.com.ar

El sábado 16 del corriente, se presentó en el “Camarín de las Musas” el espectáculo Me gusta el Tun Tun. El grupo tuvo como artista invitado a Hugo Figueras. El joven artista pampeano (nacido en Realicó), en su historial artístico concretó varios CD: Con todas las letras, Hugo Figueras y la Banda del Vagón, Música para jugar con un bebé, Música para acunar un bebé y Sin fin, todos los títulos editados por Gobi Music. En esta tarde de sábado el intérprete atrapó a la platea (toda) con su simpatía y talento. Utilizando su guitarra, decorada con los personajes de sus canciones, interpretando el banjo, acordeón y cuatro venezolano, el cantautor fue presentando a sus emblemáticos personajes: el hipopótamo Simón, el elefante tartamudo, la jirafa Dominga, la familia Parra “que más que un árbol genealógico tiene una enredadera”, el viaje espacial, las adivinanzas y a su perra que parece acompañarlo a todas partes, así, se sucedieron las canciones con la constante participación del público. Figueras tiene como procedimiento principal en su apelación a los pequeños, la repetición, el completar la frase, descubrir la palabra y el personaje, y el humor que surge de los temas y de un enorme histrionismo. Es decir más allá de lo que la canción ofrece en disfrute, hay un trabajo por parte del niño, debe colaborar y eso al pequeño espectador lo hace sentir importante y lo mantiene en atención constante. En la actuación de Figueras es posible descubrir su “veta” docente. Mención especial merece el sonido de Martín Garayzabal, asistente técnico y músico que logra efectos muy especiales, como en el caso del despegar de la nave espacial y de todo lo relacionado con ella. Un espectáculo de cámara muy bien cuidado: excelente en lo musical, en la muy simple escenografía y en el lenguaje, ajustado a la edad de los pequeños sin neologismos innecesarios. Hugo Figueras, un artista que merece el acompañamiento de las familias que buscan muy buenos espectáculos para sus niños.bajatuntun (1)

Ensayo de una utopía

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Ensayo de una utopía

Dramaturgia Gabriel Virtuoso

Inspire, retenga el aire, expire…texto

IMG_3268María de los Ángeles Sanz

La utopía, esa mirada lejana que nos permite seguir un sueño con los pies en la tierra. Porque aunque sepamos que avanza mientras caminamos como afirmaba Galeano, su distancia es igual al tamaño de nuestra esperanza para conseguir lo concreto de nuestro deseo, que siempre se nutre de una realidad que nos envuelve con su caos y que necesita de ella para marcarnos el rumbo. El teatro independiente siempre fue, es y será el camino de la utopía, porque a pesar de las adversidades, de los ninguneos, de los enfrentamientos, de que el arte no cambia el mundo, parece que molesta a los poderes como el tábano. La textualidad de Virtuoso interroga a su historia, para centrarse en el punto central de la búsqueda de una identidad poética, de la necesidad de apropiarse de una forma de actuación que diera a su trabajo una naturalidad que lograse la empatía y el reconocimiento sincero de un espectador muchas veces esquivo. La llegada de una maestra para renovar y fortalecer procedimientos, no es una anécdota más en su recorrido, sino un quiebre, un antes y un después en la manera del decir y el sentir como actores. La puesta nos va envolviendo en una espiral de momentos que van desde un afuera conflictivo, en una tensión presente entre el grupo, donde lo económico pesa a pesar de ellos mismos, de la llegada salvadora de la extranjera que les permitirá abandonar algunas formas, para tirar los dados y dar de nuevo. Todo con un humor necesario para aliviar las tensiones, y con la emoción que crece a cada momento. En un espacio despejado, desangelado, similar a los que algunos todavía recuerdan y otros conocemos desde la voz de aquellos, desde la memoria, donde el calor de la pasión por el teatro ponía color a la ausencia de recursos, se suceden los ensayos de La Gaviota de Chejov, pieza donde también se discute de la escritura, del teatro, y del arte. La dramaturgia logra entroncar la textualidad chejoviana, con la presencia de los cuerpos apropiándose de la ficción. La vida y el arte se confunden en el acto mismo de la presencia escénica y en la acción desmesurada de los acontecimientos. Las actuaciones logran con certeza y talento llevar adelante los estilos de actuación de una declamación afectada, a la búsqueda de la naturalidad que Stanislavski proponía, y que la figura de la maestra, maravillosa en el cuerpo de Gabriela Villalonga, les hará buscar con el rigor que la caracterizaba. IMG_3287Los personajes de La Gaviota, se cruzan con los actores sociales que los viven en los ensayos, y que miramos en su doble identidad con expectación desde la platea, con el preciso reconocimiento de sus luchas, sus amores, sus sueños, tan reales arriba como abajo del escenario. El cuidado vestuario, y algunos elementos de la escenografía nos sitúan en un marco temporal preciso, los cincuenta, donde las contradicciones sociales chocaban con los deseos, y lo económico para el teatro independiente era una realidad que se discutía entre la profesionalidad que representaba cobrar un sueldo que permitiera vivir del arte, o por el contrario separar ambos registros y vivir de un trabajo ajeno al mismo. La discusión si la televisión era un espacio legítimo para solventar lo que desde la boletería no alcanzaba, la búsqueda de acercar un público no habituado al teatro, herramienta de lo político; temáticas que están incorporadas desde las acciones, naturalmente al desarrollo de la intriga. Un fresco, una aguafuerte arltiana en escena, donde las partes constituyen un todo, que nos conmueve desde la risa, la ternura, y la pasión a una disciplina, que hoy como ayer, bucea en sí misma los procedimientos que desde la autogestión le permitan acceder al espectador, para que éste acceda a mirarse en el espejo de una puesta en escena. IMG_3171

Hemeroteca: (on line) http://www.celcit.org.ar/publicaciones/teatro-teoria-y-practica/3/003/

Fragmentos del capítulo “Tiempos mejores (1946 – 1957) del libro Días de teatro. Hedy Crilla. Cora Roca.

Ficha técnica: Ensayo de una utopía Dramaturgia de Gabriel Virtuoso. Elenco: Nicolás Fabbro, Natalia Vozzi, Juan Trzenko, Pettu Salama, Ariel Mangiavillano, Mònica Spada, Fernando Atìas, Ariel Guazzone, Gabriela Villalonga. Escenografía y vestuario: Virginia de los Santos. Coreografía: Eluney Zalazar. Diseño de luces: Diego Todorovich. Arreglo de sonidos: Juan Pablo Maicas. Diseño gráfico: Leila Tanuz. Dirección: Guillermo Ferraro. Asistencia: Antonella Loccisano. Producción: Pettu Salama. Prensa: Simkin y Franco. Teatro: El Grito.

El fantasma de la normalidad de Saara Turunen

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El fantasma de la normalidad de Saara Turunen (Finlandia)Festival

Vivir es quemar la vida, quemar esa vida cárcel que me sigue a donde quiera que vaya. Quemar la vida es vivir por y para una idea. Esa idea es muy concreta: hacer del querer vivir un desafío. Y eso se consigue utilizando el no – futuro como palanca, haciendo la experiencia de un nosotros, abriendo un mundo. Cuando estas condiciones no existen, el intento de desafío rompe nuestra vida. Una vida rota se rompe desde adentro, cuando nos hacemos imposible vivir. (…) una vida rota es aquélla que –porque no posee ningún proyecto propio – deja de funcionar para la movilización global y por eso no encaja en la realidad. Una vida rota, en tanto que es en ella misma un acto de sabotaje, es capaz de encender la noche. (Lòpez Petit, 2015, 122/23)

María de los Ángeles Sanz

La normalidad es el concepto de lo cotidiano, del consenso, es lo que la mayoría asume como el mito constituyente de su colectivo social. Es una singularidad aprobada por una pluralidad, que conforman subjetividades, y que señala el límite entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, el deber ser y la marginalidad, y deja afuera la imaginación, la irracionalidad, el deseo. Vivir acechado por lo normal es una obsesión, una carga para aquellos que sueñan con el vuelo de los pájaros, y una forma de control para los que sienten el miedo a la diferencia, al otro que no sólo no es como nosotros sino que se atreve a demostrarlo. La pieza surrealista, que nos trae la dramaturgia de Saara Turunen desde Finlandia, apelando más a la imagen, y al cuerpo que a la palabra, nos ofrece una continuidad de cuadros que desmitifican los lugares comunes de una sociedad constituida a partir de la naturalización de las convenciones que la integran como tal. En un espacio homogéneo desde el color beige, en el piso, las paredes y el vestuario, la diferencia la marcan la música que surge del piso, una pantalla de televisor que transita el espacio, con imágenes de pájaros en bandada, en familia, o en soledad, el color verde del pino de Navidad, en el vestido de uno de los personajes, en la cabeza de loro que señala la diferencia. 2.1 FOTO NACHO IASPARRA - Teatro - El fantasma de la normalidad - Sebastián Kalt - FinlandiaLa sexualidad, en el matrimonio, o fuera de él, en la figura del lobo que acecha como lo prohibido, o en el deseo que se cumple en la individualidad de cada uno, y el rechazo por aquello que trasgrede los límites, son formas que existen, conforman la vida a pesar de la norma y de la manera de invisibilizaciòn presente. Las actuaciones mantienen una actitud distante entre sí, en su proxemia fría y en relación con un espectador que encuentra por momentos difícil acceder al código propuesto. La música propone un momento de distensión donde los cuerpos finalmente pueden salir de su corsé social y entregarse a un movimiento que les permite un halo de libertad posible. Los objetos se transforman funcionalmente, los jarrones son copas de champagne, el televisor es mesa, el mantel es velo de novia. Las máscaras son también no sólo ocultamiento de una identidad, sino cosificación y homogeneización de unos frente al distinto. Todo transcurre a través de una vida marcada por las secuencias de una vida programada desde el nacimiento hasta la muerte. La escena final, casi con el mismo sin sentido que todo lo demás, si se vive, se muere, y el dolor y el vacío que dejan los cuerpos ausentes es una jornada más en el encadenamiento de la vida. Hacia ese fin esperado, el reproche, las palabras no dichas, el amor escondido, o la ternura negada, se hace presente tarde cuando el destinatario ya no está. El fantasma de la normalidad, es una puesta en abismo de lo cotidiano, de nuestra propia existencia, a través de la geografía de los lugares comunes, de la simpleza de las cosas en las que creemos a partir de una reiteración que les da una lógica temporal, inestable, movediza y escurridiza pero que la sociedad sostiene con el avatar de sus cuerpos.

Bibliografía:

López Petit, 2015. Breve tratado para atacar la realidad. Buenos Aires: Tinta Limón. Colección Nociones Comunes.

Ficha técnica: El fantasma de la normalidad de Saara Turunen. Traducción: Luisa Gutiérrez Ruiz. Elenco: Josefina Boscaroli, Bautista Duarte, Benjamín Lahitte, Jorgelina Pérez, Guillermo Weiss. Escenografía: Sebastián Kalt. Video: Juan Pedro Yelpo. Asesoramiento técnico: Ariel Silvestre. Iluminación: Jorge Ferro. Vestuario: Lara Sol Gaudini. Asistencia de vestuario: Gabriela Muñoz. Realización de máscaras: Axel Caponi. Fotografía en gráfica: Nacho Iasparra. Dirección: Sebastián Kalt. Coproducción: Festival Internacional de Dramaturgia, TINFO, Nordic Drama Corner, Instituto Iberoamericano de Finlandia, El Cultural San Martín, Plataforma Fluorescente. Sala Alberdi.

 

Tic Tac el Héroe del Tiempo

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Tic Tac el Héroe del Tiempo

tic tac floresSusana Llahí – chumbitoplus@yahoo.com.ar

La Compañía de Títeres de Omar Álvarez, en su cumpleaños número treinta presenta: Tic Tac el Héroe del tiempo, una pieza que nos invita a pensar en la fugacidad de la vida y en la necesidad de que el tiempo marque su compás, sin pausa pero sin prisa, como única forma de que los humanos hagamos todo aquello que el devenir nos exige pero que también podamos disponer de momentos para mirar el cielo, reunirnos con amigos, jugar con nuestros hijos. En contraposición, la vida nos está proporcionando avances de gran utilidad, tal es el caso de internet, elemento clave en el desarrollo evolutivo de la tecnología que incide directamente en el devenir de la historia del ser humano pero que al mismo tiempo nos fagocita, haciendo que ese horizonte que en principio amplió las formas de trabajo y comunicación, superando cualquier previsión, se torne instrumento inverso de todo aquello que pudo y puede facilitar.

Tic Tac es un antiguo reloj despertador que cuida de sus compañeros relojes, de todos aquellos que guardan la memoria de otros tiempos pero un día aparece el celular y el señor Wifi con la pretensión de ser únicos, sin querer compartir, sin pensar que hay quienes prefieren medir el tiempo de otra manera incluso, de desear el antiquísimo sonido de tic tac, tic tac. El señor Wifi va robando todos los relojes de Tic Tac, inclusive, apresa a sus amigos: la copa y la lámpara. Además reemplaza el antiguo aparato de televisión por donde Tic Tac veía el comportamiento del tiempo y lo reemplaza por una moderna computadora que transmite todas las miserias de mundo, precisamente, las provocadas por la tecnología. Finalmente se enfrentan, pelean, Tic Tac es consolado por su abuela, recupera a sus amigos y se queda con la compañía del viejo reloj de pared, decidido a soportar lo que el devenir de la historia le depare porque, aunque no soporta que lo avasallen, sabe compartir y comprender.

Omar Álvarez, con el preciosismo que caracteriza su labor, trabaja con objetos y con títeres construidos también con objetos: Tic Tac tiene como cabeza a un pequeño reloj despertador, Wifi, es un celular de modelo más antiguo y ambos tienen cuerpo de tela. La Copa es un bellísimo títere con cabeza de copa y bracitos y piernas de cristal, la amiga lámpara es una flexible lámpara de escritorio, la abuela está confeccionada como el clásico títere de tela. El resto de la escenografía la complementan relojes de distintos diámetros.

Una vez más, como en otras realizaciones, Omar Álvarez manipula sus títeres con cara descubierta, su cuerpo vestido de negro queda en la semipenumbra de un plano superior al de donde se desarrolla la historia. Tampoco da voz a los personajes, con sus manos sólo da movimiento a los títeres. Éste es, al decir de Rafael Curci, un estilo neutro (Curci, 2007:122)i, nada entorpece el encuentro del personaje con el espectador, éste sabe que hay un operador pero es sólo eso, en ningún momento este operador se confunde con el plano ficcional. Los personajes se desplazan por el pequeño espacio escénico de acuerdo al ritmo que quieren transmitir como signo de vida, Tic Tac tiene una alegre serenidad, Wifi, un ritmo rápido y violento, dulces melodías en la participación de los amigos y de la abuela y aquí, es imprescindible mencionar el importante rol de la música. La música completa sentimientos, marca mejor que cualquier otro signo escénico los momentos de rispidez, define situaciones, trae la calma final. Y como en otras realizaciones hay que mencionar la belleza y detalles de los títeres, escenografía y del espectáculo en general, nada queda librado al azar. La puesta necesita de un trabajo minucioso, exacto en sus tiempos y espacios y todo eso es contemplado y atendido, de allí que el trabajo de Omar Álvarez sea una pieza de relojería (paráfrasis de su obra). No es un texto sencillo, no es una historia fácil, no hay comicidad, hay quienes pelean por algo (eso a los chicos les gusta), hay alguien que es egoísta pero que no podemos eliminar y eso a los chicos les queda claro porque además, nacieron ya en el imperio de Wifi pero, Tic Tac tiene mucha ternura y es un héroe porque lucha por preservar algo que también es valioso: el tiempo, el de detenerse para compartir con los amigos, el de detenerse para dar y recibir el amor de la abuela, el tiempo que ayuda en los afectos y de eso también los chicos se dan cuenta.

Un bellísimo trabajo, de los que son para ver y conversar en familia.Tic tac foto

i – Curci, Rafael. 2007- Dialéctica del titiritero en escena. Buenos Aires, Editorial Colihue.

Ficha técnica: Tic Tac El Héroe del Tiempo de Omar Álvarez. Teatro: Centro Cultural de la Cooperación. Avenida Corrientes 1543. T.E. 5077-8000 (Boletería: int.8313). Domingos 16:45. Titiritero solista: Omar Álvarez. Diseño original de personajes: Darío “Maraña gestual” Martínez. Diseño de títeres y mecanismos: Alejandra Farley. Equipo de realización de títeres y vestuario: Alejandra Farley, Loia Lohakura, Javier Laureiro, Efraín Timossi. Diseño y realización escenográfica: Leticia Ragozzino – Omar Álvarez. Diseño y realización de Pop up: Gabriela Civale. Realización y edición multimedial: Julián Aguirre. Asistencia Técnica: Silvia Biscione. Prensa: Débora Lachter. Comunicación visual CCC: Claudio Medin. Diseño de Iluminación: Omar Álvarez. Dirección: Omar Álvarez.

Abnegación de Alexandre Dal Farra

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Abnegación de Alexandre Dal Farra

FestivalMaría de los Ángeles Sanz

Están en la calle, en el hall del Estudio Los vidrios, vestidos de negro, hombres y mujeres, nos esperan, de pronto tres tocan instrumentos y el resto compone un coro, una canción que habla de la sociedad y de nosotros o de ellos y nosotros. En la entrada un televisor nos recuerda luchas de obreros y estudiantes en las calles, proclamas y alegatos, una ayuda memoria para los presentes. Nos hacen pasar, y la sala está distribuida alrededor de una pequeña carpa de campamento. Las sillas, son ocupadas por una mixtura de espectadores ansiosos por saber que pasará y por los personajes en una dispersión que les permita ver y ser vistos, dialogar entre sí, ser escuchados y observados por todos. Una moderadora en una silla alta, va aportando un orden desde el interior de la puesta. La pieza viene de la mano del dramaturgo brasilero, Alexandre Dal Farra, la dirección es de Lisandro Rodríguez, el dueño de casa. Los personajes en una composición no convencional que rompe con el concepto al que estamos acostumbrados, entre la ficción y el documento. Como así están fragmentados el tiempo y el espacio. Los relatos se suceden, son íntimos pero en realidad son una metáfora de un todo, de un tiempo y una época que nos atraviesa, la era de la globalización, más allá de la modernidad, de la posmodernidad y el binarismo que representaban:

La época global, al ponernos frente al hecho de que “sólo hay un mundo solo”, acentúa más, si cabe, nuestra impotencia. La imposibilidad de hacer intervenir otro mundo hace muy difícil la crítica de este mundo. (López Petit, 2015, 30)2.3 FOTO NACHO IASPARRA - Teatro - Abnegación 3, de Alexandre Dal Farra (Brasil), dirigida por Lisandro Rodríguez

La crítica de las acciones de los otros no nos ayudan más que a comprender el estado de soledad en el que nos encontramos cuando nos damos cuenta que los conceptos que regían nuestro imaginario se hacen añicos, se diluyen, dejan de tener sentido, porque el mundo ya no es el mismo, nuestro sueño se convierte en pesadilla, la carroza en calabaza, y la presión y la violencia sobre los cuerpos es también la que acusan las palabras que registran en su desmesura nuestra desesperación. Los relatos modernos que conformaban el mito que nos involucraba por afirmación o negación, caídos en la posmodernidad: la historia, la política, la religión, el psicoanálisis, conforman todos uno que no se explica sino aceptamos su invalidez, su falta de eficacia. En la puesta sentimos estar asistiendo a los últimos estertores de una realidad que muere, sin saber todavía que otra tomara su lugar; por eso, el estado de incertidumbre sobrevuela el espacio y nos pide un extinto tiempo de comprensión. “La sociedad es cada vez más un simple nombre que cobija una multiplicidad de comportamientos sociales, de itinerarios y destinos individuales.” (López Petit, 2015, 31)

Los grupos están divididos por clases sociales, y las mismas están señaladas en los chalecos que portan: diferentes colores, diferentes leyendas, sobre la ropa negra que si bien es diferente, el color uniforma la totalidad. El negro como nuestra calidad de humanos no hacen a todos iguales, el chaleco marca las diferencias sociales, que son además superadas por el vacío de las acciones y las palabras, significantes huecos, con significados múltiples.

La iluminación en la pieza tiene un peso diferente dentro del universo creado, ya que está destinada a aumentar el sentimiento desestabilizador, en su presencia – ausencia, mientras las voces siguen narrando historias.

Bibliografía:

López Petit, Santiago, 2015. Breve tratado para atacar la realidad. Buenos Aires: Tinta Limón.

Ficha técnica: Abnegación de Alexandre Del Farra. Traducción: Gabriel Ruman. Elenco: Juanchi Rojas, Paco Gorriz, Nansú Biesa, Marcela Burcaizea, Pablo Dos Santos, Verónica Litvin, Nahuel Martínez Cantó, Marcos Videla, Cristina Sallesses, Sofía Cobas Ale, Zoilo Garcés, Ariel Levenberg, Adrián Sotelo, Anabela Brogioli, Alejandra Fauquie, Dolores Cano, Carla Petrillo, Amalia Tercelàn, Emilce Olguìn Ramírez, Juan Carlos Antón, Facundo René Torres, Santiago Para Baldi, Alan Swiszcz, Mario Sala, Florencia Esteves, Carlos Losada, César Arakaki. Diseño espacial, lumínico y vestuario: Norberto Laino, Sofía Cobas Alè y Lisandro Rodríguez. Fotografía en gráfica: Nacha Iasparra. Producción: Carla Petrillo y Estudio Los vidrios. Director asistente: Nery Mucci. Dirección: Lisandro Rodríguez. Coproducción: Festival Internacional de Dramaturgia, OFF Producoes Culturals, Estudio Los Vidrios y Plataforma Fluorescente.