“Pájaros que anidan en cualquier parte” de
Miriam Russo
“Si sientes dolor, estás vivo. Si sientes el dolor de otras personas, eres un ser humano.” (León Tolstoy)
Mariángeles Sanz Vélez
Las historias pueden ser épicas o sencillas, pero estas últimas son por lo general, las que nos sirven de referencia, de metáfora para entender mientras las escuchamos y empatizamos con ellas, las relaciones humanas, las que nos conmueven, o nos hieren, las que dañan y las que curan el alma. Dos mujeres, Dorita e Inés, dos edades, dos maneras diferentes de ver el mundo, y una misma necesidad, encontrar en el otro un oído atento, un hombro receptor y amable, para que lo cotidiano se vuelva más humano. De una secuencia en media res, cuando ya el encuentro es un hecho y la amistad su consecuencia, vamos de atrás hacia adelante, comprendiendo, que las une, porque se necesitan, cuáles son sus penas y sus amores, sus deseos y sus esperanzas.
Diálogos ágiles con mucho humor, son el material con el que Gabriela Villalonga y Luciana Procaccini construyen dos personajes que nos atrapan y nos seducen de principio a fin bajo la atenta mirada de Alfredo Martín. La primera compone a esa joven anciana que lucha por sacarle al tiempo, tiempo para llevar adelante su sueño, viajar a Córdoba, mientras la joven aprendiz de hechicera, escribe poesías que irán encontrando su territorio y sus palabras para decir aquello que tiene dentro suyo, y convertir el dolor y la ira, el desconsuelo, en vida. Escribir para renacer, o renacer escribiendo no sólo un cuaderno de poesías, sino el futuro con mirada propia. La textualidad dramática nos va develando en ese hecho aparentemente azaroso, toda una temática que atraviesa a personajes y espectadores: la soledad, el desengaño, la violencia de género, la violencia sobre la vejez, la locura y la fuerza para sobrevivir en un mundo que se vuelve cada vez más hostil. Nunca lo haremos como individuos, porque siempre necesitamos un otro, un espejo de nosotros mismos, para que la carga de la indiferencia y la crueldad no pese tanto.
Una escenografía funcional y bella al mismo tiempo, la música que va creando ese clima de intimidad necesario, un vestuario que indica los cambios en los personajes, y un desempeño actoral de talento impecable, que se brinda en escena sin retaceos, haciendo sus personajes tan reales como los cuerpos que los habitan. No es la primera vez que las dos actrices establecen en escena un duelo actoral donde se encuentran y generan una química que habla de su presencia virtuosa en escena. Ya las habíamos admirado y disfrutado en “Cocinando con Elisa”; otro género, otros personajes pero la misma energía, la misma ductilidad. Todo cierra, y la poesía que sobrevuela la escena desde un principio salta del papel para conformar con las acciones la epicidad de lo cotidiano.
Ficha técnica: “Pájaros que anidan en cualquier parte” de Miriam Russo. Actúan: Gabriela Villalonga y Luciana Procaccini. Vestuario y escenografía: Alejandro Matero: Iluminación: Lucas Orchessi. Redes sociales: Luis Cardozo. Musicalización: Maestro Quique Sosa. Fotografía: Ignacio Verguilla. Diseño gráfico: Gustavo Reverdito. Asesoramiento artístico: Marcelo Bucossi. Asistencia de dirección: Débora López. Prensa: Paula Simkin. Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera. Dirección: Alfredo Martín. Teatro Ítaca.
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Muchas gracias Mariángeles Sanz por tu exhaustiva y profunda reseña sobre Pájaros que anidan en cualquier parte. Seguimos los viernes a las 20hs en Ítaca complejo Teatral. Nos hace muy felices!! Abrazo grande