J. Timerman de Eva Halac
En la Argentina de hoy, también hay una política pública y una secreta. El documento que La Opinión revela hoy aclara mejor que nada los verdaderos objetivos y estrategias del gobierno nacional, mucho mejor que los discursos públicos, y mucho mejor, por cierto, que la publicidad oficial sobre el Gran Acuerdo Nacional, instrumentada en forma de avisos y carteles callejeros anónimos, sin editor responsable. (Sánchez de Bustamante, 27 de junio, La Opinión)
María de los Ángeles Sanz
Argentina, Buenos Aires, año 1971, un diario nuevo, diferente sale al mercado de diarios existentes. Su director: Jacobo Timerman, director de Primera Plana en 1962i decide fundar un diario cuyo destinatario fueron en su mayoría los universitarios de la época. El diario funcionó como tal hasta 1977, pero Eva Halac elige hacer un recorte, una mirada puntual en ese año, en que se produce el Gran Acuerdo Nacional del gobierno de Lanusse, para poner en el vértice de la tormenta política desatada, los acontecimientos históricos de dos días significativos, 8 y 9 de octubre: el nacimiento del líder esperado y proscripto, y la fecha de los cuatro años del asesinato del Che en Bolivia. Entre el avatar político militar, el casamiento de la hija del General Lanusse con el cantante Rimoldi Fraga de gran popularidad por entonces, y que fue un acontecimiento nacional. Más allá de los hechos contextuales, las internas del diario y de las fuerzas armadas quedan al descubierto en los diálogos que mantienen un buen ritmo durante toda la puesta, y que logran su agilidad en el diseño del espacio escénico, vallado con fajas de peligro, pasillos estrechos por donde los personajes transitan, metáfora perfecta de como todos estábamos en situaciòn de precariedad, conscientes o no de ello. La noche de la celebración, el espacio se traslada con apenas una mesa y unas copas hacia la Residencia de Olivos, y allí sigue la permanente tensión entre propios y ajenos. La guerrilla y su presencia está entre los intersticios de las relaciones que parecen sólo económicas por momentos, pero que nunca dejan de ser políticas en todas las instancias. Donde los hilos de la trama que teje el personaje director de La Opinión traerán en el futuro para muchos y para sí mismo, un destino de tragedia. Las actuaciones, sobre todo la que lleva adelante Guillermo Aragonés nos propone un viaje al pasado sin escalas, donde la figura enigmática de Timerman nos devela algunos de sus posibles pensamientos sobre la realidad de entonces, cruzando los límites de lo que dejaba entrever en sus editoriales, algunas sin firma.ii Halac en el programa de mano, define al personaje en su construcción poética, que coincide con la memoria que de la persona tenemos: “(…) Un cosmos propio, un savoir faire intelectual, un aires de Graham Greene, un contrarreloj, un oxímoron latinoamericano”. Del mismo modo, nos remite a aquellos tiempos, la figura de Graiver, en el cuerpo de Cristian Majolo. Por otra parte, todos conforman el fresco de época de una etapa de nuestra historia que no podemos dejar en el pasado, sino que para entenderla en su total dimensión debemos revisar una y otra vez; incorporando voces y ángulos de análisis que nos permitan armar un rompecabezas al que le faltan tantas piezas. Sorprende el personaje de Lanusse, tratado desde la familiaridad de su entorno íntimo, preocupado por cuestiones familiares, en el medio de una crisis de gobernabilidad que lo atravesaba, entre la figura de un Che Guevara que aparece en la figura del custodio cubano, agente de la CIA en la quinta de Olivos, que trae el recuerdo del día de su asesinato, y la del ausente, el General Perón de quien piensa que no se va a atrever a venir por la posibilidad de su tercer mandato. El espectador ubicado en H en la sala, tiene la oportunidad de ver el transitar sin pausa de los personajes, y como dije antes el buen ritmo, hace que la puesta tenga una dinámica que logra de la textualidad una dialéctica interesante.
Bibliografía:
Ruiz, Fernando J., 2001. Las palabras son acciones. Historia política y profesional de La Opinión de Jacobo Timerman. Buenos Aires: Perfil Libros.
Ficha técnica: J. Timerman de Eva Halac. Elenco: Guillermo Aragonés, Leonardo Murûa, Cristian Majoli, Mucio Manchan, Carlos Scornik, Juan Pablo Galimberti, Gregorio Scala. Asistente de dirección: Jennifer Aguirre. Diseño gráfico: Andrea Torti. Música original: Gustavo García Mendy. Saxo soprano: Juan Sevlever. Piano: Gustavo García Mendy. Escenografía y vestuario: Micaela Sieigh. Asistente de escenografía y vestuario: Merlina García Brunelli. Iluminación: Miguel Solowej. Producción ejecutiva: Rocío Gómez Cantero. Dirección: Eva Halac. Sala 3 Centro Cultural San Martín.
i Un periodista escribió que la revista “dicto juicios, impuso modas, dijo lo que estaba bien o estaba mal pensar, hacer o ver” (Carlos Ulanovsky, Paren las rotativas, Espasa, Buenos Aires, 1997, pág., 149, en Las palabras son acciones, página 24)
ii En la época que un periodista firmara una nota era un premio al talento, y las editoriales no se firmaban porque se suponía que correspondían al director del diario o la revista, salvo que quisiera enfatizar su discurso.