Patricio Contreras dice a Nicanor Parra
de Patricio Contreras, Diego Penelas & Alejandro Tantanian
Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas,
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas. («Es olvido»)
Azucena Ester Joffe
Realizar más comentario sobre la trayectoria artística de Patricios Contreras podría parecer redundante pero podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que en esta obra supera la imagen del actor que todos tenemos. Contreras le da su cuerpo al poeta Nicanor Parra. Los dieciocho poemas seleccionados de Obra Gruesa (1969) por Contreras es un perfecto andamiaje para esta propuesta poética, teatral y musical. El actor ha comentado:
Ese texto me ha acompañado desde entonces [1969] hasta el día de hoy; es un libro sagrado para mí y que me ha mantenido en contacto con mi tribu de origen. La poesía de Parra está escrita en chileno. Su desenfado, ironía y humor irreverente fueron una influencia en mi joven espíritu con la misma intensidad que en lo musical, lo eran los Beatles.1
Esta admiración por la escritura poética es el punto de encuentro entre dos hombres, dos artistas, y es el centro de la corporalidad que se construye en escena. No es un espectáculo solemne, todo lo contrario, porque no es solemne la poesía de Parra. En el depojado espacio escénico, la palabra se adueña de cada instancia sin perdir permiso – de la penumbra, del silencio respetuoso del espectador y de los intérpretes -Contreras y Penelas- que son criaturas pertenecientes al mundo lúdico. El musicalizar la “antipoesía” de Parra nos permite escuchar la melodía de la música chilena, también el humor en la cumbia, el lenguaje coloquial en el tango, entre otras, y además la obra refuerza de este modo una mirada distinta y un atreverse de Contreras que lo deja muy bien parado. Pero por qué es antipoesía2:
El antipoema, en primer lugar, es subversivo pero no militante: no toma partido ideológico, sino que es más bien un vigilante acusador de las deformaciones de las ideologías. El sistema antipoético incluye entre sus elementos: un personaje antiheroico que observa en el interior de las casas o mientras se desplaza por los lugares públicos de los espacios urbanos; el humor, la ironía o el sarcasmo, que sacan a luz lo oculto, que vuelven sospechoso lo evidente, que cavan y hacen visible un vacío debajo de lo que parecía sólido o confiable, y un verso cuyo léxico, entonación y sintaxis ya no obedecen a un modelo literario, sino al prosaico lenguaje hablado de todos los días y en todos los rincones. El antipoema desgarra al lector y al mundo cotidiano que éste habita pero no lo hace sin exponerse, porque él mismo está implicado, como estructura, en el juego de las significaciones: su propio cuerpo lingüístico se presenta igualmente desgarrado. (Leonidas Morales: 1998)
Cada breve escena, como en los poemas o antipoemas, permite a los distintos hablantes del texto primero tomar la palabra en un relato fragmentario, esto podría resultar algo disonante para un espectador desprevenido pero, por el contrario, al desaparecer la solemnidad podemos disfrutar de manera espontánea, tanto por la escritura poética como por la escritura escénica, de los bellos versos que nos atraviesan sin permiso. Como “una suerte de cuasi diálogos que propone el poeta” así algunos poemas son recitados y otros leídos, otros cantados y otros semi actuados. Desde lo visual, la precisa iluminación va creando el clima necesario para el devenir laberíntico, por momentos recorta el círculo rojo, el atril o el piano y en otros crea tumbas abiertas. Todo confluye de manera precisa para crear un medio tono, un espacio subjetivo para que el cuerpo del poeta sea dicho. Sólo, en algunos momentos, el sonido pareciera disipar la atmósfera especial que se ha alcanzado. Un acontecimiento poético-teatral-musical que da cuenta de los distintos registros de Parra, donde cada sistema significante encastra perfectamente. Por último, nos resta decir que la solidez, la pregnacia y la ductilidad expresiva de Contreras a las cuales nos tiene acostumbrados en las distintas expresiones artísticas -teatro, cine y tv- nos permitió encontrar además ese punto de contacto en esta construcción poética de Nicanor Parra.
Ficha técnica: Patricio Contreras dice a Nicanor Parra de Patricio Contreras, Diego Penelas & Alejandro Tantanian. Con Patricio Contreras y Felipe Díaz, Juan Gabriel Miño, Camilo Polotto. Fotografías: Ernesto Donegana. Asistencia de Dirección: Alberto Antonio Romero. Realización Escenográfica: Valeria Abuin, Claudia Vega. Selección de textos: Patricio Contreras. Música original, Dirección musical y piano: Diego Penelas. Espacio, Luz, Musicalización y Dirección: Alejandro Tantanian. Diseño Gráfico: Nicolás Lodigiani. Prensa: Silvina Pizzaro. Comunicación visual – CCC: Claudio Medin. Producción: Mónica J. Paixao. C. C. de la Cooperación: Sala Solidaridad. Reestreno. Duración: 60′.
Bibliografía Leonidas Morales
Morales, Leonidas, 1998. “Parra, Nicanor” en Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina, Tomo III, Biblioteca Ayacucho. ,Caracas: Monte Ávila Editores. http://www.nicanorparra.uchile.cl/biografia/
1Según gacetilla de prensa
2 La antipoesía de Parra, desde la década del 50, ha ocupado el escenario de la literatura chilena como uno de los protagonistas centrales. Su influencia en el desarrollo de la poesía chilena, y también en otros géneros literarios, es determinante. No sería posible reconstruir ese desarrollo en los últimos cuarenta años, sin tener a la vista las premisas y la estimulación poderosa del sistema antipoético. Fuera de Chile, la recepción y la influencia de la antipoesía han sido igualmente vastas. Los recitales del antipoeta se han multiplicado en América y Europa, como asimismo las ediciones de sus libros y antologías. Las traducciones, ya numerosas (inglés, francés, sueco, ruso, checo, finlandés, portugués), continúan. http://www.nicanorparra.uchile.cl/biografia/index.html [10/04/2016]