Archivos Mensuales: abril 2017

Independencia de Lee Blessing

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Independencia de Lee Blessing

Traducción de Cecilia Chiarandini

Independencia 2016 (12)María de los Ángeles Sanz

Lee Blessing escribe Independencia en la década del ’80, y pone en tensión las relaciones entre una madre y sus hijas, conflictos si los hay. Sin quedarse en la superficialidad de la temática, trabaja sobre las elecciones sexuales, la droga y el alcohol, los embarazos no deseados y sus consecuencias, y la soledad de una etapa de la vida, donde el crecimiento de unos se transforma en una situación de abandono para los otros. Sin soluciones a la vista, plantea el problema, y deja correr sus acciones, hasta lo que considera un final esperado; con una lógica causal que lo determina por las malas elecciones que cada uno de los personajes fueron haciendo, en relación a su vida y a la de las demás. La hermana más racional, Kess, es la otra cara de esa madre que todos, incluso ella, admiten que está un poco loca, aunque en realidad lo que tiene es un desequilibrio emocional por la mala relación que entabla con aquellos a los que dice querer. Es también la más fuerte, la que toma las decisiones más difíciles, la que asume responsabilidades, la mayor, la que reemplaza de alguna manera a la figura de una madre ausente / presente, a la vez. Las tres hermanas no son las mujercitas de la novela de Alcott, sino que cada una tiene un destino azaroso, que carga con el karma de haber nacido en un hogar sin deseo maternal alguno. Jo que aparece como la más comprensiva con la situación, es finalmente la que procura el tiro del final cuando decide, seguir su vida lejos y dejar que cada uno madure y asuma sus propias culpas. Nuestro teatro, también viene trabajando esta relación madre / hija, desde hace mucho tiempo, desde Las de Barranco (1908) de Gregorio de Laferrere, hasta una de las más conocidas piezas de Griselda Gambaro, De profesión maternal (1997) En todos los textos, tanto en el de Blessing como en los mencionados, lo que subyace es el concepto de instinto. ¿La maternidad es un deseo, algo propio de la condición femenina o una imposición de la especie a través de la cultura? La puesta que en el espacio de Andamio 90 dirige Jorge Azurmendi, tiene una lectura exacta de la propuesta de Blessing y logra que más allá de todos los giros que abarca la dramaturgia centrar su punto de vista allí, en lo que sería el ojo de la tormenta. Con una escenografía que se expande desde el centro de la sala de la casa, hacia arriba, y hacia los costados, incorporando desde allí la extraescena; barroca en la cantidad de elementos que presenta, como barroca es la forma de ver la vida de ese matriarcado sin asumirse que va construyendo desde las palabras. Dentro de ella, los personajes encuentran la posibilidad de expandir también sus acciones, e ir incorporando de a poco los elementos que los constituyen no solamente desde las palabras. El vestuario colabora con detalles que van construyendo situaciones, los zapatos de taco rojo, la bata roja de la madre, la ropa ajustado de Jo cuando quiere recuperar el amor; al igual que la música original de García Mendy suma a la fluidez de las acciones de los personajes. Las actuaciones tienen muy buenos momentos y otros en los que pareciera ganar una sobredimensión que va en contra de la intensidad de la trama y de la atención del espectador. Mujeres en un mundo de mujeres, que buscan su propio recorrido, y que organizan su vida tras los pasos de aquella que pareciera tener la situación más clara. Sexualidad y amor, como dos cuestiones que también necesitan un diálogo que parece roto, para algunas de las integrantes de una familia que carece de una figura masculina fuerte, y que la busca como puede fuera y dentro de sí misma. El dramaturgo lejos de pensar a la femineidad como una posibilidad autónoma de esa figura, centra la problemática en las idas y vueltas que su presencia o su ausencia produce en ellas. El hombre como una sombra fuera de las paredes de la casa, en la memoria de la madre, en el presente de esa hija mayor que tanto se lo recuerda. Una puesta fuerte, que plantea una temática que nos persigue, en una búsqueda incesante de construir una familia con otros parámetros que los conocidos, que aquellos que ya no consiguen fortalecer los vínculos del amor. Independencia 2016 (21)

Ficha técnica: Independencia de Lee Blessing. Traducción: Cecilia Chiarandini. Actúan: Cecilia Chiarandini, Lucía Di Carlo, Cristina Dramasino, Anahí Gadda. Asistente de dirección: Jennifer Aguirre. Música original: Gustavo García Mendy. Diseño de Escenografía y Vestuario: Micaela Sleigh. Iluminación: Germán Giacalone. Diseño gráfico y Fotografía: fuentes2fernandez Fotografía: Fotografía y video de escenas: Vicky Depheo. Asesor coreográfico: Rodolfo Opazo. Asesoramiento en Maquillaje: Julia Giorgio. Prensa: Silvina Pizarro. Dirección: Jorge Azurmendi. Andamio 90. Segunda Temporada.

Beethoven online – Vamos al concierto

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Beethoven online – Vamos al concierto

Fundación Konex

C-NEDU1XUAE1JrwLita Llagostera escena3@yahoo.com.ar

El termómetro que permite medir la atención de los chicos – y de algunos adultos no demasiado habituados a los espectáculos teatrales – es el silencio expectante. Ese silencio, rematado con aplausos es lo que vivimos durante el estreno de este Beethoven actualizado y dinámico. Un Beethoven tangible y presente que se corporiza en la estupenda interpretación de Sebastián Holz y en la destacada composición actoral de Andrea Mango. La historia narrada dinámicamente presenta a una atribulada Andrea preocupada por investigar acerca del músico para cumplir con una obligación escolar y descubrir quién fue ese tal Beethoven. Las escenas breves entre las que se intercalan pasajes musicales del compositor son jugadas con dinamismo; alternan fragmentos musicales que permiten descubrir el universo de Beethoven y las variaciones de climas, estilo e intención compositiva del músico

El relato escénico, la historia que se relata tiene por propósito desacantonar la figura del músico y demostrar que Beethoven no solamente está presente en las imponentes salasde conciertos, sino que forma parte de espacios cotidianos: en el Chavo del 8 o en los ringtone del teléfono.

El primer intento de Andrea por indagar acerca de Beethoven es buscar en Internet sus datos. Alterna esa búsqueda con la presencia en pantalla de dos de sus amigas, Anita, estudiosa y preocupada por cumplir con eficacia la tarea y María quien se ufana de conocer mucho de ese gran Beethoven al que en realidad confunde con el protagonista de 5 películas en las que se relatan las andanzas de un simpático perro llamado Beethoven.

Estas conversaciones se visualizan en una pantalla que reproduce una computadora.

La aparición real de Beethoven en escena es legitimada por la imaginación de Andrea que ante esta circunstancia no pierde la ocasión de interrogar al músico acerca de su vida y obra. Las conversaciones entre el músico y Ana o María vía online son funcionales al relato para señalar la distancia que existe entre los usos y costumbres de Beethoven y este presente cibernético.

Los fragmentos musicales ilustran sin fatigar al oído y la atención de un público que empieza a conocer el mundo de la música, en esta ocasión, la llamada “Clásica.

Las proyecciones en una pantalla a la izquierda de los espectadores cobran verdadero protagonismo al ilustrar con figuras, objetos animados y flores que se abren en pétalos coloridos a la par que la música acompaña ese universo visual.

La inclusión de pasajes de la ópera Fidelio en la pantalla, sin que se escuchen las voces de los cantantes no quita calidad musical al fragmento que ilustra musicalmente la orquesta.

Un párrafo aparte merece la dramaturgia, la dirección y la puesta en escena a cargo de Héctor Presa que con precisión, claridad y dinamismo jerarquiza todos y cada uno de los espacios, tanto escénicos como narrativos.

El espectáculo es recomendable para todo tipo de público, al niño y/o adolescente le permitirá descubrir la emoción que genera la escucha “musical” ; y en los adultos, aún los más iniciados en cuestiones musicales , para redescubrir un Beethoven que está más presente en el “ahora “ a pesar de la distancia que lo separa de este agitado siglo XXI. C-NEDUzXUAIG1Vw

Ficha técnica Idea: Luis Ovsejevich Autor, director y puesta en escena: Héctor Presa Orquesta Camerata Konex – Director y arreglador musical: David Bellisomi Piano: Nicolás Guerschberg Actores: Andrea Mango y Sebastián Holz En pantalla: Guillermina Callichio y LUli Romano Lastra Stage manager y Producción Emiliano Caffarelli Asistende de dirección: Karin Höhn Producción Audiovisual: Visualistas Diego Muzzo / Agustina Pinñero Vestuario: Lali Lastra Diseño gráfico Wechsler Diseño Prensa: Débora Lachter Comunicación / Prensa.

Daría mi memoria por volverla a ver de Alan Robinson

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Daría mi memoria por volverla a ver de Alan Robinson

18056988_647503955459737_7242756158383833997_nComedia dramática sobre la locura y el amor

León: La veía a ella en mis visiones. Me miraba con los ojos de mirar un eclipse. Así. Entrecerrados. Y. Sonreía. La esperaba, como siempre. Ella me miraba, como ustedes que están en mi oráculo1

Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

Parece una historia de amor, y también lo es, pero fundamentalmente es una historia sobre la locura y el espejo cóncavo donde nos vemos los que nos consideramos “normales”, es decir, adaptados a un sistema que no concibe los márgenes, ni que nadie plantee vivir de forma diferente. Como definir la locura, no es tarea sencilla, Foucault puso el contexto histórico para demostrar como el concepto fue variando a través de los años, y como el tratamiento que se le daba al loco por su falta de cordura, tampoco es invariante. Alan Robinson dramaturgo y director de la puesta, tiene una experiencia con el tema que lleva a la escena a partir de la búsqueda de exorcizar los demonios, y de advertir del mal funcionamiento de la salud mental en el país. Locura y arte, una combinación que produce un límite con la marginalidad, vivir del arte y para el arte es para una sociedad mercantilista, cuyos valores están devaluados, una especie de locura que debe ser controlada, en el afán de permanecer dentro de los cánones, dentro de un sistema que determina lo que está bien y lo que está mal, y cuáles son los caminos para traer nuevamente al rebaño a los réprobos. La mirada de los otros, es la que instala la diferencia, y estratifica a la persona; pero como afirma Robinson: “La locura no es condición del ser, sino del estar”. Se está loco, para alguien, en algún momento determinado de nuestras vidas. Lo que aparece con claridad en la puesta, es además, el tiempo de la cura, es decir, como la sociedad a través de la medicina trata a la locura. Lo que siente el personaje, cuando en nombre de la salud, es separado del resto de sus seres queridos, de su mundo cotidiano, cuando le queda entonces  por su sola compañía, su sombra y un cóctel de pastillas, que lo volverá “normal”, adaptado, integrado nuevamente a una sistema que si no fuera porque estamos asimilados veríamos también como locura colectiva. Los actores en un espacio ocupado por el departamento de León y Mariana, y por el del amigo psiquiatra que intenta probar con él una nueva medicina, está ocupado de objetos caóticamente distribuidos; metáfora de lo caótica vida de los personajes, donde pareciera que nada está en su lugar, como corresponde, según el criterio en uso. Porque los significantes orden y cordura, se corresponden, con sus antónimos desorden y locura. La locura es desordenada porque rompe lo establecido, incómoda, despierta suspicacias, es imprevisible; porque no sabemos cómo comportarnos con ella. 17992343_649636795246453_3737866101879026241_n

Esta obra se estrenó en 2016, en El Crisol, y es una adaptación del texto dramático publicado en Actuar como loco. En esta oportunidad, la puesta en escena ha ganado en intensidad con un espacio más despojado, que es delimitado por la iluminación y las acciones de los personajes. Un espacio íntimo que se fragmenta a su vez en tres -la cocina de la casa, el consultorio, y un tercer sitio subjetivo que nos devuelve a León como un espectro, un ser que no se da por vencido. Por otro lado, el trabajo actoral de manera perfecta le da carnadura a estos seres sumido en un clima que oscila entre la tensión y confusión, el amor y la soledad. El devenir es sinuoso como lo es nuestra imaginación, momentos de euforia y otros para la reflexión, que no decae y nos atrapa desde su inicio. El teatro, la ficción, es un fuerte punto de anclaje para el protagonista -“Esto es teatro, el relato de una historia que pasó, que pasa y pasará. ¿No es verdad? Ya no estoy loco. Estoy acá con ustedes”- mientras la realidad irrumpe, el espacio público, de forma cruel. Una propuesta que nos interpela como sujetos sociales, pues la incisiva escritura de Alan Robinson -dramática y escénica- aborda un tema muchas veces invisibilizado por el entorno familiar y naturalizado por las instituciones que responden, en general, a los intereses económicos alejados del paciente. 18118832_649636731913126_6376783347091883659_n

Ficha técnica: Daría mi memoria por volverla a ver de Alan Robinson. Actúan: Leticia Torres, Maximiliano Sarramone, Martin Dodera. Composición original: Pablo Di Nardo. Escenografía y vestuario: Paula Molina. Diseño Gráfico y fotografía: Jueves Producciones. Asistencia: Leni Auletta. Producción: Los Hermanos. Dirección: Alan Robinson. Complejo Cultural Sanidad. Reestreno: 22/04/2017. Duración: 60′.

1 Robinson, Alan, 2013. Daría mi memoria por volverla a ver en Actuar como loco. Experiencias del teatro y la locura. Buenos Aires: Los Hermanos: 187-214.

Don’t stop me now! de Sebastián Prada

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Don’t stop me now! de Sebastián Prada

BAJAUna experiencia distinta con música de Queen

Tonight I’m gonna have myself a real good time
I feel alive and the world I’ll turn it inside out – yeah
And floating around in ecstasy
So don’t stop me now don’t stop me
‘Cause I’m having a good time having a good time

I’m a shooting star leaping through the sky
Like a tiger defying the laws of gravity
I’m a racing car passing by like Lady Godiva
I’m gonna go go go
There’s no stopping me
1

Azucena Ester Joffe

Si hay algo que no fue Freddie Mercury es una estrella fugaz (shooting star) y hoy podríamos asegurar que Don’t stop me now! no será una obra efímera sino que es realmente distinta en nuestro quehacer escénico. Una propuesta que fusiona de manera perfecta un concierto de rock y el teatro musical. Queen es el punto de partida que se transforma en una experiencia vivificante que va más allá, dando cuenta del compromiso artístico, de la solidez técnica y de la pasión a flor de piel puesta en escena. Dos jóvenes talentos, Prada / Zito, que logran crear ese particular universo a pesar de que por su edad no vivieron plenamente el fenómeno Queen, seguramente, sí han escuchado desde muy chicos las canciones que han marcado a varias generaciones. Ambos construyen esta narrativa musical que habita el espacio de la sala haciendo estallar los límites edilicios, aunque el espacio del relato permanece íntimo, subjetivo. Un devenir atrapante que denota las situaciones difíciles por las que atraviesa el protagonista, quien para algunos podría ser el vocalista y compositor británico, dejando atrás personas o situaciones importantes: el amor y la soledad, la creación y la adicción, la vida y la muerte. Una temática compleja desarrollada a partir de la precisa selección de los temas que se engarzan de modo coherente como diálogos cotidianos, y que nos involucra a todos más allá de la teatralización del drama. wDSC_0050Un drama atemporal que se comprende perfectamente, sin la necesidad de entender las letras en inglés, gracias a la pregnancia escénica y el registro vocal de Mariano Zito, que durante todo el desarrollo de la obra se mantiene contundente y muy bien complementado por sus dos partenaires, Maia Contreras y Melanie Lorenzo. El extraordinario rango vocal de Freddie Mercury es resuelto de forma acabada a partir de la intervención de los tres cantantes. El ritmo vertiginoso y sostenido del espectáculo tiene otras aristas: por un lado, la banda en el habitual espacio escénico del Maipo Kabaret y, por otro, los continuos movimientos de los personajes por los distintos y pequeños espacios necesarios para el desarrollo dramático. Y, un dispositivo escénico pensando en 360 grados, como ha comentado su director, Sebastián Prada, que utiliza cada rincón de forma conveniente y con muy pocos elementos -en el centro, de espalda a los músicos, un sillón; en un costado el escritorio; hacia atrás un sofá y en el medio, rodeado por la platea, otro espacio lúdico construido a partir de las acciones. Además, la iluminación, otro sistema significante de este intenso hecho espectáculo, cumple un rol fundamental pues sus efectos y detalles no sólo crea el clima entre las diferentes canciones y los estados de ánimo del protagonista sino que, por momentos, nos envuelve de manera onírica. Una propuesta escénica impecable, con una energía poco habitual, que nos emociona y nos permite disfrutar sin importar nuestra edad, tanto para aquellos que tuvimos la oportunidad de ser fans contemporáneos de Queen como para los más jóvenes que se identifican con la mítica banda británica, pero también para ese espectador ávido de una obra sin fisuras. La respuesta del público en un aplauso cerrado rompió, necesariamente, el mágico encuentro mientras aún resonaba:

It’s a beautiful day
The sun is shining
I feel good
And no-one’s gonna stop me now, oh yeah2

wDSC_0096Ficha técnica: Don’t stop me now! de Sebastián Prada. Idea: Mariano Zito y Sebastián Prada. Elenco: Mariano Zito, Maia Contreras, Melanie Lorenzo. Músicos: Lucas Crawley (guitarra), Diego Alonso (guitarra), Robert Vincent (piano), Mery Zoppi (bajo), Nico Roldan (batería). Styling: María Barrera. Diseño de Gráfica: Estudio Delta. Fotografía: Fuentes2Fernandez. Vestuario hombres: Absolut Joy. Diseño de Iluminación: Gonzalo Gonzalez, Sebastián Prada. Operador de luces: Edgardo Rodas. Operador de sonido: Cristian Belvedere. Social Media: Lucía Elsztein, LinkWay.me. Prensa y Difusión: WePrensa. Dirección Vocal: Vicky Loescher. Dirección Musical: Lucas Crawley. Dirección General: Sebastián Prada. Maipo Kabaret. Estreno: 15/04/2017.

Those were the days of our lives – yeah
The bad things in life were so few
Those days are all gone now but one thing’s still true
When I look and I find
I still love you
I still love you.3wDSC_0067

1 Fragmento de Don’t stop me now (No me detengas ahora): “ Esta noche tendré un buen momento para mi mismo / Me siento vivo y al mundo lo haré dar vueltas, si! / Y flotando alrededor en éxtasis / Así que, no me detengas ahora, no me detengas / Porque la estoy pasando muy bien, muy bien.

Soy una estrella fugaz cruzando en el cielo / Como un tigre desafiando las leyes de la gravedad / Soy un auto de carrera pasando como Lady Godiva / Me iré, iré, iré / No hay nada deteniéndome…”

2 Fragmento de It’s a beautiful day utilizado para cerrar Don’t stop me now! de Sebastián Prada: “Es un día hermoso/ El sol está brillando/ Me siento bien/ Y nadie va a detenerme ahora, oh si.”

3 Fragmento de These are the days of our lives (Estos son los días de nuestras vidas), último videoclip de los cuatro integrantes, mayo de 1991, poco antes de que Freddie Mercury se convierta en una eterna estrella fugaz: “… Esos fueron los días de nuestras vidas, si / Las cosas malas en la vida fueron muy pocas / Esos días ya se han ido, pero una cosa aun es verdad / Cuando miro y encuentro… / aún te amo / Aún te amo.”

Ganado en su ley de Laura Yasan

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Ganado en su ley de Laura Yasan

Luego de recibir, entre otros, premios tales como “Casa de las américas” (Cuba), “Fondo Nacional de las Artes” (Buenos Aires, Argentina) y “Carmen Conde” (España), publicar más de una decena de títulos y ser traducida a diferentes idiomas (inglés, alemán, francés e italiano), la poeta Laura Yasan presenta, junto a la fotógrafa Maga Paula, su nuevo libro de textos y fotografíasimage002

Viernes 28 de abril, a las 19 hs.

En la Sala Meyer Dubrovsky del C. C. de la Cooperación, Av. Corrientes 1543.

Presentador: Horacio Salas

 ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

Una espina en el zapato de Nazareno Molina

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Una espina en el zapato de Nazareno Molina

Lo que importa es la familia

18109777_10212948473725697_700985862_nMaría de los Ángeles Sanz

La comedia en el sistema teatral argentino desarrolla desde siempre un punto temático: la familia. Atravesada por las contradicciones sociales y políticas, la familia es el centro de todas las discusiones porque es el corazón de la sociedad en nuestro imaginario, con una fuerza que deviene de nuestra identidad latina. Las historias se multiplican en el tiempo, y si bien a veces pareciera que la partida la gana el vodevil, la comedia ligera de múltiples personajes donde la confusión en un tema menor es su estructura; sin embargo, la cartelera en este momento nos presenta comedias que a pesar de contener su buena dosis de humor, encuentran con su temática la forma de presentar en escena un friso de nuestras más duras problemáticas como sociedad: la violencia que nace de una violación y sus consecuencias, la ambición que quiebra la hermandad, el trabajo con la droga como camino a la riqueza y al poder, la traición, la enfermedad, el abuso de clase y la lucha por una lucidez que como un brillo escondido surge de quien menos se lo espera y nos enfrenta a todos con la verdad de nuestra propia condición. Esto es lo que la compañía Friwox Teatro dirigida por Nazareno Molina ofrece en la sala Liberarte; cuando nos presenta Una espina en el zapato, una puesta que como un espejo cóncavo nos devuelve un conjunto de personajes que presentan en torno a sus relaciones familiares la otra cara de la utopía de la familia feliz que guardamos en nuestro imaginario. En un espacio construido con las generaciones puestas en equilibrio, la vejez a la izquierda, la niñez a la derecha, y un centro ocupado por la mesa familiar donde las edades medias son las que deciden sobre todos. Una mujer, Modesta, sufre de Alzhemir, y pareciera vivir en un mundo cada vez más pequeño del que se van borrando los recuerdos, pero no todos.

Es a la vez un personaje narrador que nos va introduciendo en su vida, a partir precisamente de esa memoria que pareciera estar perdida para siempre. Su marido, Roque, sus hermanos: Gladys, Yolanda, Evaristo, sus sobrinas, todos se reunirán en una noche de revelaciones, la de Nochebuena, donde las acciones y las palabras contradicen las intenciones de paz y amor. En el medio de todos, Nicolasa, testigo de todas las bajezas, o de casi todas ya que a pesar de saber muchas cosas de la familia, esa noche también recibirá una cuota más de una verdad que aún se mantenía oculta. El ritmo de la puesta es dinámico, con un solo apagón en la mitad, elipsis de tiempo necesaria para el cambio de situación, las secuencias se suceden entre el humor negro y cínico de Nicolasa, que sirve de antídoto a las palabras y los hechos llenos de hipocresía de los hermanos. Las buenas actuaciones mantienen la armonía del trabajo, cada cual lleva adelante su personaje y lo conforma haciéndolo creíble, reconocible para el público. El trabajo de Nazareno Molina, construye desde lo físico un personaje grotesco en su figura pero verdadero y fiel en su manera de pesar las acciones de uno y otro. El sostendrá el final de la puesta cuando reciba como un dardo envenenado la última estocada de la boca de donde se escapan todas las certezas. Nazareno Molina, tiene una mirada aguda para el retrato de la vida de sus personajes, es por eso, que el espectador de sus obras empatiza con ellos y mantiene el interés hasta la última instancia. Siempre guarda una carta en la manga, un secreto que se irá deslizando de a poco que nos hará intuirlo para luego asestarnos el golpe final de la palabra reveladora. La compañía que nace en 1996, cuenta con dos grupos uno que está representando la pieza en Entre Ríos y el que lo hace en Buenos Aires. Una espina en el zapato es una comedia que busca a través de entre – tener al espectador, darle una mirada desnuda y veraz, despojada de los finales edulcorados de las comedias blancas, para enfrentarlo consigo mismo, con sus carencias, con la ferocidad de un individualismo que nos destruye. 18109755_10212948474125707_342473787_n

Ficha técnica: Una espina en el zapato de Nazareno Molina: Actúan: Silvia Dell’ Aquila, Nazareno Molina, Juan Carlos Torréns, Marcela Varcasia, Cecilia González, Sandra Sylveira, Oscar Cubile / Jackie Tyrrell, Valentina Gencarelli / Valentina Latella Frías. Puesta en escena: Nazareno Molina. Escenografía y utilería: Grupo Friwox. Diseño de iluminación: César Álvarez. Operador de luces y sonido: Oscar y Pablo Toledo. Vestuario: Grupo Friwox. Maquillajes y peinados. Grupo Friwox. Locución: Alberto Dorati. Fotografía: Maggie Zacarías. Diseño gráfico: Sala B diseño y comunicación. Asistente de dirección: Pablo Toledo. Dirección general: Nazareno Molina. Producción general: Grupo Friwox. Sala Liberarte.

La complicidad de la inocencia. Terror y miseria de la clase media argentina de Patricia Zangaro y Adriana Genta

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La complicidad de la inocencia. Terror y miseria de la clase media argentina de Patricia Zangaro y Adriana Genta

000154884Ponga 50 centavos en la ranura

Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

Los monstruos, diría Todorov, no son tan peligrosos, porque no son tantos, los verdaderamente peligrosos, son la gente común capaz de hacer cosas monstruosas. Desde allí y desde la estructura brechtiana, parafraseando a su obra, Terror y miseria del Tercer Reich (1938)1, las dramaturgas escriben esta pieza que recuerda con dolor la necesidad de una memoria colectiva, y exponen como en aquella pieza de puertas a la Segunda Guerra Mundial, las formas que tomaba la actitud de la sociedad en la dictadura cívico militar del 76. A partir de la construcción del otro, como enemigo, se expande el miedo extendido como una peste a la población; el miedo como un círculo que avanza sobre la conciencia de todos, va imprimiendo un olor y un sabor en los cuerpos y en las almas, que hace que aquello que no pensamos hacer nos arrastre como una corriente en donde braceamos desesperados esperando sobrevivir al exterminio. Como afirmaba Bertold Brecht: “Si en nuestra época es posible que un sistema de opresión permita a una minoría explotar a la mayoría, la razón reside en una cierta complicidad de la población, complicidad que se extiende a todos los dominios”. Un año más tarde comenzaría a escribir los veinticuatro episodios de «Terror y miserias del Tercer Reich”. A la manera del diseño brechtiano, los cuadros nos presentan historias, que apuntan al centro del corazón de los hombres y mujeres que atravesados por el espanto se convirtieron en cómplices del horror. La clase media, contiene en sí misma el germen del individualismo, que la lleva a un sálvese quien pueda, traducido, en el famoso “no te metás” de entonces, y el “algo habrá hecho” de triste recuerdo y presente aún hoy en nuestra sociedad. Lo terrible, aquello que provoca la desazón del espectador, es la inmediatez de volver a repetir la historia, a un nivel insospechado, de que una sociedad atiborrada de falsas informaciones, todas teñidas por la construcción de un otro peligroso, que es el responsable de que podamos perder el trabajo, no llegar a fin de mes aunque tengamos trabajo, y que instale la represión ante la protesta como sistema de seguridad en todas partes, y vaya cerrando los espacios de libertad, estigmatizando al otro en el afán de no serlo. En el cuidado de un territorio que parece protegernos de la violencia institucional. 17976609_10212287572366697_489760436_oComo los monitos de la prudencia: no ver, no hablar, no oír, para no pensar. No decir, no creer, no oír demasiado, no ver lo inconveniente, y sobre todo no compartir la vida hacia afuera, hacia el espacio de una solidaridad que nos ayudaría a enfrentar el terror. Fragmentada en secuencias que mantienen su unidad interna, su lógica casual, los personajes se mueven en el mini espacio que construye su continente temporal, y la escenografía acompaña con su funcionalidad el desarrollo de las acciones. Un vestuario temporal, que nos sitúa en la década del setenta, y una mascarada general que con sus calaveras nos recibe en la sala; metáfora de la muerte que ronda a todos y cada uno de los protagonistas de las historias, conscientes de ello, o ignorantes de los riesgos que corren. La frase de que se reitera cada tanto, cincuenta centavos en la ranura, recuerda a los versos de González Tuñón, “si quiere ver la vida color de rosa / eche 20 centavos en la ranura”, manera sencilla de mirar para otro lado, de huir de la realidad; la de la crisis del ’30, el golpe de Uriburu y el avance del fascismo, y la de ahora, que nos promete tranquilidad y seguridad en tanto sepamos ser buenos ciudadanos, es decir, mientras aceptemos los hechos sin protestas. La obra tiene la versión y la dirección de Daniela Catz y un grupo de talentosos actores y actrices, que provocan nuestras emociones, y nos interpelan en nuestra identidad de clase. Esa clase media, que no se anima a asumirse en sus aciertos y errores, y que en esa medianía siempre es caldo de cultivo a la complicidad. 18015785_10212287571046664_636117850_o

Ficha técnica: La complicidad de la inocencia. Terror y miseria de la clase media argentina de Patricia Zangaro y Adriana Genta. Elenco: Malena Campana, Paola Cerolini, Ludmila Chele, Martina Cuadrado, Vanesa Dunand, Ignacio Milazzo, Gisella Misson, Verónica Romero, Martín Savo. Composición musical: Ignacio Milazzo. Vestuario: La complicidad de la inocencia. Escenografía y diseño de luces: Federico Ransenberg. Diseño gráfico: Estudio Luciérnaga. Asistencia de dirección: Verónica Casanovas y Nadia Oñatibia. Versión y Dirección: Daniela Catz. Teatro Andamio 90′. Estreno: abril 2017. Duración: 90′.

1Terror y miseria del tercer Reich (en alemán «Furcht und Elend des Dritten Reiches»), también conocida como The Private Life of the Master Race (La vida privada de la Raza Superior),1 es una famosa pieza teatral de Bertolt Brecht estrenada en el exilio en 1938.a 2 Construida con una sucesión de 24 cuadros o escenas independientes entre sí, muestra y analiza la vida en la Alemania Nacional Socialista de los años 30, sometida al régimen de humillación, persecución y terror, esencia de la psicología del nazismo. Con una reunión de tramas tan tópicas como estremecedoras, se ha considerado uno de los primeros ejemplos de Brecht utilizando el Verfremdungseffekt para distanciar al público de la obra. El propio autor explicó que aquellas historias conformaban “un catálogo de actitudes, las actitudes de guardar silencio, mirar por encima del hombro, sentirse asustado, etc.: el comportamiento en una dictadura.”

Pescando en la bañera de Leonel Dolara

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Pescando en la bañera de Leonel Dolara

Pescar en la bañera, es sólo mirarnos el ombligo.

Grafica alta Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

Pescar en la bañera es bucear en aquello que sólo nos confesamos a nosotros mismos en la intimidad del lugar más propio de una casa: el baño. También es buscar donde en realidad no vamos a encontrar aquello que nos produce el deseo, porque está encerrado en cuatro paredes, porque el agua de la bañera no tiene vida, no corre, salvo a la cloaca, no fluye hacia horizontes donde el horizonte se pierde. De allí que los personajes se manifiesten presos de circunstancias que pareciera no permitirles ser algo distinto. La escenografía detrás de los personajes que presentan su desazón al espectador, nos hace participar de la intimidad de esas vidas de las que no sabemos nada. Sentados en esa tarima de madera, comienzan cara al público, a contarnos en relatos fragmentados, algunos de los acontecimientos que pueden haberlos llevado a esa situación, en donde todos están reunidos, de manera aparentemente azarosa, y que no terminan de entender bien por qué. A fondo un baño grande, que contiene una mesa, y los artefactos propios de ese espacio más una bañera; el lugar es lo suficientemente amplio para permitir el desplazamiento de los actores hacia el proscenio donde se producen algunas de las mejores secuencias. Aquellas en que la violencia de género es metaforizada como danza de cuerpos que se estrellan en la fuerza de los puños. Las almas, los personajes de una ficción que no es tal, sino que construyen un relato, cada uno el suyo, donde las relaciones muestran su flanco más débil: la traición, el desamor, la violencia, la enfermedad, el deseo. Pescando en la bañera-12El deseo, como motor afirma el dramaturgo, para seguir adelante, es aquello que una vez conseguido parece insuficiente, y la falta de logro nos lleva a seguir en una búsqueda hasta el final. Cuando este se pierde, comienza el triste recorrido de la enfermedad, la depresión, la muerte como salida. Podemos decir que el texto es ambicioso en su necesidad de expresión, y abarca demasiados temas que buscan su profundidad, por eso, se extiende en tiempo, que podría de ser más recortado, para lograr una mayor tensión dramática. Sobre todo al principio, en la presentación de los monólogos. Las actuaciones si bien no tienen el mismo ritmo a lo largo de la puesta, obtienen muchas veces situaciones interesantes al incorporar al cuerpo el espesor de la palabra, cuando son las acciones las que llevan adelante el discurso. El vestuario arbitrario del principio, se va amoldando a las circunstancias que se narran, de esta manera construyen junto a las palabras un discurso realista que contiene una lógica causal, aunque su temporalidad este alterada por una vuelta hacia el pasado. La música original de Dolara acompaña los climas que se producen en escena. Situaciones personales, privadas que sin embargo nos hablan de un contexto que nos abarca, que nos permite adentrarnos en aguas más profundas, donde muere la apariencia, cae la máscara, y por fin el espejo nos devuelve nuestra propia mirada. Pescando en la bañera-89

Ficha técnica: Pescando en la bañera de Leonel Dolara. Actúan (por orden alfabético): Bruno Alarcón (Martín), Rosella Bosco (Blanca), Mariano Cáceres (Diego), Julián Calviño (Esteban), Gabriela del Mar (Natalia), Jimena La Torre (Claudia), Stella Minardi (Amalia), Antonella Piersanti (Mónica), Victoria Rodriguez Montes (Alejandra), Diego Viquez (Ignacio). Escenografía e Iluminación: Gonzalo Córdova. Vestuario: Jess Menéndez. Coreografía: Estefanía Melero. Música original: Leonel Dolara. Efectos especiales: Mago Fakiri. Diseño gráfico: Hernán Álvarez. Fotografía: Germán Alt. Prensa: Laura Brangeri. Operación de luces: Lucas Orchessi. Operación de sonido: Amalía Paz. Realización escenográfica: Los Escuderos. Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera. Producción: Adrián Caramielo y Leonel Dolara. Puesta en escena y dirección: Leonel Dolara. Espacio Teatral ElKafka. Estreno: marzo 2017. Duración: 90′.

La alegría de Ignacio Apolo

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La alegría de Ignacio Apolo

La alegría no es la felicidad

Om Navo Bhagavate Vasudevaya (Saludo al morador omnipresente, omnipotente, inmortal y divino que vive en mi interior)1

000153064Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

La familia y sus disfunciones, la familia y una clase social, la clase media, con su manera de ver y sentir; la política más contemporánea como contexto de una problemática centrada en el pequeño universo de una familia. Una dramaturgia que vuelve su mirada a la clase a la que pertenece y una vez más, ahora en viso de comedia, se toma el pelo a sí misma, en una crítica que contiene dolor y empatía. Madre, hijo e hijas y el novio más joven, necesaria reafirmación de juventud, de estar todavía dentro del sistema. Moto, ropa rockera, new age, vida sana, y la salud como fundamento, a pesar de que nada sirve contra la realidad. Antídotos, la música, el amor, las fiestas, el alcohol, las drogas, la búsqueda de la alegría, de cualquiera, artificial sin sentido profundo. Dentro de un mundo capitalista que reniega de su condición, que no se asume como tal; así afirma Wolfgang Streck. Para sostenerse el sistema capitalista incentiva cuatro tipo de comportamientos: coping- enfrentar la adversidad con inacabables paciencia y optimismo; hoping- creer de forma ilusa que a uno le espera un futuro mejor a pesar de las circunstancias en que uno se encuentra; doping- acudir a ayudas externas como por ejemplo, las drogas o el alcohol; shopping- ser un obediente miembro de la sociedad consumista. Todos y cada uno de ellos están presentes en los personajes que construye Apolo para una pieza teatral que trabaja con temas duros que golpean a nuestra sociedad, pero atravesados por el humor, la música y la mística de las religiones orientales; donde somos malas copias de un manera de pensar el universo, que seguimos tras la forma y el lenguaje, los mantras, sin comprender su hondo significado. 000153025Porque como clase media seguimos la zanahoria de lo foráneo como mejor para la vida, venga de donde venga, sin indagar en nosotros mismos y que es lo que necesitamos para crecer. Formas de pensamiento que asimilamos como propias, mientras dejamos de lado nuestra manera, la ignoramos porque no queremos vernos. Formas de pensar impuestas, desde la estructura corporal que está de moda en los grandes centros del norte, hasta el sentido de la comida, o como debemos cuidar el cuerpo y nuestra salud. La enfermedad como una peste que debe ser ocultada también, y vestida de desenfreno de juventud permanente para negar lo inevitable, que en algún momento se nos acaban las pilas. La alegría es eso que se da en la superficie de nuestras acciones, en el vértigo de una vida hecha para no pensar demasiado en lo que nos duele. Una escenografía funcional: una heladera, un sillón, una mesa, un microondas, pero que también cumplen otras tareas. Una disposición en diagonal que permite los desplazamientos, la música que distiende y enfoca las miradas en los cuerpos que se expresan. Los cuerpos, territorios, mapas donde construir un relato que las palabras no alcanzan a expresar, y que los cuerpos si desde un lenguaje que va desde la sexualidad hasta la enfermedad, síntoma y signo de una necesidad siempre presente, la del amor, la ternura y la escucha atenta que permite por fin conocernos en el otro. 000153028

Ficha técnica: La alegría de Ignacio Apolo. Actúan: Matias Alarcon, Lucas Barca, Rosario Ruete, Andrea Strenitz, Martina Viglietti. Escenografía e Iluminación: Félix Padrón. Sonido y musicalización: Daniel Quintàs. Coreografía: Rosario Ruete. Coaching actoral: Malena Bernardi. Diseño gráfico: Belén Garófalo Asistencia: Julia Lucesole. Dirección: Ignacio Apolo. Teatro El Extranjero. Estreno: Marzo 2017. Duración: 80′.

1 Om Navo Bhagavate Vasudevaya es un mantra hindú dedicado a Vishnu y a Krishna. Se le conoce como el mantra de la liberación. Tiene 12 sílabas y se recita para alcanzar la libertad.

1816 La pulpería de la Independencia de Cristina Escofet con aportes de Héctor Alvarellos

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1816 La pulpería de la Independencia 

de Cristina Escofet con aportes de Héctor Alvarellos

La Runfla en la Escuela Pública Itinerante: Ahora más que nunca para no olvidar el pasado1

18010509_676505972536487_1389856608218326874_n Azucena Ester Joffe, María de los Ángeles Sanz

En el ámbito de la Escuela Pública Itinerante que los docentes y su lucha instalaron, no sin represión, en la Plaza del Congreso, muchos fueron los actores, actrices, cantantes y grupos de teatro que se acercaron para brindar su apoyo a una causa que parece particular, pero que no lo es. El pedido de paritarias nacionales de los maestros, es para todos un caso testigo, de lo que ellos consigan, será el piso que luego tendrán que aceptar el resto de los gremios, y los docentes lo saben. Luchan entonces por ellos, pero también por los trabajadores en general, en este panorama desolador que nos rodea desde la llegada del “nuevo proyecto” de país de la mano de Cambiemos. Nuestro apoyo es fundamental, el apoyo de los artistas lo es también, todos debemos defender la escuela pública, porque en el fondo lo que se discute y contra lo que se quiere ir es contra su existencia.

Uno de los grupos que se hicieron presentes, 15 de abril, a las 20hs, fue La Runfla, y su trabajo, 1816 La pulpería de la Independencia, sobre nuestra Independencia, tantas veces maltratada, y vapuleada desde los papeles, desde una memoria que regatea la verdad, y quiere que veamos aquél acontecimiento fundamental como acabado en su origen, sin necesidad de reafirmarlo año tras año para mantener vivo el fuego que le dio origen, el deseo de libertad y emancipación que lo hizo posible. La dicotomía: Patria sí, colonia no, sonará muy setentista para muchos; y para otros interesados un discurso vacío de sentido, como algo viejo de gente que se quedó en un tiempo ido. Sin embargo, la libertad se defiende tramo a tramo todos los días de un país que como una espiral desbocada reitera su historia como tragedia o como parodia, sin tregua y sin pausa, una vez más. 18010693_676506282536456_8521709260158572493_nEl teatro siempre presente en los gestos de solidaridad, lo hizo nuevamente, y el grupo ante un numeroso público que se reunió con motivos varios, ver la representación y apoyar la lucha, dio una clase de teatro callejero, en la movilización que tuvo de los participantes por el espacio, de cómo aprovecho los recursos escénicos que el lugar proporcionaba, de la ductilidad para los cambios, y en la elección de una obra como la de Cristina Escofet y Héctor Alvarellos, que pone en abismo el relato conocido, y le da a cada uno el lugar que le corresponde. Música en vivo, relación fluida con el espectador el que se agrupaba y el que transitaba por ahí, tal vez ajeno a lo que sucedía, todo transcurrió con felicidad en una búsqueda de reafirmación de quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Con humor, y destrezas circenses, poniendo el cuerpo y la voz a las acciones, lograron conmover e incentivarnos a todos a seguir junto a ellos el desarrollo de lo narrado. Una noche especial, antes de Pascua, otras pascuas también nos reunieron en alguna plaza por motivos aparentemente otros aunque en el fondo sean siempre los mismos: el pueblo tiene una voz que quiere y debe ser escuchada. Las figuras de dos de los grandes conductores populares, también estuvieron, en un abrazo, que fue aplaudido por todos: Perón y Alfonsín, mientras era repudiada la figura de Larreta el jefe de gobierno de la ciudad, y responsable de la represión que sufrieran los maestros hace una semana cuando permiso de por medio se disponían a instalar la escuela. 17992136_676506979203053_8374342946305384977_nEn esta oportunidad, el grupo de teatro callejero2 cambió su habitual espacio en el Parque Avellaneda, y nada más adecuado para ejercitar nuestra memoria social: 200 años de historia. La obra se estrenó el año pasado dentro del marco de los 25 años La Runfla. La indiscutible trayectoria, reconocida por los espectadores y la crítica, da cuenta de la constante investigación para abordar distintos géneros teatrales, atravesando las inclemencias del tiempo y las diferentes coyunturas, con todas las herramientas posibles y buscando nuevos caminos. Pero siempre comprometidos con nuestra realidad, así lo reafirmó su director Héctor Alvarellos:

Estamos en tiempos de un teatro urgente. Tenemos que recuperar el deseo, transformar la dificultad en energía, hacer de la lucha una compañera, ejercitar la memoria, la escucha y el silencio. Y defender el derecho de hacer arte en cada esquina […] Quiero destacar la grupalidad, es una satisfacción. El recorrido por diferentes estéticas, la territorialidad, el eje en nuestra actividad teatral. El teatro callejero como lenguaje…3

La Runfla tiene su marca registrada, su particular estética como un magma emerge en los espacios abiertos para interpelar al público que los sigue y también a ese espectador casual. Un acontecimiento teatral para disfrutar y para reflexionar sobre nuestra cotidianidad. Solo nos resta decir: ¡Gracias! A su mentor y a todos los integrantes que recuperan esa dimensión ritual, festiva y social, para todos nosotros sin importar la edad.

Ficha técnica: 1816 La pulpería de la Independencia de Cristina Escofet con aportes de Héctor Alvarellos. Actores: Javier Giménez, Lorena Mazzeo, Diego Ricupero, Matias Paleeff, Enrique Carvajal Lautaro Maggi, Camila Santos y Paloma Santamarina. Vestuario: Stella Rocha, Jorgelina Herrero Pons. Máscaras principales: Alfredo Iriarte. Telones: Guillermina Guardia. Musicalidad: Luciano Fernández. Fotos: Laurencia Alvarellos Alonso. Asistencia: Maxi Alvarez. Dirección: Héctor Alvarellos. Parque Avellaneda, el punto de encuentro es en el mástil principal los sábados. Reestreno: Abril 2017.

2La Runfla (nombre que proviene del lunfardo porteño y significa, “gente de una misma especie unida por un objetivo común”), se forma en 1991 con el propósito de realizar espectáculos en espacios abiertos, investigando y promoviendo este lenguaje a partir de la experiencia recogida desde 1983 por su director Héctor Alvarellos. http://grupolarunfla.com.ar/quienes_somos.html [16/04/2017]