Independencia de Lee Blessing
Traducción de Cecilia Chiarandini
Lee Blessing escribe Independencia en la década del ’80, y pone en tensión las relaciones entre una madre y sus hijas, conflictos si los hay. Sin quedarse en la superficialidad de la temática, trabaja sobre las elecciones sexuales, la droga y el alcohol, los embarazos no deseados y sus consecuencias, y la soledad de una etapa de la vida, donde el crecimiento de unos se transforma en una situación de abandono para los otros. Sin soluciones a la vista, plantea el problema, y deja correr sus acciones, hasta lo que considera un final esperado; con una lógica causal que lo determina por las malas elecciones que cada uno de los personajes fueron haciendo, en relación a su vida y a la de las demás. La hermana más racional, Kess, es la otra cara de esa madre que todos, incluso ella, admiten que está un poco loca, aunque en realidad lo que tiene es un desequilibrio emocional por la mala relación que entabla con aquellos a los que dice querer. Es también la más fuerte, la que toma las decisiones más difíciles, la que asume responsabilidades, la mayor, la que reemplaza de alguna manera a la figura de una madre ausente / presente, a la vez. Las tres hermanas no son las mujercitas de la novela de Alcott, sino que cada una tiene un destino azaroso, que carga con el karma de haber nacido en un hogar sin deseo maternal alguno. Jo que aparece como la más comprensiva con la situación, es finalmente la que procura el tiro del final cuando decide, seguir su vida lejos y dejar que cada uno madure y asuma sus propias culpas. Nuestro teatro, también viene trabajando esta relación madre / hija, desde hace mucho tiempo, desde Las de Barranco (1908) de Gregorio de Laferrere, hasta una de las más conocidas piezas de Griselda Gambaro, De profesión maternal (1997) En todos los textos, tanto en el de Blessing como en los mencionados, lo que subyace es el concepto de instinto. ¿La maternidad es un deseo, algo propio de la condición femenina o una imposición de la especie a través de la cultura? La puesta que en el espacio de Andamio 90 dirige Jorge Azurmendi, tiene una lectura exacta de la propuesta de Blessing y logra que más allá de todos los giros que abarca la dramaturgia centrar su punto de vista allí, en lo que sería el ojo de la tormenta. Con una escenografía que se expande desde el centro de la sala de la casa, hacia arriba, y hacia los costados, incorporando desde allí la extraescena; barroca en la cantidad de elementos que presenta, como barroca es la forma de ver la vida de ese matriarcado sin asumirse que va construyendo desde las palabras. Dentro de ella, los personajes encuentran la posibilidad de expandir también sus acciones, e ir incorporando de a poco los elementos que los constituyen no solamente desde las palabras. El vestuario colabora con detalles que van construyendo situaciones, los zapatos de taco rojo, la bata roja de la madre, la ropa ajustado de Jo cuando quiere recuperar el amor; al igual que la música original de García Mendy suma a la fluidez de las acciones de los personajes. Las actuaciones tienen muy buenos momentos y otros en los que pareciera ganar una sobredimensión que va en contra de la intensidad de la trama y de la atención del espectador. Mujeres en un mundo de mujeres, que buscan su propio recorrido, y que organizan su vida tras los pasos de aquella que pareciera tener la situación más clara. Sexualidad y amor, como dos cuestiones que también necesitan un diálogo que parece roto, para algunas de las integrantes de una familia que carece de una figura masculina fuerte, y que la busca como puede fuera y dentro de sí misma. El dramaturgo lejos de pensar a la femineidad como una posibilidad autónoma de esa figura, centra la problemática en las idas y vueltas que su presencia o su ausencia produce en ellas. El hombre como una sombra fuera de las paredes de la casa, en la memoria de la madre, en el presente de esa hija mayor que tanto se lo recuerda. Una puesta fuerte, que plantea una temática que nos persigue, en una búsqueda incesante de construir una familia con otros parámetros que los conocidos, que aquellos que ya no consiguen fortalecer los vínculos del amor.
Ficha técnica: Independencia de Lee Blessing. Traducción: Cecilia Chiarandini. Actúan: Cecilia Chiarandini, Lucía Di Carlo, Cristina Dramasino, Anahí Gadda. Asistente de dirección: Jennifer Aguirre. Música original: Gustavo García Mendy. Diseño de Escenografía y Vestuario: Micaela Sleigh. Iluminación: Germán Giacalone. Diseño gráfico y Fotografía: fuentes2fernandez Fotografía: Fotografía y video de escenas: Vicky Depheo. Asesor coreográfico: Rodolfo Opazo. Asesoramiento en Maquillaje: Julia Giorgio. Prensa: Silvina Pizarro. Dirección: Jorge Azurmendi. Andamio 90. Segunda Temporada.