«Seré» de Lautaro Delgado Tymruk y Sofía Brito

Estándar

“Seré” de

Lautaro Delgado Tymruk y Sofía Brito

Un instructivo de fuga

“Qué el dolor no nos sea indiferente” (León Gieco)

Mariángeles Sanz Vélez

sanzm897@yahoo.com

Lautaro Delgado Tymruk no es la primera vez que entrega sus herramientas, su cuerpo, su voz, para ser atravesadas por un nombre de aquella noche oscura que fue la última dictadura cívico – militar. Lo hizo en la recordada “Un domingo en familia” de Susana Torres Molina, donde también una historia real era llevada a escena como memoria y como forma de comprensión de la humanidad atravesada por el amor a la familia y el compromiso político. Esta vez él construye su dramaturgia junto a Sofía Brito, desde la dolorosa experiencia de un sobreviviente de la Mansión Seré, como se la conocía, único momento donde la huida fue una realidad para cuatro detenidos en aquella noche del horror.

Una caja negra, que en algún momento de la puesta será iluminada por un recorrido de luces a piso, al igual que la mesa donde aparecen objetos, que nos van ilustrando el relato. El relato, el que hizo Guillermo Fernández en 1985, en el Juicio a las Juntas militares, para dar cuenta del horror propio y ajeno, en aquellos años, donde la vida y la muerte era sólo una ruleta rusa. La detención indiscriminada, la tortura sistematizada, la muerte un destino cierto, y en él, mientras tanto la vida continuaba, como si nada pasara dentro de esas paredes, iguales o similares a muchas otras que también conformaban un cubo de siniestro futuro. Salvo las Madres se atrevían a realizar preguntas incómodas, acercarse a la más profunda oscuridad, para buscar respuestas del paradero de sus hijos, de todos porque cada uno de ellos eran para ellas sus hijos.

Esa voz eterna en la grabación, atraviesa el cuerpo del actor que se convierte en un muñeco que gesticula sus palabras; que nos ofrece en escena una actuación excelente donde la sincronización y los silencios, densos y dolorosos, van llenando ese espacio casi desnudo, oscuro, y vemos sin ver, las horas, las semanas, los meses que constituyeron una travesía por el infierno. Un hombre que recorre el camino de la deshumanización más atroz, testigo necesario para que podamos reconocer el pasado y entender el porqué de la necesidad de una memoria que no debe desfallecer y menos ser ninguneada por la pos verdad que nos circunda.

Palabras que van tejiendo una historia que se puede reproducir en tantas otras sin voces, ni cuerpos que podamos ver u oír. Sus palabras dan justo en el blanco de la mentira organizada; y las nuestras como decía el admirado Eduardo Pavlovsky son sólo balbuceos. Qué podemos agregar ante una realidad que se expone ante nuestros ojos con toda su crudeza. Una  voz y  un cuerpo que si bien no pertenecen a la misma persona, no aparecen disociados sino por la magia, la magia del teatro, sentimos como una unidad inquebrantable. La magia de la huida a lo Houdini, la magia del espacio escénico, que reconstruye en nuestra imaginación los hechos; los hechos que por momentos parecieran ser inenarrables, del mismo modo que son imposibles de olvidar. Todo conjuga para conmover, conmocionar, sin golpes bajos, porque el relato no ahonda en lo más crudo de la tortura, en la descripción de esos cuerpos aniquilados, humillados, sino pone el foco en la resistencia, en la lucha, en la posibilidad de sobrevivir aún rodeados del horror, de mantener la humanidad que quisieron destruir por todos los medios inimaginables. Por eso el final es la frase que aparece en el original flyer que nos dieron a la entrada de la sala, y el clavo salvador, a la salida de la puesta: “Hay que actuar”. Una frase donde el doble sentido es la conjunción perfecta entre lo real del relato, y la ficción del cuerpo del actor.

Ficha técnica: “Seré” de Lautaro Delgado Tymruk y Sofía Brito. Performer: Lautaro Delgado. Iluminación: Ricardo Sica. Producción Ejecutiva: Adriana Yasky. Escenotecnia: Richy Salguero. Dramaturgista: Conrado Beretta. Maqueta: Gustavo Brito, Isolda Maur. Teatro Beckett. Domingos 19hs.

Deja un comentario