«Hijo de campo» de Martín Marcou

Estándar

“Hijo de campo” de

Martín Marcou

Padre dice…

Foto: Jorge Cruz

Mariángeles Sanz Vélez

sanzm897@yahoo.com

El espacio Tole Tole en el corazón del Once, es un lugar donde el teatro y el arte hacen su presencia desde la sala de espera. Esculturas, fotos, una pantalla que nos traslada a los hermosos paisajes sureños, un altar a Federico García Lorca, cerca de la bandera de la diversidad sexual; antes la voz apagada por la dictadura de Rodolfo Walsh también se hace presente, en la reproducción de su último trabajo, la carta a la junta de 1977, que le costó la vida. Allí en ese lugar que grita sin estridencias estar en contra de la discriminación y el autoritarismo, Martín Marcou en su síntesis de autor, actor y director presenta “Hijo de campo”.

“Padre dice”, es un latiguillo que cada vez que sucede un hecho de violencia, cruel e inexplicable, dice el personaje para indicar la voz del mandato patriarcal; la voz que resuena en ese campo del sur y marca la ley, su ley. La madre como un fantasma sin voz y sin presencia, destinada a los quehaceres domésticos, es un testigo mudo y pareciera ciego a ese universo que la rodea de machismo explícito en un paisaje hostil. Los hermanos obedecen al mandato, a él la sangre que lo salpica no sólo mancha su ropa,  sino que siente que oscurece su alma, y lo hace pequeñito frente al deseo que lo habita, y al mundo que le gustaría vivir.

En ese territorio de fría belleza, donde las ovejas son el fruto de un árbol que es la tierra misma, Martín Marcou como dramaturgo nos narra una historia donde la tensión crece a pesar de que el relato en la voz del personaje carece en un principio de dramatismo. Hasta rompe la cuarta pared, interpela al espectador, y se nos permite sonreír, o reír por momentos de dichos, y refranes conocidos, que distienden el clima, el del relato y el de la sala. Un lenguaje que el actor / dramaturgo conoce muy bien, y emplea con la fuerza de la palabra bien dicha. Pero la puesta va dejando huellas, algunas nos anticipan un mundo entre la vida y la muerte, un amor entre los hierros de la intolerancia, como la sangre integrante del vestuario, o en sus gestos y acciones y en la voz excelente, Carolina Curci, el otro personaje que lo acompaña con su guitarra y su garganta, que le pone música y letra a un relato por momentos aterrador.

El espacio Tole Tole una vez por mes, el próximo momento imperdible será el 29 de junio de este año, nos ofrece esta pequeña joya dramática que lleva ya nueve años en escena, y que merecidamente lo está, porque todo lo que sucede tiene una precisión, una fluidez, y una química entre la teatralidad y la musicalidad, que construye una química de calidad. Porque lo narrado es una realidad recurrente: la discriminación de género, Marcou, mencionó en el saludo final, el lesbicianismo ocurrido una semana antes en el barrio de Almagro, porque de ese se trata, de dar cuenta como el campo, ese espacio bucólico para muchos, o en el imaginario de todas y todos, guarda la violencia de un territorio, testigo mudo de otras discriminaciones, y otras violencias.

La excelencia de la actuación, la voz incomparable de Curci, el buen trabajo de iluminación, el espacio campero construido con simpleza pero efectividad, cercano a la platea que le da esa característica de confesión al relato desesperado al fin del protagonista, hacen de la puesta, una máquina precisa para conmover y denunciar desde lo artístico, sin alegatos. Todo es a la vez de una belleza cruel en ese medio tono, que nos conmueve y nos atraviesa, para hacernos entender de la soledad de aquél que lucha por ser lo que siente ser, por lograr una identidad que no sea máscara, ni disfraz para los otros, para conformar, tranquilizar la vida de los demás.

Ficha técnica: “Hijo del campo” de Martín Marcou. Actúan: Carolina Curci, Martín Marcou. Ilustraciones: Analía Pérez. Diseño de luces y de audiovisuales en video: Gonzalo Tomás Pérez. Fotografía: Marta Fernades, Cristian Fuentes, Leandro Martínez, Leo Miño, María Inés Persico Baldomir. Diseño gráfico: Vanina Moreno. Dirección: Martín Marcou y Leandro Martínez. Producción: Espacio Tole Tole Teatro. Duración: 50 minutos.

Deja un comentario