«Todo lo que nombro desaparece» de Hernán Lewkowicz

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“Todo lo que nombro desaparece” de

Hernán Lewkowicz

Un cuerpo humano construyendo su identidad

Foto: Jorge Cruz

Mariángeles Sanz Vélez

sanzm897@yahoo.com

Una luz tenue, sobre una mesita pequeña una lámpara coqueta, al lado una silla, a fondo un cuerpo semidesnudo, un cuerpo humano, que va ir tejiendo desde la bata de seda que lo cubre, desde la palabra y los gestos, desde la mirada cómplice con el espectador pero sobre todo con su propio deseo, una subjetividad, la suya, la que debe imponerse al mandato ajeno, la que los demás no ven, o ven desde el gesto seductor, y entonces ya nada importa. Hernán Lexkowicz narra pero su relato no es un simple monólogo dirigido a la platea, simula un cuasi diálogo con interlocutor que no vemos, o sí, porque la fuerza de sus maneras nos hacen saber que ahí está, aunque su imagen se desdibuje ante nuestros ojos; que no podemos separar de ese cuerpo que se expresa en escena, que nos seduce con el color de su voz, con sus gestos precisos y estudiados, con sus maneras sutiles y elegantes.

Un clima de otra época, pero tan brutal como el presente para reconocer lo diferente, para verlo con naturalidad, un tiempo donde los prejuicios construyen los cuerpos, donde la mirada del otro determina lo correcto y lo que no lo es; un tiempo que cada tanto vuelve como una ola que lo arrastra todo, que ve en los demás el fondo de su propia inseguridad. El cuerpo del actor nos habla de todo eso, pero lo hace de una forma tan sutil, tan elegante en sus modales, tan cuidadoso en sus palabras, que pareciera tejer con ellas un encaje como el de sus trajes que guardan todos una historia, interesante de ser contada y escuchada con atención.

Cada inicio en el camino a su segundo cumpleaños, es un camino de piedras y espinas, pero que el personaje acepta como retos necesarios, para el crecimiento de finalmente ser quien es. Una puesta bella, y un texto también bello, bien escrito, con vuelo poético, pura literatura construido con interesantes idas y vueltas en el tiempo, que nos va llevando  a una espiral donde todo lo sólido desaparece en el aire; donde cabe el juego con la imaginación que se hunde en los recovecos de los silencios, acentuados por los gestos del personaje a la platea, y a su interlocutor tan irreal, como de real tiene su presencia. “Cuando me miro en el espejo, me guiño un ojo”, dice La Deseo, el  personaje de apariencia sutil en escena. Nosotros somos el espejo a quien en cada puesta va dirigido con arte, el ojo guiñado que guarda la picardía de un secreto entre nos. Esta puesta inicia la segunda temporada en Buenos Aires, que viene de realizar funciones en España, en Barcelona y Madrid.

Ficha técnica: “Todo lo que nombro desparece” de Hernán Lewkowicz. Actúa: Hernán Lewkowicz. Escenografía: Nicolás Ancona. Diseño de vestuario: Natividad. Diseño sonoro: Facundo Rodríguez Borgia. Realización de vestuario: Soledad Argañaraz. Diseño de iluminación: Ricardo Sica. Fotografía: Favuel Urbina. Diseño gráfico: Manuel Saéz. Asesoramiento de movimiento: Soledad Argañaraz. Prensa: Kevin Melgar. Producción ejecutiva: Pablo López. Co – dirección: Jesi González Ajón / Hernán Lewkowicz. Duración: 60 minutos. Teatro: El Extranjero. Domingos 18hs.

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