Las encadenadas de Juan Mako

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Las encadenadas de Juan Mako

Un thiller con memoria colectiva

LAS ENCADENADAS (19)María de los Ángeles Sanz

Las encadenadas es una laguna que se encuentra a 100km de Bahía Blanca, y podríamos pensar que el título de la puesta nos conduce a ese espacio geográfico, pero la textualidad de Juan Mako propone otra lectura: encadenadas a una situación policial sin quererlo como protagonistas impensadas de un crimen que no cometieron, las dos compañeras de trabajo, Graciela y Esther están ligadas como eslabones de una cadena de circunstancias que van tejiendo la tragedia. Una tragedia que comenzó treinta años antes cuando el pueblo fue tapado por la inundacióni, y todo aquél desastre es otra pieza de la cadena que da lugar a la situación que enuncia el título. Los personajes, no pueden liberarse de esa memoria que guardan, ni de los sentimientos que ese recuerdo les produce. Presencias de un trabajo muy particular, las dos están en el crematorio del pueblo, una maneja el horno, mientras la otra, cuida de la prolijidad de las cenizas que rescatan y lleva los libros con la información necesaria para que todo lo que ocurre en el lugar sea legal. Mako desde la dirección lleva la obra a dejar establecida la diferencia entre una y otra en la forma de pensar y de aceptar el pasado, y las dos actrices Mónica Driollet como Graciela y Cecile Cillòn como Esther, cumplen con talento y eficacia en dejar establecida esa contradicción que se establece en las miradas de ambas sobre los mismos sucesos. En un espacio ocupado por el crematorio, la mesa de inspección y un fondo oscuro donde el afuera instala su presencia, las acciones se suceden con buen ritmo, manteniendo a partir de diálogos cotidianos la intriga de aquello que sospechamos podría suceder a partir de una llamada de teléfono que desestabilizará el orden y el curso de la historia. El tercer personaje, Arizmendi, llevado a escena en este caso por Claudio Depirro, hasta ese momento sólo una referencia necesaria, se hace presente en escena y todo entonces toma un giro inesperado. De la anécdota y el costumbrismo de un pueblo de provincia, el relato se transforma en un policial que habla de aquello que no se olvida, y nos advierte que cuando no se curan las heridas, las consecuencias pueden ser una catástrofe. Ni Esther ni Arizmendi están dispuestos a olvidar la tragedia, ni quienes la produjeron, pero el silencio y la conformidad de los otros hace que guarden en sì un ansia de justicia que clama desde las vísceras. La violencia de la negación de la responsabilidad de quienes acabaron con la vida del pueblo, provoca la furia de las víctimas que busca como un cauce desbocado el momento azaroso de lograr justicia. El tejido de la trama textual es entonces la mixtura entre la historia, el gènero policial, y el realismo, que logra una pieza con una sintaxis sin desbordes, donde la muy buena dirección y las talentosas actuaciones hacen un relato sin fisuras. LAS ENCADENADAS (20)

Ficha técnica: Las encadenadas de Juan Mako. Elenco: Mónica Driollet, Cecile Caillòn, Claudio Depirro, Torben. Escenografía: Sol Soto. Vestuario y caracterización: Paola Delgado. Iluminación: Alejandro Le Roux. Diseño sonoro: El pájaro Films. Asistencia artística: Tobías Cortés. Supervisión dramática: Gabriel Fernández Chapo. Producción: Otra / Producciones escénicas. Dirección: Juan Mako. Abasto Social Club. Estreno agosto 2018. Duración: 70 minutos.

i La misma se encuentra inspirada y con claras referencias a la “tragedia” acontecida en el pueblo turístico en ruinas llamado Villa Epecuén, ubicado en el partido de Adolfo Alsina en la provincia de Buenos Aires en el límite con La Pampa. Dicho pueblo quedó sumergido bajo el agua en el año 85 producto de una inundación producida por la creciente del lago Epecuén (Uno de los 6 lagos que componen el sistema de lagunas “Las Encadenadas del Oeste”), teniendo sus habitantes que someterse a una evacuación total y quedando el pueblo así desde aquel entonces deshabitado. (Información extraída de la gacetilla)

 

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