Yoska Lázaro es Off Man

Estándar

“Off Man, los últimos días de Philip Seymour Hoffman” de

 Iván Cerdán Bermúdez

Mariángeles Sanz

sanzm897@yahoo.com

Desde el título Yoska Lázaro juega con el doble sentido de las palabras, y con la connotación diferente que toman cuando se enuncian, a través de quien lo hace. La frase en inglés si la traduzco me habla de un hombre en el margen, fuera del sistema, si pienso a quien se refiere, automáticamente le agrego la H que le hace falta, uno las palabras en una, y tengo entonces frente a mí al actor estadounidense que nos relata no sólo su acuciante forma de terminar con su vida, día tras día, con dos armas, el alcohol y la droga, la heroína, sino lo que representa para él la actuación, la conformación de los diferentes personajes, que van como en una sangría permanente, surgiendo a partir de los fragmentos que están en su ánima aunque aún no los conozca. Porque el actor, nos dice, se vale no sólo de lo exterior de lo que conocemos de él, sino de una oscura y secreta batería personal, que “honestamente” despliega en cada una de sus criaturas, y que van vaciando a la persona, confundiéndola, hasta no saber quién es quién.

Entre el intento de suicidio escondido en el recurso de la droga como aliciente a la presión exigida por el establishment del mercado del espectáculo, y una vida que ansía pero no logra sostener: una familia, hijos y la tranquilidad de los días que se suceden en calma, la persona también adopta un personaje que se confiesa ante nuestros ojos, y desnuda su subjetividad. En ese juego espiralado entre la ficción y la realidad, la máscara que el personaje tiene cuando comienza la acción, y que luego se quita, y la presencia de un asistente, a la manera de una filmación, ofrece al espectador una trama que teje como una maraña la verdad y la mentira. Hoffman es él o el personaje de “La muerte de un viajante” Lotman, ¿qué de su piel está en la representación, que del personaje en el actor?

Un espacio en penumbras, un clima que la música y la luz convierten en íntimo, un corte y acción que está dado por la presencia del asistente, un diván, libros, botellas de licor, y su cuerpo descuidado en estado de inestabilidad permanente, nos sugieren el infierno interno que los demás desconocen cuándo admiran al genio de la pantalla, y le entregan un Oscar. El dramaturgo indaga, no ya en los datos que podemos recuperar en google, sino en aquello que lleva a un hombre exitoso a una vida miserable simultáneamente. La actuación de Yoska Lázaro es excelente en los 50 minutos que dura la puesta, sentimos con él, el camino que lo va llevando sin pausa a un final anunciado.

Ficha técnica: “Off man, los últimos días de Philip Seymour Hoffman de Iván Cerdán Bermúdez. Actúan: Fernando Domínguez, Yoska Lázaro. Voz en off, caracterización, diseño de arte: Lazu Marino. Diseño de sonido: Tian Brass, Fernando García Valle. Diseño de luces: Paula Fraga. Redes sociales: Lazu Marino. Realización de vestuario: Emilia Antonella Bacigaluppi. Realización de máscaras: Flavia Juárez. Fotografía: Nacho Lunadei, Melissa Merino. Arte en video: Andric Vasquéz. Diseño gráfico: Juan Pablo Rodríguez. Asistente de producción: Guido Ianui Vega. Prensa: Paula Simkin. Arreglos musicales: Adrián Cappuccio. Producción General: Teatro 3 velas, Lpmproduccciones. Coreografía: Noelia Vera. Puesta en escena y dirección: Fernando García Valle. Duración: 50 minutos. Complejo Teatral Ítaca.

Deja un comentario