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Festival Temporada Alta 2017

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Festival Temporada Alta 2017 [I]

unnameden Timbre 4 (4 al 16 de Febrero)

María de los Ángeles Sanz

Timbre 4 es sede desde hace cinco años de un encuentro en formato Festival de teatristas y espectadores disímiles que ofrecen unos a otros el talento de su arte y una mirada entre crítica y asombrada ante las poéticas presentadas y las temáticas que se incluyen en el proceso. Desde el teatro para un espectador, hasta las micropoéticas, la escena se hace presente una vez más a pesar del contexto difícil que nos rodea, sobre todo en lo relativo a la cultura. Un dato más para valorar la empresa que se lleva adelante en el espacio de Claudio Tolcachir.

(…) Donde todo te dice que abandones, nos encontramos con más ganas que nunca de hacer. Y más grandes: Chile, Perú y Uruguay, se suman a esta aventura de traer teatro del mundo a un espacio pequeño e independiente y explotar de alegría. Hermanos de pasión y de criterio, deseamos ser más los que nos sumamos a esta locura que pareciera imposible pero que cada vez se vuelve más fuerte y real. Amor al teatro y a construir encuentro. Y disfrutar profundamente de hacerlo a nuestro modo. (C. Tolcachir, programa de mano)

Una de las piezas es África por el grupo “Los últimos” bajo la dirección de Moisés Mato López; la textualidad dramática trabaja sobre un continente desconocido, oscuro, invisibilizado, olvidado salvo por aquellos que cometen el delito de colonización y expoliación, desde hace siglos: hombres, diamantes, naturaleza toda, es el botín que no para de dejar réditos y produce en los pueblos africanos una sangría infame. El relato fragmentado en pequeñas escenas, donde lo objetual tiene una función primordial, ya que no solo ilustra sino que da vida a las secuencias al igual que los cuerpos de las actrices. Un comienzo donde la vida produce su eterno caminar en el nacimiento de un niño y la canción que lo identificará por siempre, es una voz de aquello que es, pero que siendo no se lo considera lo fundamental. La forma que se producen las ayudas de occidente, los inmigrantes clandestinos que mueren en las aguas del Mediterráneo, el robo sistemático de los imperios, las luchas fratricidas que éstos provocan, pobres contra pobres ante el fantasma vivo del hambre que no se detiene. África es un espejo para mirarnos los latinoamericanos, aún más profundo en su ignominia, pero que no debemos olvidar, sobre todo porque nuestras raíces tienen de ese continente una parte muy importante en nuestra historia política y cultural. Negros en nuestras guerras de independencia, negros en el origen de nuestra música popular. Un hecho que se repite a lo largo de toda Hispanoamérica y de la lusitana. El trabajo con la iluminación es el ideal para dar cuenta de nuestro trayecto por los distintos escenarios que se nos ofrecen como espectadores, y a donde nos vamos desplazando con pequeñas luces de linterna, o velas. Una semipenumbra nos acompaña, el vestuario de las actrices, Maru Méndez, Daiana Silver y Chusa Pérez de Vallejo, también es negro, ya que el instrumento que más utilizan es la voz, entonaciones, palabras de origen africano, gemidos, llantos guturales, y la cara siniestra de la codicia; las manos que manejan los objetos, y el cuerpo como recipiente y base de lo que narra. Una puesta necesaria, una temática cruel que nos empeñamos en desconocer o que sólo registramos desde la catástrofe. España - Africa, una mirada a través del microteatro

De Uruguay llega una puesta con muchos puntos a destacar bajo la dirección de Jimena Márquez, de quien también es la textualidad dramática, Litost, la frustración. Una escenografía que se extiende hacia el vestuario, en blanco, negro y rayas; un triángulo que carece de la figura paterna, una interesante manera de dar cuenta como el arte puede ser la voz de aquellos que presos de su circunstancia, buscan en el baile o en la literatura la forma de envolverse para no dejar escapar al monstruo que los habita. Una madre asistemática que rompe con todos la mitología rioplatense de la madrecita buena y abnegada, una cruella de vil, que tiene en sus hijos la fuente de sus ingresos y sostén a la mejor tradición del grotesco criollo, pero donde la cabeza de la expoliación es el personaje que en el género era antes solo pasividad y aceptación; aires de época, tal vez, el teatro antes del grotesco ya había construido madres perversas y abusivas. Contraponiendo el mito urbano a la realidad cotidiana. Una puesta que rompe la cuarta pared, y desde el comienzo desarrolla una coreografía que señala ese triángulo escaleno. El bailarín no actor, Santiago Duarte, realiza una excelente performance desde el hip- hop, en un dueto con su madre, Gabriela Iribarren, y su hermana, Jimena Vázquez; la buscadora de palabras que exorcicen, la que narra a partir del hipérbaton en una barroca forma de construir relato. El tiempo fragmentado trabaja con tres versiones de los hechos, y nos deja la oportunidad de elegir el final que más se acerque a nuestra idiosincrasia. Los tres personajes que se desdoblan en ellos mismos, construyen un trabajo de excelencia que el público agradecido aplaude de pie. Desde la sede de México de Timbre 4 hasta la Boedo, todos en peregrinación munidos de pin que nos identifiquen, un pin que reza: mama vuelve, nos dirigimos hacia una cortada donde alguien nos interpela a viva voz, y nos pida que nos quedemos con él; un marginal, un inmigrante, un asaltado, un otro. Uruguay - Lítost, la frustración 2En La noche justo antes de los bosques, el actor Oscar Muñoz realiza con excelencia una performance que nos involucra no sólo como espectadores sino como posibles actores de una situación parecida, donde la pregunta que todos nos hacemos es que pasaría si fuera verdad, y no un acto ficcionado. La impronta de sus relatos que encierran un discurso de alta politicidad en contra de un mundo globalizado e individual, de un mundo que se desentiende de las personas en favor de los poderes invisibles, nos lleva a interiorizar un sinfín de reflexiones que siguen su camino aún terminada la experiencia, y de eso se trata precisamente. El personaje que construye Bernard- Marie Cortés y que dirige Roberto Romei, nos invita a hacernos cargo de la soledad del prójimo al mismo tiempo de que nos demos cuenta de por qué se produce su desolación, que bien podría ser la nuestra en un futuro no tan lejano. Sus ropas, su aspecto poco convencional, la manera efusiva de tratarnos es una barrera para la confianza que se irá ganando cuando todo lo exterior desaparezca y sea el alma en carne viva lo que podamos ver con los ojos, y sentir en todo el cuerpo. Su vida nos interpela, nos provoca, nos intimida y nos compromete con la vida de todos, y nos lleva hacia el fondo de nosotros mismos. La performance es excelente porque logra todo lo que se propone y lo hace con recursos genuinos. Sin cruzar el límite, deteniendo el relato en el momento justo para comenzar con otro cortando un clima que se puede tornar demasiado inquietante para los participantes. Todo termina en Boedo, con una reunión de pares que comparten juntos la ceremonia del encuentro.Cataluña - La noche justo antes de los bosques 2 La historia del señor Sommer, es la historia de un relato que sucede en un espacio dividido como un tríptico donde en el centro se ubica un sillón de orejas, como define el personaje, a sus lados dos mesas con sillas, y luces, un banco alto, una guitarra que oportunamente el actor tocará para acompañarse en la interpretación de una canción conocida, de la bossa nova brasilera. La música del comienzo, la conocida canción Alfonsina y el mar, cuya densidad semántica comprenderemos hacia el final, funciona como refuerzo de un sentido, mientras que la otra logra el efecto de un separador de tiempos narrativos. La historia es como una liviana masa de hojaldre, cada capa nos va llevando a otra, y todas tienen un sabor especial. Sommer es el pretexto para que el autor nos hablé de sí, de sus experiencias de niño y adolescente, y de la forma diferente que el tiempo hace que recordemos o vivenciemos los hechos. Todo gira a su alrededor, porque de él es el gesto final, el más teatral de todos los narrados, el que a pesar de su invisibilidad para el resto, es la causa de esa entropía necesaria. El silencio que necesita ser exorcizado, las palabras son la herramienta para cerrar una herida cuanto menos comunicada más profunda. El relator, niño – hombre apela al humor, la nariz del clown en un momento lo ayuda frente a un espectador atento, con quien mantiene un tímido diálogo. El cuerpo – herramienta que se mueve, gesticula, construye espacio ayudando a la palabra para hacer presente un tiempo ido, y un lugar perdido en él. El suspenso es un procedimiento que instaura un ritmo, y hace que la muy buena actuación de Pep Tosar nos mantenga expectantes para la próxima anécdota que por momentos parece ajena al punto central del tema, pero que luego sin darnos cuenta comprendemos que todo termina en ese personaje enigmático cuyas rarezas serán siempre un misterio. Cataluña - La historia del señor Sommer 10

Fichas técnicas:

Africa, una mirada a través del microteatro de y por: Maura Méndez, Daiana Silver, Chusa Pérez de Vallejo. Escenografía: Jesús Escobar, Clara María Herrán Luna, Marina Muñoz Garrido, Eric Sanz De Bremond Arnulf. Dirección: Moisés Mato López. (España) 70 minutos

Litost (La frustración) de Jimena Márquez. Actúan: madre y Gabriela, Gabriela Iribarren; Jimena Vázquez y Santiago Duarte. Vestuario y Escenografía: Gerardo Egea. Iluminación: Inés Iglesias. Diseño gráfico: Virginia Cabrera. Producción ejecutiva: Carolina Escajal. Producción general: Medio Mundo Gestión Cultural. Dirección: Jimena Márquez. (Uruguay) 60 minutos

La noche justo antes de los bosques de Bernard-Marie Koltés. Actor: Oscar Muñoz. Vestuario y Espacio escénico: Roger Orra. Visuales: Lydia Cazorla. Asistencia de dirección: Joan Albinyana. Producción ejecutiva: Joan Albinyana, Oscar muñoz, Roberto Romei. Dirección: Roberto Romei. (Cataluña) 70 minutos.

La historia del señor Sommer adaptación del cuento de Patrick Süskind. Dramaturgia: Pep Tosar. Xicu Masó y Lluis Massanet. Traducción: Ana María De La Fuente. Actúan: Pep Tosar. Escenografía: Nura Teixidor. Iluminación: Xavier Clot. Dirección: Xicu Masó. 90 minutos