Magallanes. O de
Jeroni Guiem Obrador
“Por qué no muero sin nada que llevarme a la boca”
Mariángeles Sanz
sanz897m@yahoo.com
Fernando de Magallanes el personaje histórico y su recorrido fundamental, aquél que terminó de concluir Juan Sebastián Del Cano, porque la muerte llegó antes que la utopía, vaga por un tempo inexacto, a 500 años de su epopeya transcendental. En un no sitio, en un no tiempo, se pregunta y ensaya un seudo diálogo con las piedras que carga consigo, como un Sísifo de la modernidad, condenado a un sin sentido eterno. Con el perfil de una carabela “La Santiago” a fondo, y envuelto en una media vela con la famosa cruz, surge de la enredadera del tiempo y el espacio, en medio de una penumbra y un silencio que vuelve su existencia en una tortura demoníaca.
Jeroni Guiem Obrador, (1) se interroga y nos interroga sobre las consecuencias del “descubrimiento”, conquista y colonización de una tierra desconocida para Europa, a través de la presencia fantasmal de uno de sus protagonistas. Pero la develación no es sobre el proceso histórico sino sobre la subjetividad de Magallanes, sus conflictos personales, los arrebatos de su tripulación, la traición de la historia que le adjudica mayor valor a Del Cano, que a él; información que obtendrá quinientos años después y a través de Wikipedia, desde la presencia concreta de un artefacto, de un sujeto no humano que por fin dialoga con él, o simula hacerlo, al igual que todos hacemos a través de la pantalla de nuestra computadora.
¿Dónde está, quién es él después de tanto tiempo transcurrido en soledad? Ninguno de sus sentidos lo acompaña, salvo la visión y el oído: ni el sabor, ni el olfato, ni el tacto; de todo ha sido desposeído, de todo lo que lo lleva a comunicarse con el otro. Ve y oye, como nosotros, a través de internet vemos y oímos, pero lo demás nos está vedado pandémicamente hablando, porque lo que no nos está permitido es el contacto con el prójimo.
En los infinitos devenires que la red nos permite, su tormenta existencial lo lleva a la tormenta shakesperiana de “La Tempestad”, sin clara conciencia de que se le permite a través del vate inglés ver las consecuencias de su proyecto transatlántico ¿quién es Calibán, y quién la civilización en esta historia?
Un párrafo aparte para la excelente actuación de Claudio Pazos, con un texto complicado que se desenvuelve en varias capas, que va de lo aparentemente objetivo, los hechos históricos a la subjetividad naufragante del personaje, él logra captar su desesperación y transmitir desde su corporalidad y su palabra a un espectador testigo, de una existencia que se debate, en el medio del pasado y el presente, sin futuro posible.
La escenografía simbólica y minimalista, la secuencia de sonidos, la representatividad de los objetos, la iluminación que crea una atmósfera animista y desoladora, para enmarcar a un personaje en harapos, de ropas y de destinos; acompaña con certeza al cuerpo de Magallanes, a la efectividad del actor, y a la muy buena dirección de Merceditas Elordi.
Ficha Técnica: “Magallanes. O” de Jeroni Guiem Obrador. Intérprete: Claudio Pazos. Asistencia de dirección: Facundo Darío Altonaga. Música: Bruno Lobianco. Sonidos: Matías Noguera. Diseño de luces y escenografía: Edgardo Aguilar. Diseño de vestuario: Jorge López. Dirección: Merceditas Elordi.
- Jeroni Obrador lleva más de 15 años dentro del mundo del espectáculo. Se licenció en arte dramático, especialidad Interpretación Textual, en la universidad ESAD SEVILLA.2009. … Participó con su investigación “Cultura Emocional” en el DIRECTORS LABMED del Teatre Lliure de Barcelona que se llevó a cabo en julio de 2020.
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